Mitologia Griega
Enviado por • 16 de Enero de 2014 • 4.326 Palabras (18 Páginas) • 280 Visitas
Europa
Cadmo
Sémele y Dionisio
Atamante e Ino
Frixo y Hele
Leucótea
Acteón
Penteo
Anfión y Zeto
Níobe
Edipo
La Esfinge
Edipo y Yocasta
Los siete contra Tebas
Anfiarao
Tideo
Hipsípila
La guerra en Tebas
Antígona
Los Epígonos
Tiresias
Alcmeón
CUESTIÓN 102.
Europa
Agénor, rey fenicio de Tiro, tenía una hija muy hermosa, Europa, de la cual Zeus se enamoró. Para atraerla, el dios asumió la forma de un magnífico toro blanco, que jugaba de un modo gracioso alrededor de Europa mientras ella estaba juntando flores a orillas del mar. Cuando la princesa, por puro pasatiempo, se subió en el toro, éste echó a correr hacia la costa, y echándose al agua, llegó nadando a la isla de Creta. Allí Europa tuvo de Zeus tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón.
CUESTIÓN 103.
Cadmo
Agenor envió a su otro hijo, Cadmo junto con unos cuantos hombres, en busca de su hermana con la orden de que no regresara sin ella. Incapaz de encontrarla, consultó al oráculo de Delfos: éste le recomendó que abandonara la búsqueda de Europa y que, en cambio, fundara una ciudad en un lugar preciso: una vez que abandonara Delfos, encontraría una vaca, debería seguirla y construir la ciudad donde sus pasos le llevaran. Cadmo siguió la vaca, y en el lugar donde el animal paró a descansar, fundó una ciudad, llamada de su nombre la Cadmea, que a futuro llegó a ser la fortaleza de Tebas; los muros fueron trazados por el arado, y diseñó el emplazamiento de siete puertas, por lo que sería conocida como la ciudad de las Siete Puertas. Entonces procedió a sacrificar la vaca a Atenea, pero necesitaba agua para el sacrificio, y la única fuente disponible estaba custodiada por un feroz dragón, hijo de Ares. La bestia mató a sus compañeros y Cadmo acabó con el dragón.
Por consejo de Atenea, sembró los dientes del monstruo en la tierra. De ellos surgió un ejército de guerreros armados, los spartoi ("hombres sembrados"), y Cadmo arrojó entre ellos una piedra; creyendo cada cual que el otro le atacaba, se pusieron a luchar entre sí hasta que todos, menos cinco, acabaron muertos; sus nombres eran Equión, Udeo, Ctonio, Hiperenor y Peloro, es decir: Serpentino, Hombre del Suelo, Hombre de la Tierra, Arrogante y Monstruo. Con los spartoi vencedores Cadmo fundó la ciudadela de la nueva ciudad de Tebas, y ellos se convirtieron en los jefes de sus familias nobles. La región misma fue llamado Beocia ("País de la Vaca"), debido a la vaca que sirvió a Cadmo de guía.
Sin embargo, antes de que Cadmo pudiera disfrutar de su nuevo hogar, tuvo que hacer penitencia por haber matado al dragón, dado que estaba consagrado a Ares. Después de ocho años de eficiente servidumbre a Ares, llegó a ser rey de Tebas y recibió como esposa a Harmonía, la hija de Ares y Afrodita. Con ocasión de la boda se celebró un gran festín en presencia de los dioses, y las Musas amenizaron la fiesta nupcial. Afrodita le regaló a Harmonía un hermoso collar hecho por Hefesto; el regalo la hizo afortunada, pero a su familia sólo le traería muerte y miseria. Tebas prosperó bajo el gobierno de Cadmo, y éste introdujo el alfabeto en Grecia. Tuvieron un hijo, Polidoro, y cuatro hijas: Ino, Sémele, Autónoe y Agave. En su vejez, Cadmo escapó con Harmonía hacia Iliria donde, al morir, tanto él como ella se convirtieron en serpientes.
CUESTIÓN 104.
Sémele y Dionisio
Zeus se enamoró de Sémele y la dejó embarazada, pero la celosa Hera se dio cuenta de los amores entre su marido y la princesa tebana. Aprovechando que Sémele desconfiaba de la naturaleza divina de su amante, Hera se disfrazó de anciana e incitó a la princesa a pedir pruebas de que en verdad su amado era un poderoso dios. Así la joven, una noche que Zeus llegó, le hizo prometer que le cumpliría un deseo; cuando Zeus accedió, Sémele le pidió se mostrara en su divina majestad. Obligado por la promesa hecha, la siguiente noche Zeus se apareció ante la desdichada mujer en la plenitud de su gloria divina. Cuando Sémele se acercó a él, acabó carbonizada por los rayos de luz que el dios irradiaba. Zeus rescató a su hijo nonato, Dionisio, de las cenizas; no obstante, a escondidas de Hera, tuvo que ocultar al feto en su muslo, cosiéndolo con broches de oro, hasta que pudiera nacer; cumplido el tiempo de gestación, nació Dionisio de la pierna de Zeus. Después de varios años, Dionisio se encargaría de rescatar a su madre del Hades, y llevarla al Olimpo, concediéndole el don de la inmortalidad.
CUESTIÓN 105.
Atamante e Ino
Dionisio fue entregado al cuidado de la hermana de Sémele, Ino, quien estaba casada con Atamante, rey de Orcómeno, y le había dado dos hijos: Learco y Melicertes. Entonces Hera se vengó de Ino por haber ayudado al hijo de su última rival; por lo tanto, hizo que saliera de su casa en un arrebato frenético (parecido al de los adoradores de Dionisio), y permaneció ausente tanto tiempo que Atamante, creyendo que había muerto, contrajo matrimonio con Temisto. Después de algún tiempo, cuando ya había tenido dos hijos con su nueva mujer, Atamante descubrió que Ino no estaba muerta, y que había recobrado la razón, y que había regresado. Temisto trató de dar muerte a sus hijastros pero la nodriza de ellos, que en realidad era Ino disfrazada, frustró el intento. Las disposiciones de Temisto eran de que sus propios hijos vistieran de blanco y los de Ino de negro, para que fuera fácil distinguirlos. Ino cambió las cosas; de este modo Temisto mató a sus propios hijos, y horrorizada se quitó la vida.
CUESTIÓN 106.
Frixo y Hele
Ahora Ino intentó asesinar a Frixo y Hele, los hijos que su esposo había tenido en un matrimonio anterior con Néfele (Nube), a la cual Atamante había abandonado. Ino odiaba a sus hijastros, especialmente a Frixo, porque deseaba que su hijo Learco heredara el trono. Dándose cuenta de que sus hijos corrían grave peligro a causa de los celos de su madrastra, Néfele imploró ayuda a los dioses. Hermes envió a Crisomalo, el carnero alado, cuyo vellocino era de oro. El carnero arrebató a los niños y los montó en su lomo. Elevándose por los aires, voló hacia el Este, pero cuando estaba cruzando el estrecho que separa Europa de Asia, Hele resbaló y cayó al agua. El estrecho donde ella se ahogó recibió su propio nombre: mar de Hele o Helesponto. El carnero llevó a Frixo sano y salvo hasta Cólquide, un país sobre el mar Negro que gobernaba el rey Eetes, hijo de Helio y Perse, que lo recibió cumpliendo con las normas de la hospitalidad y el huésped, agradecido a los dioses por haberle
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