Mitos de la revolucion

 “Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla….”   México es un país que se ha visto manipulado por personas cuya ambición e interés personal siempre antecede a las del bien colectivo. Desde que llegaron los primeros conquistadores a deslumbrarnos con sus artefactos y sus falsos tesoros brillantes hemos ido avanzando en una sociedad basada en promesas políticas para un “bienestar” colectivo donde el patriotismo rige como sistema de vida. Un país manipulado por unos cuantos que reparten el queso entre ellos y dan migajas al pueblo que es el que los sostiene.

Pero será que nos tienen engañados, o peor aún somos conocedores de la verdad per aun así decidimos seguir con esta pasividad, decidimos mandar a nuestros hijos a una escuela donde cada lunes cantan el himno  nacional y veneran una bandera cuyo significado ya conocemos, es más incluso, quien se puede negar a reconocer que le ha compuesto un poema donde con orgullo decimos que el verde  esperanza, el blanco paz y rojo la sangre derramada de nuestros valientes héroes, incluso el orgullo con que se canta el himno en un partido de futbol, olimpiadas etc. Pero realmente conocemos el significado de lo que cantamos, realmente sus letras nos llegan al corazón y nos llenan de orgullo, o solo cuando queremos que México gane un mundial.

No me cabe duda que México seguirá igual, la prueba está en que cada 3, 6 años o determinado tiempo las masas vuelven a seguir a un líder con un partido por delante, partido que años atrás, que digo años, siglos atrás, nos ha robado vil y descaradamente. Sin duda alguna la política esta disfrazada de historia, de bonitas historias que desde el momento en que sucedían están era manipuladas desde los líderes, hasta las propias masas que seguían con estas historias aun sabiendo que son mitos. A veces pienso que la los seres humanos independientemente de su raza, necesitamos un héroe, un Geremias Sprinfield que le dé sentido de pertenencia a nuestra patria, una razón de ser, de festejar, de sentirse únicos y unidos, aunque en el fondo, muy en el fondo reconozcamos que es un bonito mural pintado sobre una pared de papel que esconde una pila de basura a punto de explotar, pero si explota, ya sabemos: nuevos líderes que seguir, una revolución y a tapar las manchas por encimita.

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