Museo Antropologia E Historia
Enviado por dani14tarja • 26 de Junio de 2013 • 1.710 Palabras (7 Páginas) • 1.195 Visitas
La economía venezolana durante el período 1989-1998 estaba en shock y cuidado intensivo, ante la sobredosis neoliberal, con signos de colapso por: La caída e inestabilidad de la producción (PIB), alta inflación, pérdidas del salario real, devaluaciones recurrentes del bolívar, bajas reservas de divisas, alto nivel de endeudamiento, déficit fiscal recurrente, déficit en balanza de pago, bajos ingresos petroleros, baja inversión pública y privada, bajo consumo, crisis cambiaria, crisis bancarias, todo este panorama provocó un desmejoramiento de la calidad de vida y sumergió al 55,6% de la población en la pobreza.
Hugo Chávez Frías fue electo en 1998 y asumió la presidencia del país en 1999, y los primeros cuatro años de su administración estuvieron signados por una gran inestabilidad política que afectó muy adversamente la economía
Pero esta situación política comenzó a estabilizarse en el segundo trimestre de 2003, y ha seguido estabilizándose en todo el período actual de expansión económica. La economía ha tenido un crecimiento continuo y acelerado desde el inicio de la estabilización política. El PIB real (es decir, corregido por los efectos de la inflación) ha crecido un 76 por ciento desde el punto más bajo de la recesión en 2003. Es probable que las políticas fiscales y monetarias expansionistas, así como los controles sobre el tipo de cambio aplicados por el gobierno, hayan contribuido a este auge económico presente. El gasto del gobierno central se incrementó del 21,4 por ciento del PIB en 1998 al 30 por ciento del PIB en 2006. Las tasas reales de interés a corto plazo han sido negativas durante todo o prácticamente todo el período de recuperación económica (dependiendo del indicador)
Los ingresos del gobierno aumentaron aún más rápido que el gasto en ese período, pasando de 17,4 por ciento del PIB a 30 por ciento del PIB en el mismo período, dejando al gobierno central con un presupuesto equilibrado para 2006. El gobierno ha planificado en base a previsiones conservadoras respecto de los precios del petróleo: por ejemplo, para 2007, los planes presupuestales previeron un precio de US$29 por barril de crudo, que es un 52 por ciento menos que el precio promedio de US$60,20 por barril al que se vendió el crudo venezolano el año anterior. En general, el gobierno ha excedido el gasto respecto de lo planificado ya que los precios del petróleo han sido más altos que lo presupuestado, pero si los precios del crudo caen es posible que el gasto público también se contraiga.
Sin embargo, Venezuela tiene un gran colchón de reservas al cual puede recurrir, en caso de una caída en el precio del petróleo que comenzara a menguar sus finanzas. Una caída de los precios del petróleo del 20 por ciento o más podría absorberse con las reservas internacionales oficiales, que hoy ascienden a unos US$25.200 millones y son suficientes para cancelar casi toda la deuda externa del país. Esta cifra no incluye otras cuentas del Estado venezolano en el exterior, que se estima sumarían de US$14 a US$19 mil millones más. Con una deuda externa relativamente chica (14,6 por ciento de su PIB), el gobierno podría incluso acceder a los mercados de crédito internacionales en caso de una caída en el precio del petróleo. Por otra parte, no parece muy probable que en el futuro cercano se vayan a derrumbar los precios del crudo. El pronóstico de corto plazo publicado el 10 de julio por la Agencia de Información sobre Energía de Estados Unidos (US Energy Information Agency) prevé precios del petróleo de US$65,56 por barril para 2007 y US$66,92 para 2008. Aparentemente, el riesgo de cambios bruscos imprevistos en la oferta es, más que nada –especialmente en el volátil Medio Oriente- que ésta se contraiga acarreando un aumento de los precios, no su caída.
El gobierno de Chávez ha incrementado muy significativamente el gasto social, tanto en salud como alimentación y educación. El contraste más agudo es en el área de la atención de la salud. Por ejemplo, en 1998 había 1.628 médicos ejerciendo la atención primaria de una población de 23,4 millones de personas. Hoy hay 19.571 para una población de 27 millones. El gobierno venezolano también ha ampliado enormemente el acceso a los alimentos subsidiados. En 2006, hubo 15.726 establecimientos en todo el país que comercializaron alimentos a precios subsidiados (posibilitando un ahorro promedio de 27% y 39% en comparación con los precios de mercado de 2005 y 2006 respectivamente).
El gasto social del gobierno central creció exponencialmente, pasando de 8,2 por ciento del PIB en 1998 a 13,6 por ciento en 2006. En términos reales (corregido por efectos inflacionarios), el gasto social por persona aumentó en 170 por ciento en el período 1998-2006. Pero eso no incluye el gasto social realizado por la empresa estatal venezolana, Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), que ascendió al 7,3 por ciento del PIB en 2006. Si lo incluimos, el gasto social representó el 20,9 por ciento del PIB en 2006, lo que constituye al menos un 314 por ciento más que en 1998 (en términos de gasto social real por persona).
El índice de pobreza disminuyó rápidamente, pasando del valor pico de 55,1 por ciento en 2003 al 30,4 por ciento en 2006 –como podía preverse, en vista
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