Narración ficticia
Enviado por veraconsultas • 30 de Octubre de 2013 • 547 Palabras (3 Páginas) • 235 Visitas
Narración ficticia
La Independencia de México
La retirada de Miguel Hidalgo previa toma de la Ciudad de México.
(17 de enero de 1811).
Tras el desencuentro entre Allende e Hidalgo provocado por los remordimientos del “Padre de la Patria” quien se encontraba horrorizado por la matanza realizada por sus seguidores en Guanajuato, las tropas de ambos insurgentes se separan y optan por no atacar la capital del país. Este hecho aleja definitivamente a Allende de Hidalgo.
El repliegue al norte del país es sombrío, silencioso y con franca desilusión por parte de los seguidores del cura Hidalgo, algunos no entendían porque tan cerca de la capital no decidieron atacar, otros daban gracias a Dios por no entrar a México pues sabían que el General José María Calleja se encontraba cerca de la capital y a su regreso se provocaría una masacre de la que no saldrían vivos. El general Calleja era el responsable del ejercito de la Nueva España y tenía la encomienda de cuidar la ciudad y al virrey de todo acto de insurrección, su gran capacidad militar y su poderoso ejército gozaban de gran fama y esto es a lo que Hidalgo temía; tomar la ciudad de México por unos días y después ver morir a su gente a manos del ejército de Calleja. Allende pensaba muy diferente y prefería morir en combate antes que regresar.
Una noche en Puente de Calderón (Torreón, Coahuila) los insurgentes de Hidalgo se detuvieron a acampar, las mujeres y los niños comenzaron a encender las fogatas para preparar alimentos, los hombres prestos a conseguir carne de monte y arrimar leña al tiempo de levantar los campamentos para el descanso de esa noche.
Entrada la noche, la humareda flanqueaba el improvisado sitio, algunos hombres alcoholizados entonaban cantos de tristeza entre trago y trago de refino, otros jugaban a la baraja los pocos reales que les quedaban. Mujeres y niños dormían el cansancio del desgastante retorno, soñando quizá con un mañana bajo el mismo yugo de los españoles, pero sin la muerte de sus seres queridos, otras quizá anhelando un pueblo libre de injusticias al precio que la propia vida les exigiese pagar.
De pronto y después de una latente calma se escuchó un grito que dejó perplejos a todos: “emboscada”, “emboscada”, “Callejas nos tiene rodeados”. Efectivamente los insurgentes habían sido traicionados por un alto mando de Allende quien no estuvo de acuerdo con la retirada de Hidalgo y buscó al ejército de Calleja para informar de la ruta que tomarían para retornar.
La traición estaba consumada, con la ventaja de la sorpresa el ejército de Calleja atacó sin clemencia el campamento insurgente, con la misma barbarie que se vivió en la Alhóndiga de Granaditas meses antes. Mujeres, niños indefensos fueron vejados y ultrajados; los hombres de Hidalgo poco o nada pudieron hacer para evitar la masacre de aquella noche. Improvisadamente
...