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Naturaleza Revolucion Francesa


Enviado por   •  13 de Mayo de 2013  •  2.048 Palabras (9 Páginas)  •  707 Visitas

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Ensayo: La naturaleza de la Revolución Francesa y sus repercusiones en nuestra época

En este ensayo trataremos de conocer, entender y analizar un suceso que cambió la historia mundial desde nuestra perspectiva, nuestros conocimientos y nuestro punto de vista. Además, hemos de adquirir nuevos conocimientos acerca de este asunto, ya que nunca lo tratamos con suficiente profundidad como para tener una opinión formada acerca de un hecho de tal magnitud.

Durante todos estos años escuchamos y entendimos la revolución francesa como, un hecho trascendental en la vida de los hombres. Pero a pesar de ello, nunca conocimos en profundidad cada uno de los aspectos que tuvo dicha revolución; debido a que ésta tuvo influencias en todos los campos de la vida del hombre. Desde un punto de vista histórico, podemos afirmar que la revolución francesa significó el paso de la sociedad estamental, heredera del feudalismo, a la sociedad capitalista, basada en una economía de mercado. Pero sería insuficiente dicho concepto, y es mucho más acertado consagrar el hecho revolucionario de 1789 como el hecho que causó el paso de la edad moderna a la edad contemporánea, dando un alcance aún mayor y convirtiendo un fenómeno local en un hecho sobresaliente para todo el mundo. Todos los movimientos revolucionarios o independentistas que se produjeron durante estas fechas están marcados por una nueva idea, también por unas notas diferenciales que los distinguen de los fenómenos históricos que se produjeron en la Edad Moderna (1). Por otra parte también es valido destacar que los cambios, aún siendo revolucionarios, no significan la rotura total con lo anterior, ni la aparición de realidades totalmente nuevas. El concepto de Nuevo Régimen constituye una realidad histórica coherente, cuyos supuestos políticos, sociales, económicos e institucionales se han mantenido hasta mediados del siglo XX.

Ante todo, al hablar de revolución francesa debemos mencionar tal hecho histórico como una revolución. Y no revolución por su desarrollo o duración sino porque implicó cambios en todos los órdenes de la vida del hombre. Y no fue solo una revolución histórica que adorna el año 1789 sino que fue una revolución de carácter global, eterna y verdadera. Muchos historiadores se manifiestan en contra de definir este hecho como una revolución, pero de qué otra forma podríamos catalogar un hecho que alteró el orden de la época. Esta revolución abarca un período de 10 años (1789-1799), durante los cuales se establecieron en toda Europa nuevas formas de organización política, social y económica, surgieron nuevos usos y costumbres y triunfaron nuevos modos del pensamiento y nuevas tendencias espirituales.

En primer lugar, haremos una breve referencia a las ideas que gestaron la revolución. El final del siglo XVIII fue una época de trastornos en muchas partes del mundo occidental, trastornos que se pueden atribuir de una u otra forma al fermento de ideas conocidas como Ilustración (2). Estas ideas, reflejo de las necesidades y tensiones de una sociedad cambiante, se basan en el nuevo conocimiento científico del siglo XVII, que engendró una nueva fe en la razón y en el progreso. Todo esto llevó a un rechazo de la autoridad y a una afirmación de los hombres, como seres que nacen libres, pero que en todas partes están encadenados. Por otra parte estas actividades centralizadoras, iniciadas por el régimen monárquico encontraron resistencia en todos aquellos que tenían intereses creados en el Antiguo régimen, tales como: las Iglesias, los gremios, las corporaciones y, sobre todo, la aristocracia. Es aquí que en todas estas características mencionadas encuentran lugar las revoluciones, que aparecieron por primera vez en gran escala en las colonias inglesas de América. El ejemplo norteamericano fue una inspiración para los franceses, cuyas tropas habían peleado en el lado norteamericano en la guerra. Resumiendo podemos decir que La independencia de EEUU y el desarrollo de la revolución industrial, iniciada en la Gran Bretaña, son los otros dos grandes procesos que señalan esta transición histórica y que por ser previo a la revolución francesa, fueron causas de la misma. Otras causas que también incitaron a la revolución, aunque en menor medida, fueron: periódicas crisis económicas motivadas por las largas guerras emprendidas durante el reinado de Luis XIV (3), la mala administración de los asuntos nacionales en el reinado de Luis XV (4), las cuantiosas pérdidas que tuvo la Guerra Francesa en India y el aumento de la deuda generado por los préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la guerra de la Independencia estadounidense.

En segundo orden, creemos necesario mencionar a las masas ya que fueron las mismas las que protagonizaron el hecho. Hacia siglos ya que en Europa estaba firmemente establecido el sistema monárquico y que éste era el sistema de gobierno heredado y que regía en el viejo continente. Fue durante esta revolución que, por primera vez en la historia, un pueblo se reveló contra el sistema monárquico que regía a Europa; teniendo como sustento el hecho de que la conducción de un estado afecta la conciencia de los ciudadanos. El protagonismo popular, o mejor dicho nacional, es indiscutible porque los habitantes franceses de la época demostraron con actos que el pueblo es soberano y que puede hacer valer sus derechos y libertades colectivas ante cualquier gobierno. Podemos resumir el pensamiento del pueblo francés así: Una comunidad que aspira a la soberanía, al derecho moral de defender su existencia frente a todas las demás comunidades deriva de la autoridad civil y temporal de sus leyes, no de sus gobernantes ni de su magistratura, sino de sí misma. Y en todo esto, marcamos la relación existente entre el gobierno civil y la voluntad colectiva, claro reflejo de que el pueblo francés sostenía que la conducción del pueblo estaba a cargo de sí mismo y que la verdad recaía en la opinión o la decisión de la mayoría. Dicho concepto en nuestros días, es totalmente erróneo aunque muy presente, ya que en muchos casos de nuestras vidas diarias nos manejamos con lo que opina la mayoría. El concepto no es erróneo en términos de democratización, ya que es un buen reflejo de participación colectiva; el inconveniente aparece en que no se puede reducir la verdad o la veracidad de las cosas a la decisión de la mayoría. La verdad es una sola y no depende de ninguna aceptación colectiva.

Era inesperado, que un hecho histórico alguna vez podría cambiar totalmente el mundo o la forma de vida de los seres humanos en general. Pero

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