Nternacional No Se Acepta La Corrupción, Que Ciertamente Ocurre, Pero Que Queda Oculta, De La Misma Manera Como Ha Sucedido Tantas Veces En Guatemala.

El asunto despierta el interés de los guatemaltecos porque nunca antes el sistema jurídico estadounidense había tenido en sus manos a alguien que en algún momento de su vida hubiera ejercido el más importante cargo político de Guatemala. Además, porque actualmente el prestigio de la manera como funciona la justicia en este país se encuentra en un mal momento causante de una verdadera crisis de credibilidad, como consecuencia de casos que han provocado críticas por decisiones realmente inexplicables.

El juez del caso, Robert Patterson, tiene la fama de ser una persona muy independiente y experimentada, así como de ejercer su cargo de manera que sean tomados en cuenta factores como la confesión del acusado y el hecho de que esta persona sea un delincuente primario. La decisión final puede ser hecha pública en algunos días, y sin duda alguna provocará comentarios a favor y en contra tanto de la sentencia al exmandatario como de la forma cómo fue trasladado de Guatemala a Nueva York, donde se encuentra.

Los problemas del expresidente Portillo no terminarán con el veredicto que espera, porque cuando cumpla su condena deberá enfrentar un juicio similar en Francia. Existe un precedente, el del exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, quien luego de haber pasado largos años preso en Estados Unidos fue condenado por la justicia francesa, que posteriormente lo envió de regreso a su país por razones puramente humanitarias.

La figura de Portillo, a pesar de esas vicisitudes y de que sus adversarios políticos y económicos todavía lo consideran un riesgo potencial, aún puede tener algún tipo de influencia en el voto de determinados sectores sociales en las elecciones venideras. Es un hecho que su popularidad, aunque ha sufrido un proceso natural de disminución paulatina, todavía se mantiene firme en algunos lugares del país.

Esto se debe a que en política también se aplica el refrán de que todo tiempo pasado fue mejor. No lo fue, realmente, pero existe la percepción de que así era. Y no se puede olvidar que, sobre todo en los países de escaso desarrollo político en política, la percepción, junto con la esperanza, son más importantes que la realidad, y por ello triunfan los populistas y los demagogos.

Estas consideraciones son útiles para realizar los análisis que se originen como consecuencia de la decisión del juez estadounidense mencionado. La lección más importante es que a nivel internacional no se acepta la corrupción, que ciertamente ocurre, pero que queda oculta, de la misma manera como ha sucedido tantas veces en Guatemala.

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