Nuestras fuentes, alcances, subjetividad, finalidad y posibilidades de acercamiento al tema de estudio
Enviado por NicoCornell • 3 de Agosto de 2019 • Ensayo • 1.436 Palabras (6 Páginas) • 148 Visitas
Nuestras fuentes: alcances, subjetividad, finalidad y posibilidades de acercamiento al tema de estudio.
Nicol Toledo Cabezas[1]
Cuando pensamos acerca de cómo acercarnos al tema de estudio que tenemos en mente, solemos pensar en la bibliografía que ya se ha escrito, para saber qué es lo que otros colegas han dicho y lo avanzado que está el tema. Simultáneamente comenzamos a intuir cuáles son las fuentes que nos pueden servir y dónde hallarlas. Solemos impregnarle un valor inconmensurable a este tipo de documentos, puesto que ellos son poseedores no solo de los datos que contienen, sino que parecen encapsular un trocito de historia, a la cual debemos acceder al leerlos vívidamente. Extraer, al menos en parte, el contexto histórico que los produjo, nos dirían los colegas de literatura. Es por esto que cuando leemos El Quijote, no estamos leyendo solamente la cautivante historia creada por Cervantes, si no que palpamos el anhelo medieval de romper con la división estamental, que traía escrito el destino de cada individuo, desde mucho antes del nacimiento mismo. Las ansias por salir de la monotonía, por vivir aventuras y por inscribir su nombre en los registros de quienes hicieron algo, es la idea no escrita, pero inscrita, que nos queda rondando en la cabeza cuando terminamos de recorrer sus páginas.
Es innegable que la inventio juega un rol fundamental en este proceso, ya que sin dejar volar la imaginación, difícilmente podríamos llegar a encontrarnos con ese pedacito de tiempo que intentamos reconstruir. La fuente entonces, se convierte en nuestro pasaje de ida al momento histórico que queremos estudiar, pero ¿cómo hacemos para llegar a destino sin desviarnos por el camino? O ¿cómo hacer para identificar el camino correcto? ¿Podemos fiarnos realmente de que nuestra fuente sea un mapa que contiene las indicaciones certeras para llevarnos a donde queremos llegar, o será más bien que nos lleva a donde él quiere que lleguemos?
Sabemos que cuando leemos no podemos ser pasivos, tenemos que dudar de lo que se nos está exponiendo, no porque desconfiemos de las capacidades ni hallazgos de nuestros colegas, sino por el origen mismo del dato que se esté presentando. ¿Me explico? Pensemos por ejemplo que lo que queremos estudiar son las relaciones entre los grupos indígenas que habitaban la Araucanía y las autoridades que dialogaban con ellos a nombre de su majestad el rey de España. Situémonos en el análisis de los Parlamentos que el gobernador Ambrosio O´Higgins efectuó con las parcialidades mapuches durante el cuarto final del siglo XVIII. ¿Cómo nos acercamos al tema? Leemos a Rolf Foerster, Sergio Villabos, Luz María Mendez, por ser autores que han abordado la temática de las llamadas relaciones fronterizas, pero para ir más al fondo, vamos al Archivo Nacional y tratamos de identificar todos los documentos que hablen o al menos rocen el tema. Así vamos fichando todo lo que nos parezca relevante en los índices del Fondo de la Intendencia de Arauco, de Capitanía General, Fondo Antiguo, Fondo Varios, etc. y ¿qué hallamos en ellos? Nada más y nada menos que los manuscritos de las actas oficiales de cada uno de estos encuentros solemnes, los cuales parten declarando que “son testimonio de letra y de fe del acto”, y que por lo tanto reflejan lo que pasó en su estado más puro, idea que se desvanece por completo al avanzar en la lectura por diversos motivos: 1- Se presenta una larga lista con nombres de caciques que aprueban donar sus tierras, enviar a sus hijos a colegios católicos y “ser amigos de los amigos del rey y enemigos de sus enemigos”. 2- Cada uno de los nombres citados, firmó el estar de acuerdo. 3- La firma se efectuaba el último día del parlamento. 4- El documento está escrito de puño y letra de la oficialidad.
Si nos detenemos un momento en cada uno de estos puntos, podemos fácilmente utilizarlos a la inversa, o sea, citarlos en sí mismos como puntos invalidantes de lo que quieren probar.
Punto uno, no sabemos cuántos fueron realmente los caciques que asistieron, ya que no tenemos otro documento que pueda corroborar estos números, salvo los registros de gastos de la elaboración del mismo Parlamento, del cual podemos dudar tanto como del acta en sí. Segundo punto, se da por acordado por ambas partes, ya que los caciques firmaron el acta, pero ¿qué significa para un indígena perteneciente a una cultura que no escribe, una firma? Si el representante indígena quería decretar que se estaba en paz con otro grupo, ya fuese hispano-criollo u otro grupo indígena, lo invitaba a una reunión en la cual se enterraba bajo un canelo una lanza, simbolizando que la enemistad había sido sepultada y que esto era ratificado no solo por los hombres, sino por la divinidad, ya que el canelo es su árbol sagrado. Tercero, el momento de la firma era al finalizar la reunión, lo que podía implicar que fuera el segundo, tercer o cuarto día. Todo el tiempo transcurrido entre el inicio del Parlamento, momento en que el lenguaraz traducía la lista de peticiones del lado huinca, hasta el momento de la firma, transcurría acompañado de carne asada y aguardiente. Las planillas de gastos acera del parlamento de Negrete de 1793, “parlamento más solemne y suntuoso que se halla realizado por el Imperio español, en la frontera chileno-indígena”, muestra que al menos la mitad de los recursos se emplearon en la compra de aguardiente, y la otra mitad entre las vacas, acompañamientos, compra de regalos y gastos de traslado de las personas y caballos que serían movilizados hasta la planicie escogida para hacer el encuentro. Por lo tanto luego de una seguidilla de días bebiendo cantidades considerables de licor, y habiendo recibido toda clase de regalos por parte del gobernador, se hace bastante dudoso el estado de conciencia en el que se encontrasen al momento de aceptar dichas peticiones, tan ventajosas para el gobernador.
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