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Origen De La Danza Folklórica De México


Enviado por   •  21 de Febrero de 2012  •  4.799 Palabras (20 Páginas)  •  7.642 Visitas

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HIPOTESIS

La danza folklórica de México tiene mucha influencia de diversas culturas, sobre todo la española, que a lo largo del tiempo se fueron adoptando hasta volverlas parte nuestra. Esto tuvo lugar principalmente en la conquista y colonización.

OBJETIVOS

• El origen de la danza folklórica mexicana: encontrar los factores que influyeron en la danza folklórica mexicana de otras culturas, principalmente la española.

• Las danzas prehispánicas: investigar sobre cómo eran las danzas en México antes de la colonización y conquista.

• La danza en España durante la conquista: ver cómo eran las danzas españolas durante la conquista de México.

FICHAS DE CITAS TEXTUALES

Tema: El origen de la danza folklórica en México

Objetivo: Encontrar los factores que influyeron en la danza folklórica mexicana de otras culturas principalmente la española.

Autor: Dallal, Alberto. La Danza en México.

Paginas: 105-117

Editorial UNAM. Primera edición, México 1989.

“Actitud consciente en torno a la danza indígena fue la de regidores y eclesiásticos españoles. Por una parte, no podían dejar de lado tan importante ejercicio ritual y debían permitir que los indios –sagaces y virtuosos en el arte de la danza- contribuyeran en las celebraciones y festividades cristianas con su bien asentado actividad. Por otra parte resultaba imposible sustituir con rapidez la naturaleza “pagana” de las danzas indígenas, toda vez que –a diferencia de la destrucción material de los ídolos, templo e iconografía religiosa- la danza resultaba demasiado rica en actitudes y elementos subjetivos, inmateriales, difíciles de localizar, para ser plenamente erradicadas. Así, a medida que las danzas populares españolas fueron llegando espontáneamente a la Nueva España junto con sus intérpretes naturales, los danzantes indígenas siguieron ejecutando sus danzas aunque ahora bajo otro signo, el signo dela deidad y de los santos católicos.

Los eclesiásticos, sin embargo, pugnaron por erradicar las danzas en torno a la nueva liturgia y sólo las permitieron en tanto que tendencia o inclinación ineludible e insustituible en algunas poblaciones o comunidades. Para “alcanzar sin violentar”, llegaron a escribir y componer cantos y poemas “en legua mexicana, en loor de Dios cristiano para que [los indios] los recitasen” durante sus danzas y cuadros pantomímicos. La táctica no fue mala para hacer pasar a los habitantes originales del territorio de la cultura nativa a la cultura española. El arte de la danza –y todo lo que trae aparejado- no puede ser, sin más, “erradicable” sino que requiere de sustituciones bien planificadas y de paciencia étnica- histórica. La formula sagaz y prudente de los frailes dio resultado en un lapso relativamente corto, puesto que mientras por 1545 se practican, a la vez, en Yanhuitlán, por unos mismos individuos, ceremonias gentílicas y cristianas. Treinta años más tarde no se advierten señales de idolatría, y hay, al contrario, muchos indicios de que se ha logrado una adaptación franca del cristianismo.

La mejor fórmula –descubrieron los frailes- consistió en incluir algunas danzas en las representaciones de los entremeses y “dirigir” a los grupos de danzantes indígenas, invitándolos a participar durante las festividades religiosas como elementos de adoración y sin menoscabo del respeto y la fe hacia la iglesia. Acogieron también la costumbre de incluir, aun durante la misa, toda suerte de “cuadros plásticos” que atrajeran la mirada de los feligreses indígenas, acostumbrados al boato visual de sus propias ceremonias. Durante las celebraciones religiosas seguramente fueron aceptadas, para solaz de los habitantes de los pueblos y ciudades, las conquistas o farsas de guerra en que se enfatizaba la “justicia divina”, siempre dispuesta a apoyar y resguardar a los huestes cristianos –léase españoles- en contra de los herejes. En los grandes “cuadros pantomímicos” –verdaderas danzas colectivas- que describen los cronistas Acosta y Durán, los españoles –eclesiásticos y civiles- debieran inspirarse para efectuar y organizar, con “actores” y “danzantes” indígenas, tanto “farsas pantomímicas” como alguno que otro baile sacro que completara las loas y comedias que los mismos frailes escribieron, re-escribieron, adaptaron y montaron.

Las danzas fueron siempre un espectáculo muy socorrido. Atraía de inmediato a los mirones y participantes de ferias, fiestas, celebraciones. Cuando las hubo dentro de los templos, en misa y otros oficios, ampliaban tanto el atractivo visual, que operaban en espléndidamente en dirección de los indios, a quienes acababan por seducir. Llenaban espacios y ambientes. (…)

Simultáneamente el mestizaje étnico sobreviene y se extiende el mestizaje dancístico. No ocurre con rapidez ni el fenómeno lleva una línea única, clara y precisa”.

Tema: El origen de la danza folklórica de México

Objetivo: encontrar los factores que influyeron en la danza folklórica mexicana de otras culturas principalmente la española.

Autor: Bárcena Alcaraz, Patricia; Zabala González, Julio y Vellido Peralta, Graciela. http://www.edgarno.com/185151_-Danza-Folklorica-Mexicana.html

Página: 1

Editorial Patria s/r, México 1994

“Con la llegada de los españoles a América, la cultura de los pueblos establecidos fue desapareciendo. Muchas de las costumbres que los naturales tenían experimentaron diversos cambios: Se impuso la lengua castellana, se modificó la manera de vestir y la organización política, pero sobre todo se modificaron las creencias y la religión, las costumbres, la comida, etcétera; de esta manera, se reconoce cómo la cultura española dominó la vida social de los pueblos establecidos.

La imposición de nuevas ideas religiosas por los frailes llegados de España modificó la danza, en sus formas coreográficas, pasos y sobre todo el sentido y significado para ejecutarla. (…)

La danza autóctona es una forma expresiva de la danza de nuestro país, conservó mayormente los rasgos auténticos de la cultura prehispánica, sufriendo ligeras modificaciones en su música, instrumentación y en ocasiones formas coreográficas practicadas (desde entonces hasta la actualidad) por los grupos indígenas de nuestro país.

La danza se convirtió, pues, en un recurso para la evangelización, los temas fueron referidos a los de la religión cristiana. La ejecución que se realizaba en las grandes plazas destruidas durante la guerra de conquista, ahora se realizaban en atrios de las iglesias recién construidas. Así pues, la llegada

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