PANAMA Y SU SEPARACION
Enviado por Halmita • 27 de Noviembre de 2014 • 2.115 Palabras (9 Páginas) • 231 Visitas
Panamá y su Separación de Colombia
La separación de Panamá de Colombia, fue un hecho ocurrido el 3 de noviembre de 1903, después de la Guerra de los Mil Días, y que desencadenó en la proclamación de la República de Panamá, anteriormente un departamento de la República de Colombia desde 1821, con breves períodos de secesión por parte del istmo de Panamá.
Desde su declaración de independencia del Reino de España, el 28 de noviembre de 1821, Panamá se unió voluntariamente a Nueva Granada, nación que integraba junto a Ecuador y Venezuela la Gran Colombia en el entendimiento que se conservaría autonomía de gestión económica y administrativa.
En algunas ocasiones, militares en el territorio istmeño, conocido como Departamento del Istmo bajo el centralismo o Estado Soberano de Panamá bajo el federalismo, habían intentado separarse, independizarse del gobierno colombiano o autogobernarse de facto, siendo las más importantes en 1830, 1831 y 1832; entre tanto posteriormente hubo revueltas populares en Colombia (de hecho 6 guerras civiles en 82 años). En 1840 y por un año se estableció el Estado del Istmo, haciendo una clara constancia de que se reincorporaría a la Nueva Granada si esta adoptaba el régimen federal; y durante parte de la Guerra de los Mil Días (1899-1902), conflicto civil que devastó a Colombia, nación a la que entonces pertenecía Panamá, aunque en estado de rebelión, pues muchos de sus líderes luchaban en contra del gobierno conservador y a favor del Partido Liberal Colombiano.11 12 Posteriormente en 1850 y 1868 también se desvinculó el Istmo de Colombia, pero una efectiva acción colombiana con apoyo armado de Estados Unidos, restituía el territorio al país, invocando el Tratado Mallarino-Bidlack.
A petición del Presidente Marroquín de Colombia, el ejército de Estados Unidos acantonado en los puertos terminales del Ferrocarril, intervinieron y cesaron la Guerra de los 1,000 Días, instando a los contendores a abordar el acorazado Wisconsin, en donde se redactó y finalmente fue firmado un tratado del mismo nombre que puso fin a esta guerra. Sin embargo, el General Victoriano Lorenzo, indígena, guerrillero, panameño y liberal, se negó a aceptar sus términos y fue fusilado el 15 de mayo de 1903.
El 25 de julio del mismo año, la imprenta que publicaba el periódico “El Lápiz” fue asaltada por orden del comandante militar de Panamá, el General José Vásquez Cobo, hermano del Ministro de Guerra colombiano, como consecuencia de la narración detallada del fusilamiento y sus protestas. Este suceso contribuyó a aumentar la desconfianza de los liberales panameños hacia el régimen conservador colombiano y a que se unieran a la causa separatista.
Finalmente, la firma en enero de 1903 del Tratado Herrán-Hay entre Estados Unidos y Colombia para finalizar la construcción del canal, el cuál luego no fue ratificado por el senado colombiano por una votación mayoritaria en contra el 12 de agosto de 1903, dio un último ímpetu a los deseos de los separatistas panameños. Ante estas circunstancias, Estados Unidos, en lugar de mantener una posición neutral, apoyó a los separatistas panameños en miras a la construcción del canal en el istmo.
José Domingo De Obaldía sería nombrado gobernador del Istmo, este cargo ya lo había desempeñado con anterioridad; pero él se sentía inclinado hacia la idea de la separación.
José Agustín Arango, político istmeño, empezó a trabajar en secreto en la preparación del movimiento separatista. Una junta revolucionaria clandestina se formó en torno suyo para planificar una revolución destinada a consolidar la separación del Istmo de la soberanía colombiana, para negociar directamente con Estados Unidos la construcción del canal. La red conspirativa estaba conformada aparte del propio Arango, por Manuel Amador Guerrero, médico; Nicanor de Obarrio, militar y general del ejército colombiano y por otros como Ricardo Arias, Federico Boyd, Carlos Constantino Arosemena, Tomás Arias y Manuel Espinosa Batista. Pero la parte operativa, la de mayor riesgo, le tocó a Amador Guerrero, quien viajó a Estados Unidos en busca de apoyo para el plan, ya que las fuerzas norteamericanas habían ayudado en el pasado al ejercito colombiano. También obtuvo en Panamá el apoyo de importantes jefes liberales y el apoyo del comandante militar Esteban Huertas.
Con todos estos apoyos, se concertó la puesta en marcha del plan separatista para un día no definido del mes de noviembre de 1903. Sin embargo, un rumor generado en Colombia estuvo a punto de dar al traste con el plan. Informes recibidos daban cuenta de una supuesta invasión nicaragüense al Istmo por la región de Calovébora, sobre la costa norte panameña. Este informe, y los rumores insistentes sobre algo que se tramaba en Panamá, hicieron que Colombia movilizara al Batallón Tiradores desde Barranquilla. El comandante de ese batallón traía secretamente instrucciones para reemplazar a José Domingo De Obaldía y al general Esteban Huertas, en quienes ya no se confiaba en Bogotá.
El Batallón Tiradores, al mando del general Juan B. Tovar y Ramón G. Amaya, llegó a la ciudad de Colón en la mañana del 3 de noviembre de 1903. No tuvo problemas para desembarcar, pero su transporte hacia la ciudad de Panamá sufrió muchos contratiempos por la complicidad de las autoridades del Ferrocarril Transístmico con los conjurados, entre ellas el superintendente norteamericano J.R. Shaler. Después de muchas excusas, el Estado Mayor pudo desplazarse hacia la capital. En Colón quedó la tropa bajo el mando del coronel Eliseo Torres.
Una vez llegados a ciudad de Panamá, Juan B. Tovar y sus otros
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