PLANES DE SAN LUIS, AYALA Y GUADALUPE

PLANES DE SAN LUIS, AYALA Y GUADALUPE

El movimiento armado de la Revolución Mexicana tuvo diferentes etapas, que se distinguen por la formulación de Planes políticos que establecían los objetivos y lineamientos del movimiento. Los más importantes, dada su trascendencia histórica, son el Plan de San Luis Potosí, el Plan de Ayala, y el Plan de Guadalupe.

PLAN DE SAN LUIS.

El Plan de San Luis es el manifiesto que el 5 de octubre de 1910 Francisco I. Madero dirige a la nación para iniciar la Revolución. Desde su exilio en San Antonio, Texas, Madero contó con el apoyo de Federico González Garza y Roque Estrada, y el periodista Juan Sánchez Azcona, para la redacción del documento que inspiraría el movimiento revolucionario.

“El gobierno actual, aunque tiene por origen la violencia y el fraude, desde el momento en que ha sido tolerado por el pueblo, puede tener para las naciones extranjeras ciertos títulos de legalidad hasta el 30 del mes entrante que expiran sus poderes; pero como es necesario que el nuevo gobierno dimanado del último fraude no puede recibirse ya en el poder, o por lo menos se encuentre con la mayor parte del pueblo protestando con las armas en la mano, contra esa usurpación he designado el domingo 20 del entrante noviembre, para que de las seis de la tarde en adelante, en todas las poblaciones de la República se levanten en armas”.

El Plan de San Luis enarbolaba la No Reelección como principio supremo, y convocaba a que el pueblo se levantase en armas el 20 de noviembre de 1910 declarando nulas las elecciones y desconociendo a Porfirio Díaz como Presidente de la República, y otorgando el mando a Francisco I. Madero de manera provisional. Asimismo, contemplaba el restituir a los campesinos las tierras que les fueron arrebatadas por los hacendados, y reconocía los acuerdos y tratados signados por el Gobierno Mexicano hasta antes de la fecha de inicio de la Revolución.

“Conciudadanos:- No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombre libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria”, SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN. Francisco I. Madero.

El Plan de San Luis está conformado por una Introducción, 11 artículos, 4 artículos transitorios, y una conclusión política.

En la Introducción, Madero y sus correligionarios plasman su opinión y perspectiva de los acontecimientos recientes, desde el encarcelamiento de Madero, hasta las condiciones de legalidad y legitimidad en las que se llevaron a cabo los comicios.

“Yo he comprendido muy bien que si el pueblo me ha designado como un candidato para la presidencia, no es porque yo haya tenido la oportunidad de descubrir en mí las dotes del estadista o del gobernante, sino la virilidad del patriota resuelto a sacrificarse si es preciso, con tal de conquistar la libertad y ayudar al pueblo a librarse de la odiosa tiranía que lo oprime.”

Madero se reconoce no como el gobernante ideal, sino como el necesario. No como producto final, sino como elemento del proceso cambiante de democratización de nuestro País. Califica como Tiranía el régimen porfirista, porque limita la participación del pueblo en la toma de decisiones.

En su articulado, Madero plantea el desconocimiento a Díaz y al proceso electoral que los erigió como presidente una vez más. Asimismo, menciona la restitución de las tierras expropiadas, pero no hace referencia al tiempo o la forma en la que se hará, aunque sí habla de una indemnización.

El Plan de San Luis propone que el principio de No Reelección debe ser añadido a la Constitución, y proclama a Madero como Presidente Provicional,y se compromete a celebrar elecciones una vez que triunfe la revolución, y dice entregará cuentas transparentes en la duración de su encargo. De la misma manera, manifiesta cuál es la conducta que debe observarse tanto por parte de los cuerpo armados insurgentes, así como por los oficialistas, que al final responderán ante el gobierno provisional.

Podríamos decir que el Plan de San Luis triunfó con la deposición de Porfirio Díaz y el ascenso al poder de Francisco I. Madero; pero no fue así, un año después los conflictos perduraban…

PLAN DE AYALA

El 25 de noviembre de 1911, los principales líderes campesinos del movimiento Revolucionario publicaron el Plan de Ayala, elaborado en la comunidad de Ayoxustla en Puebla. Fue una respuesta enérgica a la tibieza con la que se había conducido Francisco I. Madero como presidente, así como por su “falta de entereza y debilidad suma” para dar respuesta a las demandas sociales.

En el documento, los firmantes señalan que Madero no cumplió con lo planteado en el Plan de San Luis, además de hacer callar a través de las bayonetas, las voces que exigen cumplimiento a las promesas de la revolución. El Plan de Ayala dice que Madero traicionó a aquellos que le dieron su confianza, y que después los trató como bandidos y rebeldes por sólo exigir aquello que se les prometió.

Básicamente, el Plan de Ayala exige el cumplimiento del Plan de San Luis, “con las reformas que ha creído conveniente aumentar en beneficio de la Patria Mexicana.”

Resulta interesante ver que el Plan de Ayala coloca a Francisco I. Madero en la misma posición que Porfirio Díaz ocupa en el Plan de San Luis al decir que traiciona el principio de Sufragio Efectivo, No Reelección “ultrajando la fe, la causa, la justicia y las libertades del pueblo”.

Pone especial énfasis en el tema del reparto de tierras, ya que dicen se les dio preferencia a los hacendados porfiristas y se mantiene la injusticia que se vive puesto que los campesinos no tienen beneficios ni de lo que siembran ni de la tierra que trabajan, de la cual no son propietarios.

Destaca también el nombramiento de Pascual Orozco como jefe de la Revolución Libertadora, y sólo en caso de que éste no acepte el cargo, será Emiliano Zapata quien lidere el movimiento. Otro de los puntos de coincidencia con el Plan de San Luis, es la incitación al pueblo al uso de las armas con el fin de lograr el triunfo del Plan.

Esencialmente, el Plan de Ayala retoma el Plan de San Luis y le hace algunas adecuaciones y observaciones, poniendo énfasis en el reparto agrario y en el desconocimiento de Francisco I. Madero como

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