PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN DE EDUCADORES BÁSICO CURRICULAR HISTORIA Y GEOGRAFÍA DE VENEZUELA
Enviado por the_panchopancho • 14 de Marzo de 2012 • 7.538 Palabras (31 Páginas) • 1.438 Visitas
Introducción:
Abordar la Historia y Geografía de Venezuela implica desaprender, y aprender a aprender, donde los saberes pasan a jugar un rol fundamental en las prácticas metodológicas que conllevan a reflexionar, analizar y comprender los procesos históricos del país y la incidencia de nuestra geografía para un cambio de aptitud frente a la dinámica político, económico-social y cultural que transciende los muros académicos para propagarse e insertarse en la localidad, comunidad, y en el ámbito regional, nacional e internacional. De allí que el Programa Nacional de Formación de Educadores (PNFE) contempla en sus Básicos Curriculares la Historia y la Geografía de Venezuela como una de las vías que contribuirá en la transformación del nuevo docente, la nueva ciudadanía, bajo los preceptos filosóficos de la Educación Bolivariana.
Justificación:
El conocimiento del proceso histórico, vivido desde los primeros momentos del poblamiento de estas tierras, llamada muchos siglos después América y específicamente Venezuela, resalta como factor ineludible, comprender el espacio-temporal de lo que hemos venido siendo, de lo que somos hoy y, en definitiva, de lo que pretendemos ser como organización social, política, económica, educativa, en suma, cultural; todo en el marco de las transformaciones que adelanta nuestro gobierno nacional.
La fortaleza que se desprende al asumir el estudio de nuestra geografía y nuestra historia, radica en internalizar sobre: Quiénes somos como cultura; qué criterios definen nuestra identidad y diversidad hoy; y esto no es posible sin un conocimiento de estas disciplinas, no como un compedio de conocimientos generales, sino como una necesidad en la formulación de un nuevo proyecto nacional comprometido con una nueva ciudadanía corresponsable de su quehacer y devenir.
Consideramos que las condiciones están dadas como nunca antes para un cambio estructural, donde la educación constituya un eje conductor y consolidador de los mismos. Una educación que incorpore el conocimiento histórico y geográfico reflexivo, que nos inspire un nuevo modo de pensar; nos motive a redescubrinos y recrearnos; en una sociedad que aproveche el máximo su creatividad y que conciba una ética para el irrenunciable propósito de inclusión social. Que nos abra posibilidades de tener a hombres y mujeres venezolanas como argumento de todo propósito identitario, de cambio hacia una sociedad más justa, más humana, más equitativa, mas centrada sobre sus propios recursos geohistóricos; esto es, la relación armoniosa entre hombres, contextos y saberes.
Es así como se requiere un profesional que vincule e integre la educación como factor al servicio de la sociedad en el proceso de refundación de la República, que actúa e interactúa con el todo social y que hace uso de la investigación desde un enfoque complejo, integral, dialéctico, crítico y transformador. Que reivindique al Estado democrático y social de derecho y de justicia social, tal como lo refleja la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:
“El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.”
En tal sentido, abordar el hecho geohistórico de nuestra realidad que es Venezuela, implica analizar las estructuras ideológicas, políticas, sociales, económicas, y culturales, no como una suerte cronológica de hechos o acontecimientos independientes unos de los otros, sino como el fraguado y consolidación de una sociedad que se valora multicultural, pluricultural, solidaria, responsable, participativa y protagónica; con posibilidades de relacionar y conectar diversos acontecimientos con nuestra realidad y con la formación educativa.
Es ineludible e impostergable que el futuro maestro de la República Bolivariana de Venezuela en general y el egresado del PNFE en particular conozca la historia y la geografía del país desde un nuevo enfoque, que le permita analizar la realidad venezolana desde una óptica renovada donde el y sus futuros participantes sean protagonistas, a partir de su reconocimiento en cada uno de los procesos vividos en Venezuela y que le dieron forma al país con fortaleza transformadora y no como el vencido y subyugado. Un maestro que se sensibilice y sensibilice a sus futuros estudiante ante una nueva realidad por abordar, en este caso particular la formación del nuevo ciudadano que requiere el país, hecho este que debe asumir a través del conocimiento global de la historia y la geografía venezolana desde tiempo prehispánicos hasta el presente, con el objeto de proveerse de herramientas que le permitan abordar y transformar sus realidades a través de proyectos que lo definan en su localidad, comunidad, región y país, dando a lo particular y lo general el peso específico que le corresponda, reconociéndose y reconociendo al otro, en una dinámica local, regional, nacional y mundial, donde los valores positivos: ¿quien soy? y ¿que quiero? no lo aíslen del mundo, sino que lo proyecten en él.
Abordar el conocimiento de la historia de Venezuela requiere en el contexto nacional e internacional, tener presentes variables importantes que hace del país blanco de políticas internacionales dirigidas a penetrarla ideológicamente: una de ellas es la posición geoestratégica -en el norte de América del Sur-, y sus innumerables riquezas naturales.
Para un participante de PNFE, el reto asumido es grande, en tanto que él va a forjar en sus futuros participantes el sentido de pertenencia identidad histórica y geográfica dentro de la diversidad de la que formamos parte. Fortaleciendo los cimientos de la Nueva República a partir del conocimiento del proceso Venezolano como el arma defensiva ante la penetración foránea que ha desdibujado nuestro sentir societario en el proceso de globalización.
En el contexto de la globalización, el fenómeno cada día más dilapidador es la transculturación, visto como un esquema homogenizante de los patrones de comportamiento del venezolano, en su sentir y hacer, desligándolo de su especificidad como pueblo creador de una cultura y una historia rica en elementos contrastantes, conformado con los aportes de las culturas originarias y las venidas de otras latitudes: europea y africana, que configuraron un pueblo con un modo de vida específico.
De
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