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Perfil Y Manifestacion De La Literatura Espanola


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2013  •  21.436 Palabras (86 Páginas)  •  390 Visitas

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ORIGENES DE LA LITERATURA ESPAÑOLA

1. INTRODUCCIÓN

Uno de los asuntos fundamentales en los primeros textos de la literatura española, es el que relaciona con la presencia con la cultura oriental (judía, y sobre todo, árabe). El árabe con su lengua, su religión y su forma de asumir la vida, se encuentra en las obras de la literatura española como autor o personaje. En su rol como personaje, el árabe aparece como el invasor de Don Rodrigo, el rey visigodo, y también, como el usurpador a vencer en las gestas del Cid. Árabes y judíos se encuentran entre los primeros autores que registraron en forma escrita la lengua de Castilla, mediante estrofas de canciones conocidas como jarchas. Además, el estilo y la temática de la poesía oriental contribuyeron a formar el arte de los trovadores, así como los villancicos de los siglos XII y XIII.

2. CONOCIMIENTOS PREVIOS

Reconozcamos aspectos importantes de la Hispania medieval, historia, ubicación geográfica, creencias, tradiciones, clases sociales, entre otros aspectos.

3. CONCEPTOS BÁSICOS

Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias lenguas: latín, un romance hispánico y euskera medieval, entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino. Su nombre se debe a que fueron compuestas en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, perteneciente a la Comunidad Autónoma de La Rioja y por aquel entonces parte del Reino de Navarra, situado en la zona donde no se habló castellano hasta siglos después.

Glosas Silenses

Las Glosas Silenses son comentarios en lengua romance peninsular realizados por copistas medievales en los márgenes de un texto en latín. Datan de finales del siglo XI y, al igual que las Glosas Emilianenses o los Cartularios de Valpuesta, su finalidad es aclarar los pasajes oscuros del texto latino. Se encontraron en el archivo del monasterio de Santo Domingo de Silos, de donde procede su nombre, en la Provincia de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León.

Jarchas

Una jarcha es una composición lírica popular de la Hispania musulmana, que constituía la parte final de la moaxaja, de la que existen ejemplos desde el siglo X-XI. Las jarchas están compuestas en dialecto hispanoárabe coloquial, o en la lengua romance que utilizaban los andalusíes, impropiamente llamada mozárabe. Fueron escritas por poetas cultos árabes y judíos que tomaban como modelo la lírica románica tradicional. Pudieron recogerlas del folclore popular, o bien adaptarlas a sus necesidades métricas (pues debían integrarse en la moaxaja) o bien componerlas de nueva creación, a partir de moldes tradicionales. Su importancia radica en que son el documento más antiguo que se conoce de poesía en lengua romance.

Jarcha en mozárabe

¡Tant' amare, tant' cuitado

habib, tant amare!

Enfermeron olios nidios,

e dolen tan male.

Traducción al castellano

¡Tanto amar, tanto amar,

amado, tanto amar!

Enfermaron [mis] ojos brillantes

y duelen tanto.

Jarcha en mozárabe

Amanu ya habibi,

al washa me no farás

bon, becha me boquella

eu se que te no irás.

Traducción al castellano

Por favor, amigo mío,

no m dejes sola.

Hermoso, besa mi boquita:

yo sé que no te irás.

Moaxaja

La moaxaja (del árabe muwashshaha; o muwassaha, que significa "adornado con un cinturón de doble vuelta") es una composición poética culta propia de la España musulmana. Aunque las primeras referencias escritas a ella se remontan al siglo IX, se cree que existía desde antes.

Moaxaja de Yusuf

Esta noche, el secreto

de las estrellas, pesa en los sentidos

de la amante, y la invita

a susurrar su queja

al amigo que escucha

apoyado en la amable celosía:

Amo a Yusuf, el de los ojos negros,

de la rauda palabra,

de la sonrisa llena de promesas

y osadas sugerencias, tentaciones

que me hacen retirarme ruborosa

a mi balcón cerrado.

A ti, amigo,

que sabes recoger mi confidencia,

a ti te cuento todo:

Yusuf ha trastornado mis días y mis noches

pero ya no lo veo por mi calle.

Añoro sus cantares

y su gallardo andar.

Al escucharlo estallo

en una risa nueva, incontenible

como la dicha que el Creador ha dado

a bienaventurados y elegidos.

El me mira y sonríe

pero a poco se esfuma

sin contemplar mis lágrimas que brotan

cuando lo veo alejarse.

La gracia de Yusuf es tan preciosa

como mil bendiciones, su mirada

me hace temblar, y temo despojarme

del pudor que protege a la doncella

y lanzarme en sus brazos y decirle:

«¿Acaso no comprendes que te aguardo

y que te pertenezco?»

Amigo, me consumo

por lo que no recibo,

un beso de Yusuf sería mi muerte

y mi vida a la vez.

No sé cómo decirle con miradas

lo que callan mis labios,

pero Yusuf ha huido de mi puerta.

Temo que este dolor devore mi alma

y acabe con mis días,

porque sé que Yusuf teme mi encuentro

aunque ha puesto sus ojos muchas veces

en mi rostro y mi cuerpo tembloroso.

Quizás le han dicho que se perdería

si amara a una cristiana

de ojos azules y cabellos sueltos

que reciben el beso de la lluvia y el aire

y que lee los libros de los sabios.

Dile a Yusuf que el Creador nos hizo

semejantes a todos,

que Su Ley no conoce diferencias

entre pueblos y razas. Que el Profeta

aceptó los consejos de Khadija,

que no escuche a quien llena su corazón de dudas,

que si ronda mi puerta nuevamente

la encontrará entreabierta.

Oh, Yusuf, mi señor,

esta triste gacela padece por

...

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