Poder y resistencia en América latina

Poder y resistencia en América latina

Para Weber el poder es la posición que se tiene para realizar su propio deseo, a pesar de las resistencias, Para Tawney y Parsons es la imposición de la propia voluntad sobre otras personas, es la influencia o capacidad  que un individuo o un grupo de individuos tienen para modificar la conducta de otros  a pesar de la resistencia, partiendo de castigar a aquellos que se muestren insatisfechos o de una manera aparentemente voluntaria de doblegarse ante dicho poder.

 Según estos sociólogos se da a entender que el poder es una imponencia de la voluntad propia que cuando ya no denota “democracia”, se torna un sistema de dominio de la masa, donde los intereses principales del pueblo se ven afectados por la facultad y condición que tiene dicho poder; es aquí donde se genera una resistencia del pueblo hacia estos puesto que se oponen a las acciones que van en su contra, tomando espacios y situaciones para demostrar el inconformismo hacia estos.

 Un ejemplo claro es la manifestación de inconformismo de los pueblos indígenas en Ecuador hacia una expansión minera en sus territorios la cual se debe a que solo se ve por la ganancia económica   que se tendrá y no por los posibles daños a estas comunidades  generando así una resistencia, esto no solo se ve reflejado en la destrucción cultural, también en los  campos políticos y económicos.

América latina ha pasado por crisis financieras donde aquellos con más poder se aprovechan de la clase trabajadora, con impuestos y más horas de trabajo por menos paga, con dictaduras; el desarrollo con implementación de sistemas de derecha los cuales retoman el antiguo régimen de la edad media una burguesía pero en este caso compradora como se observo hacia 1926 en Perú; dicha burguesía obteniendo ventajas al implementar el sistema neoliberalista, dicha implementación se pudo ver el la dictadura de Pinochett en Chile, pero este sistema solo trajo el comienzo de las primeras crisis económicas (México, 1995 ; Brasil, 1999 ; Argentina, 2001), en efecto  esto se debe a nuestro contexto de desarrollo histórico, lo que trajo la posguerra fue darle importancia al campo político dejando de lado los demás así  generando resistencia al poder;  a lo largo de la historia se han dado un sinnúmero de manifestaciones culturales, religiosas y  sociales de toda clase de individuos mostrando su inconformidad a las decisiones que se toman por ellos, llevándolos a la pérdida de identidad aceptando la vulnerabilidad que esto conlleva.

Desde mi punto de vista el poder en América latina solo ha causado estragos, ha sido una excusa más para ejercer dominio y control, por lo tanto las decisiones que se han llevado a cabo solo han traído consecuencias para el pueblo generando pobreza, hambruna y  desplazamientos; aunque con las resistencias se han logrado muchos avances paulatinamente, pero no reduce el exceso de poder, actualmente la mayoría del pueblo no pelea por sus derechos, por lo que en verdad necesitan ya sea porque no lo saben o porque los callan o los desparecen, pero si el pueblo se levantara contra el gobierno, contra todas aquellas injusticias quizá todo sería diferente;  viendo así que el poder y la resistencia no desaparecerán debido a que siempre alguien querrá tener el poder total y alguien que no esté de acuerdo con esto.

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