Política exterior de Alemania 1830 - 1905

En 1890 se da un quiebre total con la política general en Alemania. Con la toma de poder por parte de Guillermo II, quién decide fervientemente romper con la política aplicada por Otto von Bismarck; con esta nueva dirección diplomática, Alemania tuvo un gran crecimiento, tanto a nivel externo como interno. Para Guillermo II, Alemania no debería estar limitada a la patria, y para lograr esto el dominio Alemán debía extenderse a través de todo el mundo con la ayuda de su desarrollo industrial y financiero; en palabras del historiador Zorgbibe la Alemania de Bismarck, es decir, la Alemania de las provincias rurales del este, cuna de la unidad y de los grandes señores pomeranios, se borra ante la de Guillermo II, la Alemania de la Weltpolitik, con empresarios renanos y negociantes hanseáticos. Con ambiciones a escala planetaria, sed de prestigio y voluntad de poder.

El principal deseo de Guillermo II era hacer de Alemania una potencia naval y colonial, durante este período a estudiar fue aconsejado por Friedrich von Holstein y por Bernhard von Bülow, secretario de Estado de Asuntos Exteriores en 1897, luego Canciller del Imperio en 1900. Alfred von Tirpitz, comandante de la Marina Imperial a partir de 1897, cuyos objetivos eran crear en un plazo de 16 años una flota marina capaz de competir con la flota británica en el Mar del Norte. El objetivo final era forzar a Reino Unido a permanecer neutral en caso de una guerra continental en dos frentes. Alemania entendió que para asegurar su lugar, debía enfrentarse a Gran Bretaña y que claramente esta respondería, basándose en el caso anterior contra Francia, podría responder con una coalición o bloqueo continental; pero a diferencia de la Francia de Napoleón, Alemania no buscaba eliminar por completos a Gran Bretaña, sólo asegurar su lugar como potencia en el próximo concierto, que ahora sería mundial y no netamente europeo.

Además, siguiendo el planteamiento de Paul Kennedy en su texto, luego del concierto Europeo y los tratados de libre comercio, la inversión industrial y comercial a largo plazo estimuló la economía de las grandes potencias. A su vez, la tecnología derivada de la Revolución Industrial comenzó a producir un impacto sobre el arte de la guerra militar y naval, la misma fue tan exponencial que, a diferencia de la primera Revolución Industrial, esta vez, no solo se limitó a lo industrial, también se vio reflejado en el área militar y comercial. Sin duda alguna, uno de los mayores puntos a favor, que permitieron el gran desarrollo Alemán, además de su excelente ubicación geográfica, era que provenía del antiguo sistema de Estados Europeos.

Según lo expuesto por Barraclough, para los nuevos autores Alemanes, luego de 1890 la ampliación de la base económica era un medio esencial para asegurarle un puesto directivo en la constelación internacional, que parecía estar reemplazando entonces al antiguo equilibrio europeo de poder.

Es notorio que Alemania buscó su poderío sobre Europa, pero tomando en consideración que para la época el tablero internacional había dado un cambio total, y ahora se comenzaba a hablar de una política mundial, en la que los diferentes continentes y las colonias existentes en ellos debían ser tomadas en cuenta; pese a que las decisiones centrales seguían siendo tomadas en el continente Europeo. Así que Alemania buscaba su dominio sobre el continente Europeo para lograr la libertad de participar en la política mundial. No obstante, un claro punto a favor y a su vez, en contra, era que al encontrarse geográficamente en el centro del continente, las diferentes potencias comenzaban a analizarla y su crecimiento comienza a amenazar a las grandes potencias y a crear recelo dentro del tablero internacional.

Según lo expuesto por Renouvin en su texto, Alemania, mediante los tratados celebrados en 1889, 1902 y 1903, se aseguró puntos de aplicación esenciales dentro de los repartos de influencia y una ventaja económica considerable con la concesión de un Ferrocarril que debía enlazar el Ismidt, en el Bósforo, con Bagdad por Ankara, Adana y Mosul, así como varias conexiones con Siria, Armenia, los confines de

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