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Introducción

“Los orígenes sociales y políticos de la Revolución están ex presados en los artículos 27 y 123 de la Constitución mexicana de 1917. Estos dos artículos son la esencia de la revolución en lo tocante al campesinado y la clase obrera, respectivamente. Si se consideran en relación con la sociedad mexicana de 1910, representan un pensamiento social avanzado. De hecho, había tanta distancia entre sociedad y legislación que estos artículos llegaron a constituir la meta de la mayor parte de las futuras luchas campesinas y obreras. La mayoría de las organizaciones que de éstas resultaron fueron asimiladas al Partido Revolucionario Institucional, partido político dominante desde 1929, aunque con nombres diversos Aunque la Presidencia de la República le fue arrancada electoralmente al PRI en el 2000, este partido sigue teniendo una mayoría en el Congreso y entre los gobernadores del país, y sigue controlando al grueso de las organizaciones corporativas de obreros y campesinos. Más específicamente, el artículo 27 fue resultado de un arreglo al que llegaron en 1917 dos facciones políticas importantes, dirigida una por Álvaro Obregón y la otra por Venustiano Carranza. Estas dos facciones representaban a los constitucionalistas y su objetivo era despojar de sus demandas originales a las facciones campesinas revolucionarias más radicales dirigidas respectivamente por Emiliano Zapata y Francisco Villa .Mediante esta maniobra táctica, los radicales perdieron la última batalla política en contra de los constitucionalistas reformistas, lo que se sumó a la derrota militar de los ejércitos tanto de Villa como de Zapata. Así pues, la Constitución de 1917 señaló el nacimiento de un nuevo régimen reformista a partir de una sangrienta revolución.

La Revolución mexicana fue un proceso social costoso en el que perdieron la vida un millón de personas. Quienes salieron favorecidos no fueron los que más sacrificaron. La Revolución ayudó sobre todo a la burguesía agraria del norte, no a los campesinos que habían sido la fuerza revolucionaria principal.”

Políticas agrarias de los regímenes priístas

“A mediados de los años sesenta, la agricultura mexicana entró en un periodo de grave crisis del cual todavía no se recupera y que dio como resultado altos grados de diferenciación social. En nuestros días, son pocos los agricultores con la preparación adecuada para competir con las normas internacionales de mercado. Así que podría esperarse que sobrevinieran tremendos desafíos para el semiproletariado agrícola mexicano en la era del TLCAN. Para el Estado, el principal reto sigue siendo político, en la medida en que las nuevas políticas han disuelto de facto y constitucionalmente las bases de la antigua alianza entre el Estado y los campesinos.”

El movimiento campesino debe de considerarse en las ultimas décadas como una lucha por la democracia, ya que forma parte de una corriente más amplia, con un proyecto de país contrario al del partido en el poder, impuesto a pesar de no obtener la mayoría de los votos en las elecciones de 1988.

Luis Echeverría Álvarez:

El movimiento campesino llego a la cima cuando se realizaron levantamientos y tomas de tierras lo que llevó al surgimiento de batallas regionales de composición mixta.

En los setenta en el campo, las organizaciones que no estaban de acuerdo fincan su identidad en su independencia del PRI, proclamándose así independientes, esto marca una línea entre 1970 y 1988 que divide el campo entre dos partes del movimiento campesino:

• El independiente

• El oficial corporativo.

Esta crisis del movimiento en los setenta es consecuencia tanto de la situación económica como por la crisis de las organizaciones (CNC, CCI y otras atadas al PRI) y por los espacios abiertos por la política neopopulista y agrarista del gobierno de L. Echeverría.

En 1979 nació la Coordinadora Nacional del Plan de Ayala (CNPA) el lema “hoy luchamos por la tierra, mañana por el poder". Su objetivo era la solución de los problemas agrarios y estaba compuesta por campesinos pobres con o sin tierra, jornaleros y solicitantes de tierra.

Poco tiempo después el lema tuvo que tener una transformación esto gracias a las respuestas negativas a las demandas planteadas, la resistencia de la política agraria y la presión el lema inicial "hoy luchamos por la tierra, mañana por el poder, se transformó en "Hoy luchamos por la tierra y también por el poder".

Es importante recalcar que esta no fue la primera vez en la historia agraria de México que campesinos organizados buscaron trascender la política agraria para transformar la injusticia de la estructura agraria o enfrentar políticas pro-empresariales que afectaban no sólo sus intereses sino los de la país. Al final de los cuarenta surge entonces la UGOCM en el noroeste del país representaba una respuesta a la política alemanista.

En 1963 surge La Central Campesina Independiente en el contexto del Movimiento

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