Porfirio Diaz Y Jose Vasconcelos
Enviado por Marifer1810 • 16 de Noviembre de 2012 • 2.633 Palabras (11 Páginas) • 1.325 Visitas
Porfirio Díaz: el proyecto modernizador
Después de sus hazañas contra la intervención francesa, Porfirio Díaz era un militar popular, poderoso y con ambiciones políticas. Cuando Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada se reeligieron, Díaz se levantó en contra de ellos al grito de no reelección, primero con el Plan de la Noria y luego con el Plan de Tuxtepec. Conquistó el poder en 1877 gracias a su victoria en la batalla de Tecoac. Las elecciones para presidente de1878 casi resultaron mera formalidad, pues Díaz ganó con el 97 % de los votos. El primer objetivo de su gobierno fue pacificar al país y eliminar a los rivales políticos más poderosos. No dudo en ejecutar a los levantados en su contra y exiliar a los enemigos más molestos; también hizo cambios en las Cámaras para lograr un Congreso difícil al poder ejecutivo.
Logró el reconocimiento de Estados Unidos, Alemania, Italia, España y Francia, las potencias económicas de entonces. Años de relativa paz permitieron el crecimiento de la industria, la minería y los ferrocarriles, así como de los latifundios y del número de peones. En 1880 Díaz, fiel aún al lema de “no reelección”, apoyó a Manuel González como candidato a la presidencia. González fue la cabeza de un gobierno derrochador que gastó las reservas monetarias del país, sin embargo, hubo algunos logros, como la reacción del Banco Nacional de México y el crecimiento de la red ferroviaria. Después de este régimen, el único personaje viable para la silla presidencial era, de nuevo, Porfirio Díaz, quien se reeligió con una votación casi unánime. Había surgido el poder que gobernaría a México durante los siguientes 27 años.
Los antecedentes y la personalidad de Porfirio Díaz
Porfirio Díaz nació en Oaxaca el 15 de Septiembre de 1830; fue seminarista y estudiante de Derecho antes de participar en la vida política. En 1846 se inició en la Guardia Nacional para combatir la invasión estadounidense, pero no intervino en la lucha. Destacó por su oposición a la dictadura de Santa Anna y por su adhesión al Plan de Ayutla. Fue jefe político del Distrito de Ixtlán y gobernador de Tehuantepec, regiones de su estado natal.
Díaz colaboró con los liberales en la Guerra de Reforma; combatió contra la intervención francesa y el imperio; intervino en la Batalla del 5 de mayo de 1862 y un año después participó nuevamente en la defensa de Puebla, que cayó en manos de los franceses. En esta batalla cayó prisionero, pero logro escapar. El 2 de abril de 1867 ocupó Puebla y el 21 de junio, la capital de la República, estos hechos precipitaron la derrota definitiva de las fuerzas franco mexicanas que apoyaban el imperio de Maximiliano.
Con el apoyo de los grupos militares, Díaz contendió por la presidencia de la República en las elecciones de1871, pero no tuvo éxito, el presidente Benito Juárez fue reelecto para el período 1872 –1876. Díaz y sus partidarios no aceptaron la derrota, se rebelaron contra la reelección de Juárez y proclamaron el Plan de la Noria, pero las fuerzas del gobierno lograron controlar la revuelta.
En la contienda electoral de 1876, Sebastián Lerdo de Tejada se reeligió como presidente de la República, Porfirio Díaz y José María Iglesias (Presidente de la Suprema Corte de Justicia) consideraron que la reelección era ilegal; intentaron, por diversos medios, que Lerdo renunciara a la presidencia.
Porfirio Díaz se levantó en armas una vez más, ahora por medio del Plan de Tuxtepec. Uno de los puntos de este Plan proclamaba el principio de “no reelección”. Las fuerzas de los sublevados vencieron a las del presidente Lerdo, quien renunció a la presidencia de la República y abandonó al país. Iglesias, debilitado y con escasas posibilidades de acceder al poder, también viajó al extranjero. Sin mayor oposición y con el apoyo de varios jefes militares, Díaz convocó a elecciones y ocupo la presidencia, por primera vez, durante el periodo comprendido entre 1877 y 1880.
La formación del régimen de Díaz y el ejercicio del poder político
Desde que Porfirio Díaz ocupó la presidencia por segunda vez (1884), su gobierno comenzó a perfilarse como una dictadura militar. A pesar de ello, Díaz trató de cumplir con algunas tradiciones republicanas, por ejemplo, no suprimió la Constitución, ni las elecciones, pero controlaba el Congreso y no toleraba la formación de partidos políticos de oposición. Las elecciones se efectuaban con el único fin de otorgar legalidad al régimen porfirista.
El mecanismo que utilizó el dictador para ejercer el poder por más de treinta años consistió en reformar la Constitución una y otra vez, según le conviniera ; así, la reelección cumpliría con los requisitos señalados por la ley. El Congreso, institución política encargada de reformar las leyes, estaba al servicio del presidente, por lo que todas sus iniciativas y sugerencias eran órdenes que debían cumplirse sin discusión.
En 1892 surgió el grupo de los Científicos, que pronto se convirtió en el más poderoso e influyente del país. Este grupo participó activamente en la formación del régimen porfirista. Los Científicos se encargaban de ejecutar las órdenes del presidente y de dirigir la administración del Estado. El grupo de los Científicos se integraba con los secretarios de Estado más cercanos a Porfirio Díaz y con los políticos con grandes intereses en las finanzas, minería, industria y otras ramas de la economía. Los Científicos conformaban el bloque del poder; sin embargo, las decisiones de mayor importancia eran privilegio exclusivo de Díaz.
Mientras se mantuvo en el poder Porfirio Díaz gobernó sin tomar en cuenta a los otros poderes de la República (el Legislativo y el Judicial); nombró a personas de su entera confianza para desempeñar los puestos de dirección de dichos poderes. Los gobernadores, senadores y diputados siguieron el ejemplo del presidente y se reeligieron varias veces.
Durante el porfiriato un elevado número de campesinos fue víctima del despojo de sus tierras a muchos de ellos se les impuso la obligación de trabajar en las haciendas. Los obreros trabajan largas y extenuantes jornadas a cambio de salarios tan bajos que todos ellos vivían en el nivel de extrema pobreza. Los periódicos que denunciaban los atropellos y crímenes del régimen porfirista eran clausurados; los periodistas padecieron persecuciones, cárcel o destierro, y varios de ellos fueron asesinados.
Los periodistas y editores de periódicos padecieron persecución y represión, muchos de ellos se sometieron al régimen a cambio de dinero. La prensa independiente fue perseguida encarnizadamente, multada y despojada de sus prensas e instrumentos de trabajo. En varios estados de la República la persecución contrala prensa libre
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