ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Pre-historia


Enviado por   •  17 de Octubre de 2012  •  2.662 Palabras (11 Páginas)  •  580 Visitas

Página 1 de 11

Prehistoria

Corresponde al período entre la población de América en general y del territorio que posteriormente correspondería a Venezuela, hasta el descubrimiento y población por los españoles a finales del siglo XV.

Evidentemente, siendo una época precisamente prehistórica, se sabe muy poco de ella. Según los estudios realizados por Rouse y Cruxent, en base a excavaciones y análisis arqueológicos, esta época se puede dividir en tres períodos: paleoindio, mesoindio y neoindio. La primera estaría comprendida entre los años 15.000 a 5.000 antes de nuestra era, en la que hubo grandes cambios climperfil_historia.htmlticos en Venezuela y en la que la habitaron cazadores de grandes animales como mastodontes y megaterios. Estos primeros moradores vivían al aire libre en pequeños grupos que acampaban y cazaban en los valles montañosos y las costas del noroeste del país.

La época mesoindia abarca entre el 5.000 y el 1.000 ac. representa un cambio en las condiciones de vida por las modificaciones del clima y vegetación que condicionaron la desaparición de los grandes mamíferos, lo que llevó a los antiguos habitantes a convertirse en recolectores y pescadores, tal como lo atestiguan los restos encontrados en las costas y las islas.

Para el período neoindio, 1.000 ac. a 1.500 dc., los antiguos habitantes de Venezuela han aprendido la agricultura intensiva y extensiva (yuca en oriente, maíz en el occidente y papa en los andes). Establecieron comunidades mperfil_historia.htmls o menos fijas con mayor cantidad de pobladores, también hubo grandes movimientos migratorios y culturales, especialmente desde el occidente (Los Andes) hacia el centro y oriente.

Población Indígena.

Historia

Los indígenas que actualmente habitan Venezuela son descendientes de aquellos primeros pobladores que llegaron a nuestro territorio hace miles de años provenientes de diferentes puntos de la tierra, principalmente de Asia. Aunque somos muy parecidos unos a otros, hay diferentes maneras de ser indígena.

Por ejemplo los Yekuana y los Warao son reconocidos como excelentes navegantes y constructores de curiaras, pero habitan en lugares distantes y sus idiomas y algunas de sus costumbres son diferentes. Los Yekuana viven en la selva del Amazonas y la Guayana venezolana donde abundan los tepuyes y nacen muchos de los ríos tributarios del Orinoco. Construyen unas hermosas y grandes casas circulares de techos cónicos llamadas churuatas.

Los Warao por su parte, habitan en el Delta del Orinoco desde hace miles de años. Allí, sobre las aguas de los muchos caños que conforman el delta, levantan sus casas encima de una estructura de pilotes. Estas casas, muy parecidas a las que construyen los Añu o paraujanos en la Laguna de Sinamaica (Estado Zulia), son las que conocemos como palafitos.

Pero para todos los pueblos indígenas, así como para el resto de los venezolanos y muchas otras sociedades, el bienestar de la familia y la educación de niños y jóvenes, es lo más importante.

De acuerdo al Censo Indígena realizado en 1992, la población indígena de Venezuela sobrepasaba las trescientas mil (300.000) personas pero algunos consideran que en realidad son más de quinientos mil (500.000) indígenas, divididos entre unas veinticinco etnias. Cuando hablamos de una etnia, un pueblo o una comunidad indígena, nos referimos a un grupo humano que posee su propio idioma, creencias y costumbres y cuyos miembros se reconocen entre sí como parientes o descendientes de un origen común.

Es importante señalar que la mayoría de nuestros pueblos y comunidades se localizan en las fronteras, en las zonas limítrofes con Brasil, Colombia y Guyana.

La Diversidad de los Pueblos Indígenas

Es difícil saber a ciencia cierta el nómero exacto de pueblos indígenas términos utilizados como sinónimos para el Censo Indígena que existen en el país o en cualquier otro país con poblaciones análogas. Después de largos cotejos y un complejo proceso de toma de decisiones, el Censo Indígena optó por incluir el total de 28 pueblos indígenas, pero ello no debe tomarse como verdad definitiva y absoluta sino como una buena aproximación práctica que permite la operatividad necesaria en un campo de actividades donde ocupa un lugar muy destacado el criterio demográfico, además del antropológico y lingüístico. De este modo es factible que para otros censos se llegue a trabajar con un nómero mayor o menor de etnias, aun en el caso de que la situación indígena global que prevalece en el país no sufra mayores alteraciones.

En efecto, sin necesidad de agregar o quitar poblaciones reales, basta con cambiar uno o varios criterios clasificatorios para que salga un nómero distinto de denominaciones étnicas. Como en cualquier hecho de alguna complejidad, los criterios son variados y en alguna medida divergentes y hasta contradictorios: autoidentificación de las personas, identificación a partir de las poblaciones vecinas o alógenas, identificaciones hechas por especialistas y conocedores, autodenominaciones y heterodenominaciones, cultura global distintiva, alguna característica colectiva particularmente destacada; pero predomina por encima de todo la llamada Identificación lingüística, es decir, el idioma o a veces la variedad idiomática empleada por determinado grupo humano, en tanto diferente o contrastante respecto de las hablas vecinas.

No resulta difícil la escogencia inicial -a-veces casi intuitiva- de la lengua como criterio fundamental de clasificación étnica. Salvo situaciones límites, es fácil establecer cortes discretos entre sistemas lingüísticos inclusive afines. De este modo, se dice que en tal comunidad la gente habla yaruró, en la otra guajibo y en la de más allá español o cualquier otro idioma. En términos contrastivos tan simples cualquier equivocación resulta imposible. Además no parece haber rasgo alguno que sea tan fácil de precisar como un hablar característico.

Sin embargo cuando se desciende a la realidad concreta surgen complicaciones que dificultan significativamente el trabajo clasificatorio, aun utilizando un criterio aparentemente tan unívoco y transparente como lo es el lenguaje. Cuando se trata de hablas muy disímiles como el yukpa y el barí, por ejemplo, no tiene que surgir ninguna duda razonable; pero en el caso de variantes dialectales de una lengua no se da una fundamentación segura para la separación de identidades étnicas, a menos que se utilicen criterios distintos de lo lingüístico. Un caso típico es el de los guajibos y los kuivas, que han sido agrupados bajo el mismo rubro de "guajibos", más exactamente como diferentes subgrupos de guajibos, por este Censo; mientras que en otros trabajos de diversa índole los kuivas aparecen; como una población

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (18 Kb)
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com