Procesos Cognitivos básicos, su enseñanza estratégica en el aula

Procesos Cognitivos básicos, su enseñanza estratégica en el aula

Existen diferentes procesos cognitivos que los alumnos utilizan al momento de aprender, y la posibilidad de usarlos de manera consciente y estratégica, debe ser enseñada y promovida por parte de los profesores, en el entendido de que cuanto más dificultades tiene un alumno para realizar su proceso de aprendizaje, más ayuda requiere por parte del profesor.

Es imprescindible unificar los esfuerzos de los docentes en el uso de un repertorio de estrategias de aprendizaje por parte de sus alumnos, para ello se debe invertir tiempo para enseñarlas; para ello se sugiere que los docentes  a) modelen cómo lo hace o se apoyen de un alumnos más aventajado y  explique en voz alta lo que hace-piensa- al realizar el proceso cognitivo; b) Proporcionen a los alumnos una guía de pasos, c)  proporcionen un tiempo para que los alumnos discutan si esa forma es pertinente para ellos mismos o requieren ajustes;  y siempre esté consciente de que los procesos cognitivos se pueden mejorar y ajustar si se practican.

Por otra parte conviene que los docentes de forma deliberada utilicen un “lenguaje de pensamiento” analizar, comparar, resumir, clasificar, comprender, determinar, etc., son procesos que habitualmente se mencionan y utilizan en el aula. Favorezcamos su uso brindando tiempo para enseñarlos y ejercitarlos, reflexionar sobre su uso y mejora.

A continuación haremos referencia a algunos procesos cognitivos que pueden  ser utilizados para favorecer el aprendizaje de los alumnos:

[pic 1]

Preguntar es un proceso cognitivo que favorece la comprensión-elaboración de información. Preguntar permite que el alumno se implique en su proceso de aprendizaje, para ello el docente debe motivarlo y enseñarle a expresar sus dudas y favorecer que el alumno pregunte a través de un clima de confianza, seguridad y libertad.

Es importante que el alumno se planteé preguntas de todo lo que estudia, y que las exprese en forma oral o escrita antes, durante y después de cualquier proceso de aprendizaje (leer, ver un video, escuchar a un compañero, al oír una exposición, al estar trabajando en equipo, en su propio estudio independiente o en la vida diaria. Para esto es necesario que alumno:[pic 2]

¿Cuándo utilizar este proceso cognitivo?

La pregunta es una herramienta cognitiva que puede ser utilizada en diversos momentos del proceso de aprendizaje, como por ejemplo, al leer un tema del libro, al iniciar, durante y al finalizar un experimento, al visitar un museo, al debatir acerca de un tema de interés para el grupo de estudiantes, al escuchar a un compañero, etc.,

Preguntar es algo que debe enseñársele al alumno y se  puede favorecer en pequeños equipos o de forma individual, colocando carteles -pegados a la pared- con preguntas a las que los alumnos pueden recurrir durante los procesos de aprendizaje, también el docente puede modelar cómo él hace preguntas a un texto que se está leyendo en clase, o a cualquier cosa que se observe, también conviene reforzar en el aula que los alumnos siempre tienen derecho a preguntar y que los demás debemos respetar las preguntas que hacen los compañeros –no burlarse de las preguntas de los demás-.

Su utilización eleva el papel y la independencia del alumno en el proceso, digamos por ejemplo, al leer podría pedirles que elaboren preguntas acerca de lo que van a leer, lo que están leyendo o lo leído, en función de las ideas principales y las secundarias, con relación a los personajes, etc.

Aprender a preguntar parte de que el estudiante interiorice este proceso cognitivo mediante la práctica con el contenido de aprendizaje, los aspectos que le permiten determinar qué y cómo preguntar acerca de algo.

Las preguntas deben estimularlo a analizar cómo es lo que estudia (sus características, sus nexos), por qué es así (sus causas) y para qué es (su utilidad e importancia), lo que permite precisar las ideas o las características esenciales y las secundarias.

A continuación se proponen mini guías para elaborar preguntas de cada uno de los tipos mencionados.

1. Cuestionar metas y propósitos. Cualquier texto, exposición, actividad o tema, tiene un propósito u objetivo. Y aunque muchas veces pueda suponer los objetivos o propósitos de un tema o actividad, es conveniente que si no lo aclaró el profesor o el libro preguntes; para ello puedes utilizar preguntas como estas:  

•                 ¿Qué tratamos de lograr aquí?  
•                 ¿Cuál es nuestra meta o tarea principal en este curso?  
•                 ¿Cuál es el propósito de esta reunión, lectura, actividad, exposición o  tarea?  
•                 ¿Cuál es nuestro objetivo principal? ¿Qué otras metas necesito considerar?  
•                 ¿Por qué escribo esto? ¿Quién es nuestro público? ¿Sobre qué los queremos  convencer?
• ¿Qué objetivo tengo yo?  

¿El objetivo del autor es? ¿qué quiere lograr el profesor con esta actividad? ¿Estoy logrando el objetivo propuesto?

No olvides establecer metas u objetivos al  comenzar cualquier actividad y recuerda que también lo puedes hacer en cualquier momento de tus tareas o actividades.

• 2. Cuestionar las preguntas. Muchas veces nos hacen preguntas y no logramos comprenderlas rápidamente, cuando eso le pase, usted puede decirle a a quien le preguntó que no ha comprendido del todo la pregunta y apoyarse de éste tipo de preguntas:

1.                 No estoy seguro de comprender exactamente la pregunta. ¿Puede explicarla?  
2.                 Entendí su pregunta de esta manera... ¿Está de acuerdo o cómo me puede ayudar a entender su pregunta?

1. ¿Es esta pregunta la mejor pregunta en este momento, o existe otra pregunta más  importante que necesitamos enfocar?  

1.                 ¿Debemos hacer la pregunta (problema, asunto) de esta manera... o de ésta..?  

1. ¿La pregunta que me hace es porque...?

1.                 ¿Cuál es el punto central de la pregunta? ¿Cuál es la mejor manera de exponerlo, a su entender?  

• 3. Cuestionar la información, los datos, y la experiencia. Todo lo que las personas, textos o información que se nos dice se basan en alguna información, experiencia o hecho, los cuales no siempre nos quedan claros, por ello es importante que usted comprenda la información de trasfondo (hechos, datos, experiencias) que la apoya o respalda. Las preguntas que pueden servirnos son:  

1.                 ¿En qué información usted basa su comentario?  
2.                 ¿Qué experiencia le convenció sobre esto? ¿Puede estar distorsionada su  experiencia?
3.                 ¿Cómo sabemos que esta información es precisa? ¿Cómo la podemos verificar?  
4.                 ¿Hemos dejado de considerar alguna información o datos que necesitamos  considerar?

1. ¿Podría ampliar la información sobre este tema?   

1.                 ¿En qué se basan estos datos? ¿Cómo se desarrollaron? ¿Su conclusión  está basada en hechos sólidos o datos inciertos?

1. ¿Podría darme un ejemplo?   

1. ¿Es posible verificar esto?  

• Otras preguntas que pueden ayudar conocer lo esencial de un tema son:
• [pic 3]

• 4. Cuestionar inferencias y conclusiones. Cuando una persona  nos dice su conclusión o inferencia, se apoya en ciertos criterios o buenas razones. Y en muchas ocasiones no tenemos claras las razones que la persona utiliza para decir lo que dice. Las preguntas que pueden ayudar a comprender las ideas de los demás pueden ser:
• ¿Cómo usted llegó a esa conclusión? 
• ¿Puede explicar su razonamiento? 
• ¿Existe una conclusión alterna que sea posible?
• ¿En qué se basa para decir que…?
• ¿Cuándo usted dice… es porque…?
• Dado los hechos, ¿cuál es la mejor conclusión posible?  

5. Cuestionar conceptos e ideas. Todo pensamiento conlleva la aplicación de conceptos. Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda los conceptos que lo definen y le dan forma. Las preguntas que enfocan en los conceptos del pensamiento incluyen:

• ¿Cuándo utilizas la palabra… a qué te refieres?                
• ¿Cuál es la idea central que usas en tu razonamiento?  
•                 ¿Estamos usando el concepto apropiado o necesitamos reconceptualizar el  problema?  
•                 ¿Necesitamos más hechos o necesitamos repensar cómo calificamos los hechos?  
•                 ¿Nuestra pregunta es legal, teológica o ética?  

• 6. Cuestionar suposiciones. Todo pensamiento recae en las suposiciones. Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda lo que da por hecho. Las preguntas que enfocan las suposiciones incluyen:  
• ¿Exactamente qué da por hecho aquí? 
• ¿Por qué presume eso? Por otro lado, ¿no debemos presumir...? 
• ¿Qué suposiciones sustentan nuestro punto de vista? ¿Qué presunciones alternas  podemos formar?  

7. Cuestionar implicaciones y consecuencias. Todo el pensamiento va dirigido hacia una dirección. No tan sólo comienza en un lugar (en las suposiciones), sino que también va hacia un lugar (tiene implicaciones y consecuencias). Presuma que usted no comprende del todo un pensamiento hasta que comprenda las implicaciones y consecuencias más importantes que le siguen. Las preguntas que enfocan en las implicaciones del pensamiento incluyen:

...