Quién no conozca su historia, está condenado a vivirla de nuevo
Enviado por aabrilita • 17 de Junio de 2013 • Tesis • 734 Palabras (3 Páginas) • 303 Visitas
Introducción
“Quién no conozca su historia, está condenado a vivirla de nuevo”
El presente trabajo se enfoca en la importancia de impartir en educación básica la materia de Historia, cuyo propósito general, es que el alumno amplíe su cultura general a través del conocimiento, comprensión, análisis y valoración de los hechos más importantes de la historia del mundo en el que se desenvuelve. En esta materia encontrará las causas de esos hechos, su relación con nuestro país y las consecuencias de los mismos en su momento y para la situación actual.
Fijar el valor relativo que tiene esta asignatura como instrucción y como educación, y deducir de ello el lugar que le corresponde en un programa racional de estudios, es el primer problema que hay que resolver para emprender con provecho el estudio metodológico de cualquier materia de enseñanza.
Entre otras cosas, el enseñar la Historia no pretende necesariamente la memorización de nombres, fechas o instituciones del pasado, sino ayudar a interpretarlos y ubicarlos en un tiempo y espacio determinados, mediante estrategias de enseñanza. No se trata solamente de que el alumno memorice, sepa el día en el que se descubrió América, ni el natalicio de Benito Juárez, sino el cambio que se realizó, por qué fue tan importante ese personaje o acontecimiento para formar parte de la historia de México.
Lo que busca la historia es que los alumnos conozcan su pasado para entender su presente y así poder mejorar su futuro. Esto con la ayuda de la enseñanza de las facultades estéticas las cuales pretenden, despertar en el niño los sentimientos de verdad, justicia y belleza, para inculcarle el amor por la patria y la humanidad. También enseñar las facultades éticas, estas tienen como objeto, fortalecer la voluntad y de contribuir a la formación del carácter.
Quien enseñe historia, debe tener una buena moral, porque que mejor que predicar con el ejemplo.
El maestro debe enseñar ambos lados de la historia, los ejemplos de generosidad y abnegación, de todas las grandes virtudes morales y cívicas; pero a la vez no faltan tampoco ejemplos de egoísmo, de tiranía y abyección. Esto con el propósito de que estos ejemplos despertaran en los niños el amor por lo bueno, lo noble y lo bello y odio a lo malo.
En pocas palabras, hacer que los alumnos no solo manifiesten veneración por los grandes hombres de la historia, sino procuren imitar los buenos modelos que la historia les presenta.
Conclusión
La historia se encuentra entre aquellas asignaturas que tienen por objeto la educación moral. Por esta razón, busca que los alumnos aprendan de los errores del pasado para no repetirlos. Enseñar historia no es fácil, es por ello que el maestro debe
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