¿Quiénes son los aztecas
Enviado por dulcrosas • 24 de Agosto de 2011 • Biografía • 4.317 Palabras (18 Páginas) • 1.271 Visitas
Aztecas
Introducción
Los aztecas fueron un pueblo que dominó el centro y
sur del actual Mexico, en Mesoamérica, desde el siglo
XIV hasta el siglo XVI, y que es famoso por haber
establecido un vasto imperio muy bien organizado, el
que más tarde fue destruído por los conquistadores
españoles y sus aliados.
Nosotros escogimos este tema ya que habíamos escuchado
mucho sobre los aztecas, pero no conocíamos bien su
cultura, una de las más imponentes del mundo. Otra
cosa que nos llamó la atención y nos motivó a trabajar
sobre este pueblo fueron sus monumentales
construcciones arquitectónicas, las cuales hoy en día
son unas de las atracciones turísticas más visitadas
del continente.
En esta parte del trabajo queremos aprovechar de decir
que nos fue difícil conseguir información y material
en la biblioteca del colegio, ya que las enciclopedias
y libros existentes no se pueden usar fuera del
establecimiento. Pero en vista de la necesidad de
material, la Madame Charlie tuvo la buena voluntad de
facilitarnos los textos, y por esto, le queremos dar
nuestros agradecimientos.
También queremos agradecer a la biblioteca municipal,
la cual nos prestó mucho material que no se encontraba
en la biblioteca de el colegio, el cual nos fue muy
útil.
Gracias a este trabajo cada una de nosotras pudo
complementarse y aprender más a fondo esta gran
cultura perteneciente a una de las tres civilizaciones
americanas más importantes.
Religión
La religión azteca tiene una fuerte tendencia
dualista, la eterna lucha contra las influencias del
bien y del mal sobre el destino del hombre. También es
extremadamente politeista y naturalista.
En sus orígenes bárbaros, los aztecas habían
centrado su culto básicamente en divinidades astrales,
donde dominaba Huitzilipotchtli, dios del Sol y de la
guerra. Pero al migrar hasta el altiplano central, y
posteriormente al instalarse en el lago Texcoco,
fueron incorporando las ideas religiosas de otros
pueblos, especialmente de aquellos más civilizados,
portadores y herederos de las ricas tradiciones
Toltecas. Formaron una síntesis, muchas veces
incoherente, en la cual además de los dioses astrales
del pasado se sumaron otros relacionados con la
tierra, el agua y la lluvia.
De esta forma, en el momento de su apogeo
cultural, el lugar más destacado de la teología
imperial era compartido por Huitzilipochtli con
Tláloc, dios de la lluvia y el rayo, originario de la
tradición Tolteca. Pero además existían entre muchos
otros dioses, Xinhtcutle, dios del fuego de los
otomíes;Tlazolteotl, diosa del amor y la fertilidad de
los Huastecas; Tzapotlatenan, diosa de la medicina de
los Zapotecas.
Esta profusión de divinidades se insertaba
dentro de una concepción del mundo y del tiempo
bastante singular. Para los aztecas, como para otros
pueblos de la región, habrían existido cuatro períodos
o soles, en los cuales hubo humanidades previas a la
propia, las cuales fueron destruídas en forma
catastrófica por acción de algunas divinidades.
La época más antigua era conocida como Nahui-
Ocelot y su fin habría llegado al destruir los
jaguares a la humanidad. El segundo período, Nahui-
Ehécatl, habría terminado cuando Quetzacoatl, bajo su
forma de dios del viento, habría arrasado con el mundo
y convertido a los hombres en mono. El tercer sol,
Nahui-Quihutl, fue dominado por Tláloc, dios de la
lluvia y del rayo, quien habría aniquilado a los
hombres con una lluvia de fuego. El último período
previo a la era en que vivían los aztecas, se conoce
como Nahui-Atli, y su fin habría devenido a partir de
una gran inundación, de la cual sobrevivieron sólo un
hombre y una mujer, quienes posteriormente fueron
convertidos en perros por el dios del cielo nocturno,
Tezcatlipoca.
La era en que se encontraban los aztecas era
Nahui-Ollín y estaba destinada a sucumbir durante un
inmenso terremoto, en el cual los tzitizmine, especie
de monstruos que vivían en el occidente, matarían a
los humanos. Según el mito, el origen de la Era Azteca
se encontraría en la voluntad de Quetzacoatl, quien
habría recogido los huesos de los hombres muertos y
les habría dado la vida regándolos con su propia
sangre. De igual forma, el nuevo Sol y la nueva Luna
habrían sido creados por el sacrificio de los dioses,
especialmente de Nanahuatzín y Tecciztecatl, los que
se habrían arrojado a una fogata encendida por los
dioses en las ruinas de la antigua ciudad de
Teotihuacán, de la que habrían salido convertidos en
el Sol y Luna, respectivamente.
Por estas razones, los aztecas sentían la obligación
de pagar el sacrificio de los dioses y se consideraban
a sí mismos el pueblo de el Sol, cuyo principal deber
era entregar a éste su alimento, que era la sangre que
le permitía vencer la oscuridad. Ello exigía de los
hombres hacer lo mismo que hicieron las divinidades
para revivir el mundo, es decir, entregar su propio
cuerpo y sangre. De esta forma el sacrificio humano
llegó a ser uno de los más importantes elementos del
ritual religioso.
Sacrificio humano
El panteón de los dioses estaba dominado por dos
símbolos principales: los dioses del cielo y de la
tierra. Los primeros eran parte de la antigua
tradición Azteca y su principal manifestación era el
dios de la guerra y el Sol Huitzilipochtli. También
destacaba Tezclatipoca dios del cielo nocturno y
protector de los guerreros.
Las divinidades de la tierra eran encabezadas
por Tláloc, dios de la lluvia y el rayo, aunque tenían
cierta relevancia la diosa de las aguas dulces,
Chalchiuhtlicue;y el dios de las aguas saladas y el
mar, Huixtocihuatl.
Las víctimas de los sacrificios por lo general
eran prisioneros de guerra, esclavos comprados para
este fin o incluso personas que se ofrecían
voluntaria-mente, ya que una muerte así aseguraba una
feliz vida eterna.
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