REFLEXIÓN SOBRE LA INTEGRACIÓN REGIONAL Y LA GLOBALIZACIÓN DE LA CIUDADANÍA Y LA NACIONALIDAD

Antes de los años 90 se pensaba que Venezuela era una democracia a seguir en América Latina, efectivamente en nuestro país se celebraban elecciones con la intervención de diversos partidos políticos, se hablaba de libertad de expresión y de organización. Existían dos partidos dominantes que se repartían el poder a sus anchas. Existía una relativa estabilidad económica dentro de un país donde reinaba también la desigualdad social, la miseria y la exclusión social.

En 1992 ocurrieron dos intentonas golpistas que fueron puntuales para cambiar el estado de cosas y en 1998 resultó electo presidente el coronel Hugo Rafael Chávez Frías con amplia mayoría. Este triunfo, claro y contundente causaron malestar entre los puntofijistas que no se hacían a la idea de haber sido despojados de sus privilegios, y molestaron a los observadores internacionales que comenzaron a hablar de un regreso al militarismo, al populismo en una nación caracterizada por enormes reservas petrolíferas que habían estado al servicio de la burguesía.

No obstante, la llegada de este carismático líder significaba para las masas populares, pobres y excluidos la esperanza de que la justicia social y la verdadera democracia la llegada de la verdadera democracia.

En todos estos años, el proceso revolucionario dio un vuelco a la política del país, originando un profundo cambio social en América Latina, superando a la Nicaragua sandinista que fue bandera en estos menesteres años atrás.

Antes del advenimiento de Chávez se hablaba de Venezuela en el exterior de un país petrolero a nivel mundial, tercer exportador más importante para estados Unidos. Nada se decía de la corrupción que imperaba, del dinero fácil para las élites dominantes, desigualdad desmedida, americanización cultural y una economía desequilibrada donde actividades diferentes a la petrolera no tenía cabida.

A fin de comprender esta revolución integracionista es necesario remontarse al siglo XIX, cuando el país se transformó en una avanzada para la libertad del continente suramericano. Los motivos de esta lucha estuvieron conformados por el resentimiento que producían los impuestos españoles, las restricciones comerciales, leyes discriminatorias, los ideales de la Ilustración, la ocupación de la península ibérica por Napoleón. Al principio destaca Francisco de Miranda como líder fundamental, después es Bolívar quien conduce la lucha por más de diez años hasta lograr la Independencia plena de España.

Sin embargo el esfuerzo de El Libertador por integrar los países hermanos resultó infructuoso frente a los intereses mezquinos de las élites latifundistas de la época, la Iglesia Católica y la manipulación de las grandes potencias como Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos.

El año de 1830 no sólo significó la muerte de Bolívar sino el colapso definitivo de la unión que pregonó hasta los últimos suspiros el más grande hombre de la historia de la humanidad después de Jesús. Durante< el resto del siglo XIX y gran parte del siglo XX, caudillos militares dominaron en e Venezuela, éstos eran latifundistas que se impusieron mediante el fraude y la demagogia. La economía del país era agraria, casi se vivía aislado del resto del mundo. Esta situación cambió con el descubrimiento del petróleo y su explotación a inicios del siglo XX.

Nace una nueva élite comercial, una clase media y una clase trabajadora urbana alrededor de los campos petroleros del Zulia: Estado y gobierno se volvieron dependientes de la renta petrolera. A partir de 1940 llegan a gran escala inmigrantes europeos que fortalecieron a la clase media urbana que se instauró en el país hasta el advenimiento del presidente Chávez que acabó con cuarenta años de corrupción y abrió posibilidades a la participación ciudadana mediante una nueva constitución que ha servido de ejemplo a otras naciones

El presidente Chávez desde el principio de su gobierno se preocupó por la promoción de un mundo multipolar, en tal sentido, redujo la excesiva dependencia de Estados Unidos mediante la diversificación de las relaciones exteriores. Nacen nuevas relaciones con China y Rusia, Francia, su visión bolivariana lo lleva a estrechar lazos con los países latinoamericanos, donde Cuba ocupa lugar preponderante, al considerar la isla como modelo a seguir. Es así como suscribe importantes acuerdos con la tierra de Martí a la que se le otorgaron precios especiales en la compra del petróleo a cambio de ayuda en educación, salud, programas deportivos, salud, entre otros.

A partir de 2004 se le dio gran impulso al desarrollo endógeno; es decir, al desarrollo nacional independiente, orientado a utilizar los recursos nacionales con la participación de cooperativas, se dio impulso al proyecto ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), en franca oposición al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), de corte netamente imperialista. En ese momento, Cuba y Venezuela dieron inicio al ALBA con la firma de un acuerdo económico bilateral de carácter integral.

La constitución de la República Bolivariana de Venezuela atendiendo el principio de integración regional y a los requerimientos de la sociedad mundial hace énfasis en la participación popular y en los derechos humanos, no solo individuales sino también colectivos, sociales y económicos donde se incorpora por vez primera en la historia a los indígenas como sujetos de derecho.

Desde la llegada de los europeos a nuestra América, los pueblos originarios fueron víctimas de persecución, exterminio y explotación; la llegada de la democracia puntofijista en nada los benefició, el Estado los mantuvo en el olvido, sin derechos, fueron forzados a asimilarse a la cultura vencedora, lo que significó el exterminio cultural.

La revolución bolivariana reconoce sus derechos ancestrales por primera vez en la historia, la constitución consagra el carácter multiétnico y pluricultural de la nación por lo que actualmente gozan de representación obligatoria en la Asamblea Nacional.

Igualmente la República Bolivariana de Venezuela establece el Estado democrático y social de derecho y de justicia con reconocimiento de los pueblos indígenas como se señaló anteriormente y los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales y ambientales, instituciones de democracia participativa y control de la gestión pública en todos los niveles, dentro de un régimen económico solidario; legislación social progresista para la protección del ambiente, la reforma agraria, el control de la banca y los servicios públicos, la soberanía energética, alimentaria y petrolera entre otros.

Nuestra democracia ahora está al

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