RELATO DE UN CRIMEN QUE NUNCA SUCEDIÓ

RELATO DE UN CRIMEN QUE NUNCA SUCEDIÓ

Todo comenzó una noche de invierno, nos dirigíamos hacia el

hotel mas cercano de ST. Texas. Mi novia y yo regresábamos

de una fiesta, una noche de copas con sus amigas, un poco

mareado, pero aun consciente de mis acciones, decidí tomar

el carro a alta velocidad. Me dirigí hacia mi destino, sin

saber lo que me esperaba.

Recuerdo que íbamos discutiendo sobre como viviríamos

nuestras vidas después de la universidad. Esa discusión la

teníamos desde un año atrás. Parecía no tener fin, algo que

parecía no tener sentido que, por mas que le sacaba la

vuelta, aun seguía ilusionada con vivir conmigo.

Tiempo atrás le comente de mis planes de irme a viajar, tal

vez una maestría, pero ella como niña con un berrinche no

prestaba atención. Era tan desesperante y agobiante que no

sabia si era amor lo que sentía o era solo alguien mas para

pasar el rato. Solo el problema era que me faltaba el valor

para decirlo.

iba manejando por la carretera, mareado y estresado por

escucharla, tratar de ignorarla era perdida de tiempo.

Acelere por la carretera, deseoso por llegar, tanto que no

vi la silueta de enfrente, solo se que cuando la impacte, el

corazón se detuvo, la vista se me nublo y por unos cuantos

segundos no supe nada, no reacciones. Mi novia se puso a

temblar, asustada, al punto del llanto, empezó a insultarme.

-Por que no te fijas, acaso estas

ciego

Solo pensaba en una explicación de lo que había pasado, pero

ella seguía con su drama.

- reacciona, que no me oyes!!!

No supe como como responder, fue lo primero que me salio de

la boca,

-CÁLLATE Y DÉJAME PENSAR!!!

Ella dejo de insultarme y siguió llorando.

Baje del auto lentamente, una parte de mi quería salir

corriendo, pero el hecho de que el miedo corría por todo mi

cuerpo, no o pude hacer. Me dirigí hacia la silueta que

estaba tirada en medio de la carretera. Era un joven de

mediana estatura, no parecía tener rumbo, ya que su ropa era

como la de un vagabundo. No pude acercarme al cuerpo, ya que

el miedo no me dejaba. Regrese al auto y por suerte traía

una sabana, que traía desde meses atrás y me dispuse a

taparlo. En un acto de impulso por no querer dejarlo tirado,

lo cargue y lo puse en la cajuela. En eso baja mi novia y me

dice:

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CONTINUED: 2.

- Que aremos con el? ¿Por que no lo

dejamos aquí tirado? Nadie se dará

cuenta...

Muy en mi mente pensé que tenia razón pero decidí ignorarla

y seguir con lo que tenia planeado.

Ya dentro del carro me dispuse a manejar, acelere, callado y

sin solución alguna para lo que me estaba pasando, pensé:

-No puede ir peor esta noche, ¿que

mas me puede pasar?.

Tan pronto termine de decir esa frase y como si fuera por

azares del destino se poncha una llanta, ese fue la cereza

del pastel, no conforme con el delito que cometí, ahora

tenia que arreglármelas con el carro. Me orille y me dispuse

a bajar del auto.

En eso iba pasando un policía, y para colmo, decide

orillarse.

Todo bien joven?- Me pregunta con

voz

...