REPARTO AGRARIO EN EL VALLE DEL YAQUI

Ese día el Diario Oficial de la Federación publicó el acuerdo presidencial para la resolución del problema agrario en esta región de Sonora, en el cual se reconocía a los yaquis toda la tierra laborable ubicada sobre la margen derecha del río Yaqui, así como el agua necesaria para su irrigación. Con este acto se hacía justicia –aunque parcial– al valeroso pueblo indígena que durante siglos había luchado en defensa de sus tierras y su identidad.

Durante el Porfiriato los yaquis habían sido alevosamente despojados de sus fértiles tierras por los hacendados de la región. Cuando se rebelaron contra ese hecho, el ejército los reprimió de manera implacable; miles de ellos fueron asesinados o, en el mejor de los casos, deportados para realizar trabajos forzados en condiciones casi de esclavitud en los campos henequeneros de Yucatán.

No fue extraño entonces que los yaquis se sumaran masivamente a la revolución, bajo las órdenes de su paisano Álvaro Obregón, ni que se hicieran famosos en todo el país por sus hazañas guerreras. Sin embargo, los revolucionarios sonorenses en el poder no les devolvieron las tierras que los hacendados les habían usurpado, por lo que la guerra cruel, intestina, ahora de sonorenses contra sonorenses, volvió a encenderse... Y siguió latente hasta que el general Lázaro Cárdenas, de un plumazo, resolvió el problema.

Aunque, en estricto sentido, no fue de un plumazo. Cárdenas negoció, con gran visión política, con todos los actores involucrados: ofreció recompensas justas a los poseedores de las tierras devueltas y dio a los yaquis créditos, agua y maquinaria agrícola. De modo que el valle del Yaqui siguió siendo –y lo fue aún más– una de las más prósperas y productivas zonas agrícolas del país.

Pero la solución duró poco tiempo. En los años sesenta, los yaquis invitaron al general Cárdenas a sus fértiles tierras. Ahí, bajo la sombra de un árbol, habló el principal, mientras los ancianos golpeaban la dura tierra con sus bastones:

- ¿Te acuerdas Tata, de las tierras, de los hospitales, de las escuelas que nos diste? Las tierras nos las han quitado los ricos, los hospitales se han convertido en cuarteles y las escuelas en cantinas.

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