RESEÑA LIBRO: DESPUÉS DEL IMPERIALISMO (PRIMERA PARTE). MICHAEL B. BROWN
Enviado por Ztefanny Ruiz • 4 de Abril de 2016 • Resumen • 1.848 Palabras (8 Páginas) • 484 Visitas
RESEÑA LIBRO: DESPUÉS DEL IMPERIALISMO (PRIMERA PARTE). MICHAEL B. BROWN
Michael Barratt Brown (15 de Marzo 1918 – 7 de Mayo 2015). Fue un economista británico (promotor del comercio justo), activista político y educador de adultos. Fue figura clave en la creación de los movimientos británicos de Nueva Izquierda en el período después de la invasión soviética de Hungría; Brown, ayudó a fundar el movimiento del comercio justo en Gran Bretaña y el resto del mundo. Siguiendo la tradición de su padre, Michael Brown asistió a un internado Quaker y realizó sus estudios en la Universidad de Oxford. Más tarde, declaró que sus experiencias durante la guerra, especialmente la de Yugoslavia, le llevó a distanciarse de su fe cuáquera y unirse al Partido Comunista. Años más tarde, renuncia al Partido Comunista, en compañía de otros intelectuales radicales que se opusieron fuertemente a la invasión soviética de Hungría en 1956. Posteriormente, funda el Instituto para el control de los Trabajadores en 1968, la Conferencia de economistas socialistas en 1970, y la sociedad de Profesores industriales en 1974.
El primer libro de Barratt Brown fue Después del imperialismo, descrito por el pensador marxista Ernest Mandel como "una de las obras económicas más importantes, publicada recientemente en Inglés". Éste libro crítica las teorías entonces influyentes de Lenin y Hobson, y ofrece un análisis histórico y económico, donde informa acerca del creciente poder de los intereses corporativos en el período posterior a la descolonización Británica. En sus últimos años de vida se trasladó a Londres y vivió hasta su muerte en Mayo de 2015, a la edad de 97 años.
El primer libro de Michael Brown, es un intento de entender la economía actual, las interrelaciones de los países pobres y ricos, principalmente Gran Bretaña y Commonwealth. Así mismo, se hace necesario el estudio del pasado, presente y futuro, con el fin de entender las relaciones mundiales; En su libro, Barrat señala tres temáticas: la primera: “el imperialismo tal y como era”, la segunda: “el imperialismo en la actualidad” y por último: “hacia una economía internacional”, en ese sentido, para Barrat, el imperialismo continúo siendo la mejor denominación para el sistema mundial de relaciones económicas desiguales, incluso mejor que el término “neocolonialismo”.
El propósito de Brown en su libro, es hacer énfasis en temas que están interconectados, como lo son: el libre comercio y el imperialismo, entendiendo así, sus efectos en las potencias mundiales; por una parte, comprendiendo la apertura de mercados que no solo afectaba positivamente a los países técnicamente más avanzados, sino que, afectaba negativamente a países técnicamente atrasados. En ese sentido, se puede entender que el avance económico de Gran Bretaña y otras potencias imperialistas fue menos producto del tributo colonial que del arrasamiento de los mercados de ultramar. La desventaja para la áreas menos desarrolladas no fue tanto el tributo, sino de la contención y distorsión del desarrollo económico, político y por la dependencia, a causa de la trata de industrias propias.
Añade el autor, que hablar de áreas “en proceso de desarrollo” es inapropiado, pues su desarrollo económico no arranca desde el mismo punto de partida de los países europeos, sino, desde su condición especial que es resultado de largos periodos de dependencia. Este aspecto se puede ver distorsionado en el libro por el uso de “enclaves” de desarrollo (materias primas para la exportación); entendiendo finalmente, que el desarrollo de los dominios blancos, más que la explotación de las colonias logro la expansión de los mercados y la productividad de la industria británica en el siglo XIX.
Sin embargo, la dominación europea sobre los continentes se dio de diversa índole: esclavista, servil, mercantil y campesina. Dichos modelos de imperialismo no sobrevivieron al paso del tiempo, mientras que Inglaterra, Holanda y Francia se dirigían hacia el capitalismo y la industrialización, África y Asia se fosilizaron. En Europa las condiciones del clima incidían para hacer a la población más individualista, para que el estado fuera más descentralizado, mientras India necesitaba del trabajo comunal por su sistema de irrigación. La clase mercantil en Europa logro independizarse, China e India no, debido a que en esos países la burocracia absorbía los resultados de la tierra, y no lograron desprenderse del estado central, otro de los factores que no permitió el avance económico fue la falta de interés en la navegación y el comercio exterior, cuando logran un poco de independencia del estado central, China e India solo comercian como agentes europeos.
Los imperios de ultramar fueron claves de la clase mercantil emergente que buscaba la extensión de su dominio y el desprendimiento de la monarquía y el sistema feudal. Es así como navegantes logran traer de América tesoros, y aumentar el capital para invertir; pero España no obtenía beneficios, no contaba con manufacturas ni esclavos. Los Outsiders, comerciantes ingleses, no desaprovechaban, lo cual favoreció al sector manufacturero y el comercio. Inglaterra logró armar su monopolio eliminando la competencia de India y China y colonizando territorios con la industria y comercio, dividiendo las naciones entre ricos y pobres, manufactureros industriales avanzados y productores de materias primas en decadencia.
A mediados del XIX, Inglaterra empezó a perfilarse como el taller del mundo, el rápido crecimiento poblacional ingles produjo en estos la necesidad de colonizar territorios. “Muy pronto hubo bastantes emigrantes en Canadá, Australia y Nueva Zelandia como para exigir instituciones representativas y para alcanzar lo que se denominó como el estatus de “dominio”[1]. Una vez lograron la independencia, rápidamente desarrollaron su propia industria al amparo de tarifas protectoras como lo había hecho antes en EEUU”1. La inversión en caminos, puentes, ferrocarriles, etc. a estas colonias permitiría el desarrollo de estas. La derogación de la ley de los Granos contribuyo a que Inglaterra abriera su mercado con países que le abastecieran de materias primas para estos realizar manufacturas que serían exportadas posteriormente, estas se vieron beneficiadas con bajas en las tarifas aduaneras las cuales se dieron paulatinamente. Los términos de intercambios beneficiarían a los británicos, los volúmenes de comercio disminuían más rápido que los precios de explotación.
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