Reforma Cambiaria Y Monetaria
Enviado por yenin • 12 de Febrero de 2013 • 6.733 Palabras (27 Páginas) • 779 Visitas
Reforma cambiaria y monetaria 1959. interpretación
Esta ley, aprobada en diciembre de 1959 y que aún rige hoy, contenía una serie de disposiciones que representaban un cambio en la orientación de la política económica de enormes consecuencias. Las repercusiones principales de las medidas aprobadas pueden resumirse de la siguiente forma:
1. La cotización del tipo de cambio oficial fue elevada de su nivel de $ 4.11 a la cotización del mercado libre: $11 por dólar, lo que significaba un aumento superior al 100%. Al mismo tiempo se establece la flotación del tipo de cambio como criterio rector de la política cambiaria, con lo cual el mercado fijaría libremente el valor de las divisas y orientaría su asignación según las leyes de la oferta y la demanda.
2. el mercado de cambios, muy segmentado hasa la fecha, pasó a ser único y libre: es decir que la adquisición y venta de divisas podía ser realizada sin especificación de origen y destino. Aunque se mantenía la obligatoriedad de venta al BROU de aquellas provenientes de algunas exportaciones tradicionales, el tipo de cambio de conversión sería el mismo que en el mercado libre.
3. el establecimiento de la libre importación y exportación de bienes y servicios, eliminándose los controles mantenidos hasta el momento. No obstante, se instrumentaron una serie de "mecanismos de defensa" que permitirían adecuar la situación vigente, muy dirigida, a la futura liberalización total. Entre ellos, se facultaba al Poder Ejecutivo a exigir depósitos previos a las importaciones, a crear recargos de hasta el 300% e, incluso, a prohibirlas transitoriamente.
El nuevo enfoque de la política económica intentaba sustituir el dirigismo vigente hasta entonces por un régimen donde operaban libremente las leyes del mercado. No obstante, el Estado no quedaba totalmente fuera de la actividad, sino que se le asignaba un importante papel moderador a través del campo fiscal y del comercio exterior, que tenía por finalidad corregir los desquilibrios que pudieran producirse.
De todas formas, el objetivo delcarado en los diversos documentos era la liberalización del comercio y la estabilidad monetaria. Un complemento de importancia para comprender los rasgos fundamentales de la política a aplicar, es el contenido de la primera Carta de Intención que firmó el país con el Fondo Monetario Internacional en setiembre de 1960. Allí se consignaba que, desde diciembre de 1959, el comercio internacional se había liberalizado sistemáticamente y la moneda se encontraba estabilizada; al mismo tiempo, se expresaba la disposición de profundizar los efectos eliminando las prohibiciones de importación y reduciendo los recargos.
LAS ELECCIONES DE 1962
Para las elecciones de 1962 se produjeron realineamientos en los partidos. En el Partido Colorado un sector de los seguidores de Luis Batlle se desprendieron de la lista 15 y formaron la lista 99. Su principal dirigente era Zelmar Michelini y reivindicaban los contenidos tradicionales del batllismo que entendían se habían opacado en el último gobierno colorado. Michelini había sido dirigente sindical de los bancarios y diputado desde 1954. Utilizaba un lenguaje radical y renovador y chocaba con los sectores más conservadores del P. Colorado. Planteaba la necesidad de una mejor distribución de la riqueza, cambios en la tenencia de las tierras y el antimperialismo.
Un intento de acercar a la lista 15 con la 14 fracasó y ambas llevaron sus propios candidatos. En la 15 Luis Batlle seguía siendo la figura dominante y la 14, que pasó a llamarse “Unión Colorada y Batllista” llevaba como figura principal al General Retirado Óscar Gestido.
En el Partido Nacional tras la muerte de Luis Alberto de Herrera, en 1959, el herrerismo se dividió. Un sector dirigido por Eduardo Víctor Haedo y Alberto Heber, hicieron una alianza con la UBD. Otro sector, encabezado por Martín Etchegoyen mantuvo la alianza con Nardone. Un tercer grupo, la lista 41 de Enrique Erro, salió del Partido Nacional y realizó un acuerdo con el Partido Socialista.
En la izquierda se produjeron novedades. Tanto socialistas como comunistas realizaron una política de alianzas con sectores desprendidos de los partidos tradicionales. El Partido Socialista abandonó su postura moderada y cercana a la socialdemocracia europea para volcarse a posturas nacionalistas y antimperialistas, rechazando su tradicional política de conseguir pequeñas reformas por una línea revolucionaria y leninista, cuyo principal ideólogo era Vivián Trías. Este proceso de radicalización, que se dio en muchos grupos políticos latinoamericanos, estuvo influenciado por la Revolución Cubana. A las elecciones se presentó en un alianza con un sector separado del P. Nacional y bajo el nombre Unión Popular.
Por su parte el Partido Comunista en su decimoctavo congreso, celebrado en agosto de 1962, proclamó la necesidad de “una unidad sin exclusiones” para aglutinar fuerzas políticas que estuvieran dispuestas a llevar adelante una “revolución agraria antiimperialista y emprender el camino del socialismo”. Con algunos pequeños grupos desprendidos de blancos y colorados formó el FIDEL (Frente Izquierda de Liberación).
La Unión Cívica, que en 1958 había perdido un tercio de su electorado, se dividió. Un sector mantuvo el nombre y su tradicional postura católica conservadora, mientras que otro sector se acercó a las ideas de izquierda y pasó a llamarse Partido Demócrata Cristiano.
Las elecciones realizadas el 24 de noviembre de 1962 volvieron a dar la victoria al Partido Nacional pero con un margen más ajustado que en 1958. Dentro de este lema el sector más votado fue el del acuerdo de la UBD con Haedo y Heber.
EL SEGUNDO COLEGIADO BLANCO
La labor del segundo colegiado blanco se vio paralizada por la búsqueda de acuerdos para poder tener mayorías en el parlamento y por los enfrentamientos dentro del propio partido gobernante (enfrentamiento de herreristas y ubedistas, separación del Movimiento de Rocha de la UBD, etc). Estas múltiples divisiones, agravadas por el fallecimiento de Nardone y de Fernández Crespo, líderes del ruralismo y de la UBD respectivamente, debilitaron al gobierno que no pudo hacer frente al deterioro de la economía.
La división de los partidos tradicionales en corrientes y listas asumía características cada vez más complejas. Para gobernar se requería entrar en negociaciones para lograr apoyo y esos acuerdos implicaban, generalmente, un reparto de cargos.
Para obtener respaldo en las cámaras y aprobar el presupuesto, la UBD tuvo que recurrir al apoyo de la lista 99 (colorada) y del Partido Demócrata Cristiano. La interpelación a los ministros blancos de Hacienda (Salvador Ferrer Serra) y de Ganadería (Wilson
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