Reformas Borbonicas
Enviado por aidan1992 • 20 de Octubre de 2014 • 9.487 Palabras (38 Páginas) • 361 Visitas
El Imperio Español tras largos años de mantenerse como potencia del mundo, a partir de 1750 tuvo la iniciativa de reestructurar de manera administrativa el control político de las colonias en América. Tales medidas fueron conocidas como las reformas borbónicas, estos supuestos estuvieron basados en los intereses de la Corona Borbona de obtener mayores riquezas de las posesiones de ultramar.
Entorno al período de estudio (1780-1816) es eminente establecer en primera instancia, la existencia de una relación metrópoli-colonia, en la cual la primera resultó ser la mayor favorecida. Aunque los colonos pudiesen aumentar sus riquezas y obtener ciertos privilegios, el poder político no les perteneció. Siendo restringidos y obligados a acatar las órdenes enviadas desde España.
El planteamiento de las reformas se puede remitir a José del Campillo y Cossío, personaje caracterizado por la creación de varios escritos (Lo que hay de más y lo que hay de menos en España, para que sea la que deba ser y no lo que es, Nuevo sistema de gobierno económico para la América) en donde impregnó la visión de una España desarrollada económica e intelectualmente, con el fin de competir con las principales potencias; Francia e Inglaterra.
Al considerar al intelectual mencionado como el principal exponente del cambio llevado a cabo por los Borbones, el ensayo desea evidenciar si las reformas administrativas planteadas para recuperar el control político tuvieron como resultado la ruptura con España, entre los criollos y los peninsulares. Es menester cuestionarse antes de proseguir al desarrollo del trabajo, cuáles son estas.
La disminución del poder de las instituciones indianas al mando de los colonos, la apropiación de la tierra por medio de las intendencias y el acaparamiento de la mano de obra indígena; tales medidas ejercieron un impacto en la vida de los colonos. Para entender dicha injerencia, se utilizó las interpretaciones de autores como: John Elliott, Carlos Marichal, Peggy Liss, Tulio Halperin, John Lynch, Josep Fontana, entre otros. Que trabajan con antecedentes históricos, el sistema económico vigente y la política; que se explicó anteriormente con la relación metrópoli-colonia.
La estructura del trabajo realizado, comprende primeramente, el bosquejo de antecedentes históricos -antes de la primera mitad del siglo XVIII- para evidenciar las deficiencias del imperio español, con respecto al parámetro de un correcto funcionamiento imperial. Por lo tanto confrontar dichas situaciones con lo que planteó Campillo, permiten ilustrar los precedentes que propiciaron la creación de lo que posteriormente fue llamado las reformas borbónicas.
Una vez comprendido los antecedentes históricos, se remitirá a analizar las reformas administrativas propuestas y puestas en práctica por el imperio español en América. Entendiendo al mismo tiempo, el contexto económico, militar y político que vivió la España de Carlos III, soberano encargado de ejecutar las medidas, enviando a José de Gálvez como visitador y renombrando posteriormente, como el encargado del programa renovador.
Por último se analizó los años 1790-1800, cuales fueron particularidades para comprender como se dio la ruptura en lazando la influencia extrajeron económica que presentó los criollos en la época que España se encontró una creciente presión por los conflictos internacionales.
Durante mediados del siglo XVIII en España se gestó una serie de innovaciones que permitieron la conformación de lo que posteriormente sería llamado, un segundo imperio. Sin entrar en detalle sobre este asunto, es importante bosquejar sobre las vicisitudes españolas previas a las reformas planteadas por los borbones, aspecto que ameritó la indagación de lo que se cree son puntos claves para el funcionamiento de un imperio ávido por un mejor funcionamiento.
Para antes de 1700 la metrópoli española -a diferencia de la inglesa y la francesa- se caracterizó por ser una zona carente de productividad en términos de manufacturación de productos, a pesar de contar con bastas cantidades de materias primas. Destacó en este lapso una escasez de centros de producción, que fuesen los encargados de tal tarea. A pesar de ello, particularmente España durante el siglo XVIII sobresalió en la elaboración de lanas que según Campillo, no hay reino que pueda competir ni en la abundancia ni exquisita calidad de lanas que tienen el nuestro.
Tal aseveración, da pie a inquietudes tales como: ¿Por qué a pesar de tan grandes dichas, no se desarrolló una industria textil? ¿Se contó con las riquezas suficientes para dar comienzo a la creación de manufacturas? Indudablemente la importancia de estos cuestionamientos recae en hacer visible el contexto económico español, el cual se vio estancado por las carencias del antiguo imperio. El punto crucial de esta problemática lo representó, la basta cantidad de lana que salió del Reino de España hacia Inglaterra, como pago de las manufacturas extranjeras.
Desde luego Campillo en sus escritos, manifiesta que existe una necesidad real por la creación de tales centros para comerciar -con cualquier región, una vez saciadas las necesidades del reino-, los paños y demás géneros que de ellas se labran con el mismo crédito, utilidad, desempeño y viveza que el inglés, el francés y otros. Desde esta perspectiva fue posible apreciar que la propuesta del intelectual beneficia en doble medida al imperio español, debido a que por una parte está subsanando las grandes necesidades de comercio interno, pero, también evidencia la incipiente oportunidad para extender los lazos comerciales a zonas tan alejadas, como por ejemplo las Indias.
No obstante, el último aspecto mencionado era un ejemplo representativo de otra carencia española con respecto a la causa comercial, las reformas que años más adelante se pusieron en práctica, pretendieron un aumento del tráfico mercantil entre España y sus posesiones, siempre en pos de la ganancia metropolitana. Sin embargo, antes de 1750, la situación general de las naves así como la economía de sus tripulaciones, hizo que estas últimas interpusieran el interés personal ante el bienestar de España,
(…) jamás se interesaron por <<el comercio de frutos de Indias>>, sino sólo por <<apropiarse de oro, plata, y algunos otros géneros preciosos>>. La consecuencia había sido que <<las islas y la mayor parte de las costas carecían de una correspondencia regular y directa con la España>>, con lo que ni podían dar salida a sus productos ni adquirir los que necesitaban para su consumo.
A esto debe sumársele que los navíos con los que contó España para comerciar -según Campillo-, hay de menos; sin embargo, hablaremos
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