Regimén Tokugawa Y La Apertura Japonesa A Occidente

El régimen y dominación Tokugawa tuvo como característica principal el aislamiento de Japón respecto a cualquier influencia de Occidente. Este cierre de puertas al mundo occidental ocurrió con la intención de mantener a la cultura y población japonesa lejos de cualquier concepto perteneciente a las, principalmente, grandes potencias occidentales y que ciertamente podían alterar de gran forma la configuración política, religiosa, social y/o económica japonesa, ancestral hasta ese momento, pero que venia con problemas estructurales.

Entre todo los ítems o aspectos que los gobernantes japoneses “temían” de occidente, destacan los problemas políticos/ideológicos que estaban en la palestra en esta región del mundo, especialmente a lo sucedido con las revoluciones y nuevas formas de pensamiento político, otro concepto que los japoneses querían repeler de occidente era el servicio militar ordinario, ya que este produciría un gran cambio en la estratificación social acostumbrada a mantener un estamento particular que cumple esta función, otro ejemplo a repeler era el pensamiento racionalista y científico. Este ultimo tópico tendría mucha relevancia, ya que mientras más ramas científicas se conozcan por un individuo, mayor será la iniciativa crítica de su entorno social y por supuesto de sus líderes (en este caso los miembros de la dinastía Tokugawa, en especial el shogun), igual de relevante era el tema de la industrialización, esta fue por largo tiempo muy resistida para evitar que los particulares adquieran mayores ingresos económicos y así expandan sus productos, incluso al exterior de Japón. Las nuevas creencias religiosas (cristianismo), si ingresaban a Japón, podían provocar un cambio de pensamiento profundo y catastrófico, todo lo que esto conlleva podía ser un gran problema para la estructura social japonesa, es por esto que incluso desde 1612 se persiguió a los cristianos.

El problema a abordar en las siguientes líneas tiene que ver con lo anteriormente expuesto y ademas con la administración Tokugawa y su duración en sí: ¿el régimen Tokugawa, de haberse modificado o abierto su política exterior a occidente con anterioridad a los acontecimientos a mencionar, hubiese perdurado en el tiempo?

El aislamiento japonés no finalizo hasta mediados del siglo XIX, pero este aislamiento no significó que no existiera intercambio comercial entre fronteras, si bien fue escaso, lo hubo, por ejemplo los comerciantes holandeses, portugueses y españoles habían llegado a las costas japonesas a menudo en el siglo XVI. Luego de 1624 no se permitió el desembarco a comerciantes españoles, quienes ademas traían consigo el cristianismo propio de occidente. El gobierno realizo una serie de decretos que mermaban la salida y comercio con exterior, por ejemplo, no permitió la construcción de grandes embarcaciones que pudieran emigrar, con fines comerciales hacia el extranjero. Desde 1641 el comercio entre Japón y el mundo exterior se limito al comercio con los chinos en Nagasaki y también los holandeses.

Lo anterior muestra que los intentos de cierre de fronteras, que esperaban impartir los Tokugawa con el exterior, comenzaban a tener dificultades en su realización, todo producto de la normal necesidad de las comunidades sociales y especialmente de los mercados de relacionarse en busca de traspasos mutuos de elementos.

Hablando de los problemas japoneses internos, algunos de estos ayudarían a apresurar las relaciones exteriores, como lo fue, por ejemplo, el expansionismo de la región nipona (que incluso mas tarde llevará a Japón a formar parte de guerras con China y Rusia, ademas de formar parte importante, como potencia, del escenario mundial económico) producto del incremento demográfico y también otro problema fue la escases de alimentos.

Los esfuerzos del régimen Tokugawa por aislar al país de toda influencia internacional exterior comienzan a verse sobrepasados en un momento culmine “A partir de 1800, primero los comerciantes, luego los diplomáticos y los soldados, después los misioneros, los educadores y los profesores, se aparecieron por el mundo, en número tan elevado y con tal tenacidad y superioridad de fuerzas, que dejaron su impronta en el mundo entero. Este fue el moderno “impacto occidental” que tan drásticamente alcanzaría al Japón, en 1853”. La cita nos muestra que en todo el mundo el expansionismo e imperialismo que se daba en occidente estaba avanzando con gran rapidez, adentrándose en todo lugar posible para esparcir cultura y más que nada involucrar poder

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