Relaciones Estado-Sociedad de acuerdo al modelo de Estado
Enviado por Maiquelis • 14 de Abril de 2014 • 1.904 Palabras (8 Páginas) • 475 Visitas
Desarrollo
1. Relaciones Estado-Sociedad de acuerdo al modelo de Estado.
Las relaciones estado-sociedad (incluyendo su dimensión económica) se producen en tres planos distintos, y en cada uno de ellos establecen un pacto de características diferentes. Por una parte, un pacto de gobernabilidad, según el cual se fijan las reglas de juego que determinan las condiciones bajo las cuales se accede a las posiciones superiores del estado y se despliega el escenario en el cual se desarrollarán las fuerzas productivas y la distribución del ingreso y la riqueza. Por otra, un pacto funcional, que establece un esquema de división social del trabajo según el cual el estado en sus diferentes niveles, el mercado y las organizaciones sociales asumen la responsabilidad de satisfacer las necesidades y demandas de los ciudadanos.
Por último, un pacto distributivo en el cual se deciden quienes participan en los frutos del progreso económico y del cual resultan ganadores y perdedores. Por lo tanto, la relación estado-sociedad es una triple relación. Pero cada uno de los planos de esta relación genera una cuestión fundamental, que forma parte de la agenda esencial del estado. Nos referimos a la gobernabilidad, el desarrollo y la equidad distributiva. Estas son cuestiones permanentes de un modo de organización social cuyo eje ordenador es el sistema capitalista. Estas cuestiones fueron siempre las que dieron contenido sustantivo a la agenda estatal y, en última instancia, justificaron históricamente su conformación.
2. Relaciones Estado-Sociedad en el Estado Liberal, antecedentes.
Este modelo esencialmente plantea que el estado se debe abstener de intervenir en el mercado, manteniéndose tan como garante externo del orden social establecido. Su activación debía limitarse a momentos de crisis y desorden, limitándose exclusivamente a restablecer el orden del mercado capitalista.
En Venezuela se viven momentos de transformaciones revolucionarias en el tránsito de un modelo económico-social capitalista a otro de tipo socialista. Estos cambios tocan a la educación, que debe dar respuesta a dicha transición en función de la construcción de lo nuevo y ruptura con lo viejo. La educación juega un papel determinante, ya que es necesario su aporte para el logro de la hegemonía intelectual por parte del pueblo revolucionario venezolano.
La Universidad Bolivariana de Venezuela y la Misión Sucre nacieron con un claro propósito: la educación necesaria para la revolución bolivariana. Sin duda, dicha aspiración se topa con quienes han detentado el poder en los últimos tiempos: el capitalismo internacional y sus expresiones a nivel nacional. Se trata de una lucha por el poder, donde unos luchan por mantenerse y otros, desplazados, intentan desalojar y recuperar lo perdido por cualquier vía.
Antecedentes:
La Revolución es el acto educativo más importante que pueda darse en una sociedad, se trata de una sustitución cultural drástica, de un cambio profundo en la visión del mundo, de una inmensa conmoción espiritual. De allí que el deber de los revolucionarios es ante todo un deber educativo. Desde la perspectiva crítica emancipadora se entiende por nueva hegemonía como los procesos de “dominio y dirección” conducidos por el pueblo, identificado con un proceso revolucionario, con un líder y con un proyecto de cambio estructural de la sociedad, con el fin de intentar siempre, de manera consciente, preservar, mantenerse y consolidarse en el poder, sobre los sectores que fueron desplazados y luchan por volver.
Por otra parte, se hace necesario reconocer los logros alcanzados en la construcción de la hegemonía intelectual, trabajando en un “nuevo modo de producción del conocimiento”, donde el pueblo revolucionario está participando activamente en una labor educativa integral permanente en el área socio-política y productiva. Igualmente se ha planteado la capacitación de sectores intelectuales, ganándolos para el proceso de cambio y la construcción de colectivos revolucionarios que asuman la producción de conocimiento como “intelectual orgánico colectivo”, sumado al desarrollo de procedimientos que faciliten la producción colectiva de saberes.
La formación de la nueva subjetividad para la revolución bolivariana requiere un intenso y profundo proceso de formación popular, través de una educación radical y liberadora de la dominación capitalista; que esté orientada a la conformación de la conciencia social crítica y de la identidad popular desde los principios bolivarianos de antiimperialismo, anticapitalismo e integración latinoamericana.
3. Estado Neoliberal: El distanciamiento entre el Estado y la sociedad.
El modelo neoliberal, a nivel mundial, luego de una década de aplicación, mostró sus falencias, dejando al descubierto los mismos problemas que el estado de bienestar había tratado de remediar: pobreza, exclusión e injusticia social. En Argentina en particular, el modelo entró en crisis a fin del año 2001, de la mano de la protesta social y la crisis política institucional. Se declaró en default (se dejó de pagar) la deuda externa, y se volvió atrás con la mayor parte de las medidas de ajuste neoliberal.
Este modelo, en sus dos versiones (liberal y neoliberal) requiere de un bajo nivel de involucramiento de la población en la actividad política. De modo que va a tender a reducir la participación electoral, y a mantener la dinámica política fuera del alcance de los grupos subordinados. Por tal razón es que existe una compatibilidad sustancial entre el modelo liberal y los partidos de notables, y entre el modelo neoliberal y los partidos mediáticos. Una de las consecuencias más marcadas del neoliberalismo ha sido el surgimiento de lo que llamamos los estados paralelos.
Esta categoría es conceptuada con relación a organizaciones que funcionan al margen de la ley y que cuentan con el apoyo significativo de las poblaciones más necesitadas. En este contexto está claro que la premisa del neoliberalismo es el principio de la exclusión. Los defensores de esta doctrina consideran inevitable la desigualdad social. Las implicaciones de esta situación de deterioro económico y social con llevan a una situación de ingobernabilidad. Las personas no creen en la autoridad constituida.
Todos estos elementos sugieren que lejos de estar construida una cultura política participativa y democrática, se está solidificando una cultura política fragmentada e individualista con reducido capital social.
4. Relaciones Estado-Sociedad en el Estado de Derecho y de Justicia.
La necesidad
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