Reseñas libros de Roma

• Ad Urbe Condita - Tito Livio 🡪 Libro II

• Titus Livius (64 a.C – 17 a.C), escribió la historia de Roma desde su fundación hasta que se dio el final de la República, no pertenencia a ningún partido político ni poseía un cargo importante, sus escritos van desde los 142 libros de los cuales, solamente sobrevivieron 35, como consecuencia; las piezas clásicas sirvieron para objeto de estudio de los historiadores antiguos. (Su obra carece de fiabilidad respecto a algunas épocas. Su narración se basa desde el punto de vista moral, de la cual cantaba con entusiasmo el esplendor del pueblo Romano; Como antecedente, se sabe que se le encargo la educación del emperador Claudio, de la dinastía Julio-Claudia.

El principal objetivo de la obra es abordar una excesiva redacción en la que se pueda narrar la magnificencia de Roma, recopilando la historia romana, desde la historia del héroe Eneas, hasta óbito de Druso, solo teniendo las fuentes de la época y los conocidos relatos míticos. Pese a que Tito Livio no fuera participe de la política, se considera de la obra también fuera parte de la campaña política del imperio de Augusto. “Es la Roma libre de la que ahora en adelante voy a escribir la historia, su administración publica y el desarrollo de sus guerras, de sus magistrados elegidos anualmente, de la supremacía, de la autoridad de sus leyes sobre todos los ciudadanos…” (Livio, 753 a.C, p. 51)

En este libro se narra los primeros años de la república, el pueblo por fin era libre, se reestructura el senado, en el cual tienen miembros patricios y plebeyos, y se elige un nuevo cónsul, Publio Valerio. Se castiga a los nobles por traición, sin otorgarles los bienes y brindando los tesoros a la plebe, ya que estos querían de vuelta al rey. Tarquinio se entera de esto y organiza una guerra contra Roma, en el cual Publio Valerio regresa con el botín a Roma y Bruto muere luchando contra Tarquinio. Tarquinio es derrotado por Aulo, el cual contribuye a la lucha de los plebeyos para su representación pública, logrando que los plebeyos sean parte de las elecciones populares. También aborda más tardíamente sobre el conflicto entre patricios y plebeyos.

Tito Livio, sin embargo, profundamente rijoso a Augusto, en absoluto renegó de su encanto republicano y al juicio siquiera frecuentó los elementos oficiales. Republicano, conservador y pompeyano, son adjetivos que lo definen. Ciceroniano en política y gustos literarios, ejecuta el ideal de Cicerón, la Historia como “opus oratorium maxime”. Aunque apenas se conoce nada de su historia privada, se puede asegurar que se mantuvo alejado de los cargos y los honores públicos (por primera ocasión no se da el binomio político-historiador), dedicándose por completo y exitosamente al análisis de las letras. Empezó su obra “Ab urbe condita” hacia el año 30 a.C.

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