Reseña De Gestión Publica Y Cambio Cultural

GESTIÓN PÚBLICA Y CAMBIO CULTURAL

“La función administrativa está al servicio de los intereses generales, y se desarrolla con fundamentos en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, económica, celeridad, imparcialidad, publicidad, mediante la descentralización, la delegación, y la des-concertación de funciones”

Lo expuesto con anterioridad se encuentra plasmado en la constitución de 1991, en el artículo 209 del capítulo 5: De la función administrativa, del título VII que hace referencia a la rama Ejecutiva. A continuación, nos dedicaremos a hacer un análisis conceptual y cultural del texto que se titula Gestión Pública y Cambio Cultural. Nos centraremos en el estudio de la descripción de la gestión pública “real” en Colombia y en la apreciación ciudadana de la función gubernamental.

• FUNCION DE LA GESTION PÚBLICA EN COLOMBIA Y APRECIACIÓN CIUDADANA

La captación, organización y secularización de las necesidades que surgen en un país, deben ser vigiladas y solucionadas en la mayor medida posible por el Estado, no obstante en nuestro país se hacen divisiones necesarias para encargarse de ellas, buscando ofrecer atención apremiante, un desarrollo oportuno y la respuesta adecuada; Por poner un ejemplo: si en algún momento un ciudadano normal le surge alguna dificultad o algo que le impida obtener un beneficio Estatal, el se encuentra en todo el derecho de presentar una queja o un reclamo, mas sin embargo según la concepción de la Autora, los funcionarios públicos deben ver a aquel sujeto no como “un cliente o usuario” –términos que la “modernidad” a traído consigo- sino como un ciudadano que llego a necesitar en algún momento una ayuda de una entidad descentralizada por sus servicios. Surge una duda: ¿Sí será que los funcionarios entienden que con ser representantes públicos deben ir más allá de simples personas que llenan contratos temporales, permanentes o de libre nombramiento de una entidad?

Para dar respuesta a lo anterior debemos comprender que estos tiene que velar por su responsabilidad civil, que es el deber de responder con su patrimonio acción u omisión el ejercicio de sus funciones, sin embargo el funcionario público no solo cuenta con esa responsabilidad, también con la responsabilidad penal, disciplinaria, fiscal, la cual connota que esté llega a ser un sujeto que debe “ponerse en el lugar del otro”, en otras palabras su forma de proceder tendrá que ser buscando prevalecer un orden, unos objetivos y metas que llegaran a ser suyos por la representación del Estado que cumplen, a vez este funcionario se debe encargar de brindar la ayuda y la información oportuna a todo aquel que en dado caso necesite de sus servicios.

Siendo taxativos y en concordancia con el artículo citado con anterioridad de la constitución Colombiana, queda claro que el fin último de la gestión pública es promover un servicio a la comunidad, en una constante retroalimentación entre las necesidades del ciudadano y las obligaciones del servidor público, en la búsqueda contante de una gestión efectiva y en transparente en la mayor medida posible, sin olvidar que nuestro país es un Estado Social de Derecho, el cual sabemos de antemano que en él primará y se fundamentará sus acciones en el respeto de la dignidad humana. Tratando con honestidad este punto, quedan en el aire dichas formulaciones constitucionales, ya que cada día se desconfía aun más de la capacidad Estatal para dar soluciones oportunas a las demandas ciudadanas.

En el artículo base que nos encontramos desarrollando se hace hincapié a la complejidad institucional, en la cual mediante “pedagogías” el sistema Estatal sobrepondrá las necesidades del ciudadano para obtener un control social que participa activamente con las entidades e instancias, pero sí lo anterior lo ponemos como una premisa seria e imperativa llegamos a la siguiente conclusión: la sociedad Colombiana está tan ciega frente a la consecución de sus intereses, ocasionalmente no le importa el funcionamiento del Estado ni sus servidores, no conoce su gran rol dentro del mismo, por llamarla de un mudo es una sociedad “apática” a la que no le importa la manera de conseguir las cosas, pues los mismos funcionarios públicos antes de llegar a ser parte de una entidad pública, se consideraron como parte de una comunidad, es decir, hicieron y compartieron con otro ciudadano común y corriente sus condiciones; lo que va a distinguir con él en esta gestión es que él como funcionario público no pone una queja, un reclamo sino que está en el lugar que recibe y se atiende este tipo de problemáticas, en consecuencia con lo anterior debe el servidor público saber cómo se le puede hacer llegar mejor al ciudadano, entenderlo o informarlo, frente al tramite idóneo a realizar. Pero ¿qué pasa? El egoísmo y la falta de compromiso y de reconocimiento de sus obligaciones lo alejan de sus trabajos dando malas apreciaciones al ciudadano de su labor como imagen corporativa, haciendo uso de este término en el sentido institucional, más no aludiendo a lo privado al que suele referirse cotidianamente.

Otro problema latente en la gestión pública Colombiana es el hecho que el aparato legislativo consta de recurrencias de ignorancia de ley, como la autora lo denuncia, la situación de que en el país por medio de la PRAP -Programa de renovación a la administración pública-, se hace un inventario se encuentra un panorama en el cual se repiten las

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