Reseña "Hacia una definición del estatuto epistemológico de la cultura política".
Enviado por Natalia Amézquita • 22 de Mayo de 2016 • Reseña • 1.344 Palabras (6 Páginas) • 364 Visitas
Referencia del Documento: Mejia, Oscar. (2009). Hacia una definición del estatuto epistemológico de la cultura política. COLOMBIA: Universidad Nacional de Colombia, UNIBIBLOS.
Dentro de un contexto poblacional (América Latina), Oscar Mejía en su constante interés por querer exponer los diferentes cambios que han vivido los enfoques tradicionales a la hora de adaptarse a la infinidad de críticas, empieza su enfoque planteando como idea central, que en ciencia política hay un evidente objetivo por examinar los presupuestos epistemológicos de la cultura política, tradiciones, categorías y las conceptualizaciones que componen su cuerpo epistémico. En efecto, el texto busca mostrarnos el carácter multidisciplinario de su concepto; es por ello que plantea su desarrollo desde el punto de vista clásico para luego terminar en la actualidad.
En atención a lo expuesto, es primordial definir el concepto central de cultura política; definir este concepto es difícil, ya que su origen ha evolucionado a través de las diversas tradiciones. Este concepto se le confiere los estudios de Almond y Verba, en donde el concepto de partida establecía la cultura política como el conjunto de orientaciones específicamente políticas de los ciudadanos hacia el sistema político. De esta manera, A&V remiten este concepto más bien hacia la cultura cívica; incluso reconocen que ésta es una cultura política mixta que beneficia la persistencia y el funcionamiento de la participación, donde intervienen actitudes políticas y no políticas, como la participación social y la confianza en los actores políticos. Ahora bien, como elementos teóricos encontramos que la cultura política como subdisciplina es estructural al interior de la ciencia política ya que tiene una gran importancia en la comprensión de los sistemas políticos y las democracias en la medida en que constituye su base.
A la hora de hacer una redefinición de la cultura política se perfila una tendencia paralela que asume tres problemáticas en la consideración general de la cultura y de manera más específica de la cultura política en américa latina; ésta se ve emergida primeramente por la asunción de la tradición hermenéutica continental, luego pasa por la problematización latinoamericana sobre su identidad cultural y por último, en la hermenéutica critica contemporánea. A partir de estas problemáticas, podemos ver que la cultura política ha dejado de ser un concepto pasivo, para convertirse en el concepto en donde todos los órganos de una sociedad forman parte de la cultura, ya que son ellos los que la producen.
Hay una serie de problemáticas que definen tanto la metodología como el carácter que la cultura política posee en nuestro contexto, las cuales son abordadas aisladamente o en conjunto, que desde la hermenéutica critica constituye el estatuto epistemológico de la reconstrucción de la cultura política. Varias problemáticas estructuran su estatuto y la geografía misma de su acceso. En primer lugar, por su carácter metodológico. En segundo lugar, el carácter hibrido de su condición sociológica. En tercer lugar, el problema del diagnóstico mismo de la cultura política latinoamericana en términos de las limitaciones de las neodemocracias a partir de los noventa. En cuarto lugar, los mitos de Estado-nación en el contexto colombiano y por último el problema de la alineación contemporánea a través de la democracia liberal y el estado de derecho. Lo anteriormente dicho, es un modelo claro que para formar una epistemología en la cultura política, es necesario integrar parte de la hermenéutica con la perspectiva individualista dentro del marco de la interdisciplinariedad y tomando como ejemplo el caso particular de Colombia.
De igual manera, encontramos que la cultura está representada como ideología, valor y tradición, lo cual es un perfecto elemento metodológico, ya que sin duda la cultura como ideología ha asumido una posición extendida y predominante en la primera mitad del siglo XX; siendo ésta en general una ideología dominante con la cual las elites dirigentes latinoamericanas han sometido el pueblo, impidiéndole una toma de conciencia sobre su realidad y la explotación de la que es víctima. Por otro lado, la cultura como valor, permite entender la reivindicación de nuestros valores propios frente a la clara simpatía e imposición de las élites latinoamericanas por los valores europeos, anglosajones y angloamericanos. En efecto, se logra explorar nuestra identidad a partir de la recuperación de los símbolos y valores autóctonos. Y por último, la tradición es la que define nuestra identidad cultural a partir de la recuperación hermenéutica de los símbolos y tradiciones latinoamericanas.
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