Reseña histórica de la participación ciudadana en Colombia
Enviado por patriciarei • 29 de Mayo de 2018 • Ensayo • 2.172 Palabras (9 Páginas) • 291 Visitas
Reseña histórica de la participación ciudadana en Colombia
La Participación ciudadana se define: Como un órgano de deliberación donde confluyen todos los factores reales de poder para decidir sobre aspectos como el plan de desarrollo, plan de ordenamiento territorial y presupuesto (atendiendo al ente territorial donde se establezca ), en sí este modelo es un verdadero desarrollo del concepto de democracia participativa que consagra nuestra Carta Política, es un ejemplo de que la soberanía popular consagrada en el artículo tercero de la Carta va más allá del formalismo legalista y los intrincados vericuetos de la ley 134 de 1994 que nunca han permitido que se ponga en marcha un verdadero desarrollo de la democracia participativa, y que por fin salgamos de ese esquema retrogrado de la representatividad y por supuesto que a través de este modelo lleguemos a un verdadero contrato social que provenga de las bases. La participación ciudadana surgió y se ha desarrollado en condiciones de creciente desigualdad social. Colombia presenta uno de los índices más altos de concentración del ingreso en América Latina y la exclusión signa la vida social, económica y política de sus ciudadanos; además, en la segunda mitad de la década pasada, las desigualdades aumentaron. Aunque hasta 1997 se logró una reducción del porcentaje de población por debajo de la línea de pobreza, a partir de 1998 el índice se elevó rápidamente hasta llegar en 2000 a cerca de 60%. 61% de la fuerza de trabajo ocupada se ubica en el sector informal de la economía. El desempleo también creció en la década del 90, en especial a partir de 1998, llegando en 2000 a 16.6%. Sistema político y cultura política La participación ciudadana surge en Colombia precisamente como un medio para renovar las estructuras formales de la democracia y convertirlas en dispositivos capaces de interpretar la voluntad y las demandas de la población, pero se desenvuelve en un marco de relaciones sociales, políticas y simbólicas fuertemente atravesadas por el ethos clientelista. Al clientelismo se suman las conductas corruptas y la creciente desconfianza de la ciudadanía en la política y los políticos, abriéndose así un abismo entre el ciudadano y la esfera pública, que de entrada constituye una poderosa barrera a la participación, pues se la asocia además con la política y esto conduce a su estigmatización.
La autora Alejandra Echeverri Jaramillo en su escrito denominado: LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN COLOMBIA: REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA CONSTITUCIONAL Y LA NORMATIVIDAD ESTATUTARIA “Expresa que Las sociedades modernas buscan actualmente los mejores medios para transitar hacia un modelo de organización política en el que la democracia se vuelva más real, la democracia política se extienda a la sociedad y la democracia representativa se complemente con mecanismos de democracia directa [...]aprovechando las virtudes del sistema representativo e incorporando las ventajas de la participación ciudadana, todo lo cual estructura la base del esquema de «democracia participativa».”
La Constitución de 1991 se quedó corta en la definición de los mecanismos del ejercicio de la participación democrática. Ese vacío ha sido aprovechado para recrudecer políticas perversas que han reducido sus grandes posibilidades a simples espejismos jurídicos de buenas intenciones. En síntesis los mecanismos consignados en las distintas leyes tienen que ver con las posibilidades que tienen los ciudadanos de informarse sobre la acción y actuación democrática, pueden ser objeto de manipulación por parte del gobierno de turno. Pues si analizamos detenida mente vemos a nuestro país inmerso en una encrucijada y enfrentar males como, la guerrilla, el paramilitarismo, la corrupción del aparato burocrático, la delincuencia común, la inoperancia del aparato de justicia, el atraso tecnológico, la pobreza, el desempleo, los pésimos niveles de la cobertura en la educación pública, la escasa producción agroindustrial; requiere de grandes compromisos políticos, económicos con los sectores populares. No es suficiente realizar veedurías, fiscalizar o aplicar algunos mecanismos consagrado en la ley. Lo que hace pensar, en la necesidad de cambiar el rumbo de las actuales políticas económicas y sociales. Asumiendo una plena participación ciudadana lo cual implica tener una visión crítica frente a una globalización injusta y sobre, contra las políticas neoliberales de los gobernantes de turno. Nuestro país Colombia requiere de una nueva acción política, en donde la participación democrática y el aprovechamiento de los recursos sean para las mayorías nacionales. Por tal razón se hace necesario que la participación ciudadana deje de ser un simple enunciado formal y se convierta en verbo permanente, ligado a la formación del nuevo ciudadano constructor de paz y de nuevo país. Pero para lograrlo se hace necesario ser más solidarios, más pluralistas, más tolerantes y sobre todo equitativos. Nuestra amada Colombia requiere de un sector dirigente que renuncie a toda pretensión de unanimismo, amiguismos, clientelismo y cuyo imperativo ético sea la responsabilidad social con los bienes públicos. Si analizamos un poco a los grandes estudiosos de la política como Norberto Bobbio lo podemos definir como un maestro en cuanto a teoría política se refiere. Pues sus novedosos apuntes y aportes de este escritor italiano a cuestiones como los sistemas políticos, el Estado y el poder han sido valiosos y han servido para sopesar el sentido y el desarrollo de éstos en las sociedades modernas y contemporáneas. Este en su obra denominada: El futuro de la democracia: Investigación que está centrada en la inevitable supervivencia del régimen democrático. Al cual Bobbio define: como "un conjunto de reglas procesales para la toma de decisiones colectivas en el que está prevista y propiciada la más amplia participación posible de los interesados”.
En donde no todas las decisiones se dejan a los representantes elegidos democráticamente, sino que algunas pueden ser adoptadas, complementadas o modificadas directamente por el pueblo o con su intervención, a través de figuras como el plebiscito, el referendo, la consulta popular, la iniciativa popular y el cabildo abierto. Y, además, que las decisiones que adopten dichos representantes de participación-decisión). De otro lado, otras formas de participación democrática se presentan en la posibilidad de acceder a los cargos públicos (participación-gestión), de ejercer las acciones públicas (participaciónfiscalización) y de prestar los servicios públicos o controlar su prestación (participación-gestión, participación-control).
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