Resumen Capitulo 2 Buchbinder "La Universidad De Buenos Aires: Orígenes"

CAPITULO 2 - BUCHBINDER

LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES (ORÍGENES)

El capítulo habla un poco acerca de los orígenes de la Universidad de Buenos Aires a partir de su creación (en 1821) en un marco de crisis del modelo escolástico; a raíz de una creciente tendencia hacia la incorporación del conocimiento científico para la generación de un conocimiento útil para la sociedad, orientado en su mayoría a la acción y resolución de problemas concretos. Entonces, desde sus orígenes, las instituciones porteñas de enseñanza superior debieron responder a los desafíos que presentaba la creciente importancia de la ciudad en el comercio y la vida económica y política rioplatense, alejándose de a poco de la dominación e influencia de la Iglesia en términos generales.

En un contexto nuevo, que tenía a la Ciudad de Buenos Aires como capital de un Estado autónomo (el de la Prov. de Bs. As.), es donde surge la U.B.A. bajo el gobierno de un grupo de personalidades notables (tanto del clero como fuera de él) dentro de las cuales se encuentra el gobernador Martín Rodríguez y su Ministro de Gobierno, Bernardino Rivadavia, quienes procuraron reorganizar el aparato de Estado, para modernizarlo y adecuarlo a las circunstancias políticas. La UBA, impulsada por Antonio Sáenz (primer rector), se organizó en seis departamentos: Primeras letras (educación básica), Estudios Preparatorios, Medicina, Ciencias Exactas, Jurisprudencia y Ciencias Sagradas. Se creó también el Tribuna Literario, que asesoraba al rector y podía tratar las apelaciones a las decisiones de éste.

Este primer momento de la UBA estuvo atravesado por problemas como: el reducido número de alumnos, el escaso compromiso de sus catedráticos con la enseñanza, la dependencia en lo presupuestario a la disponibilidad de recursos de la provincia, la falta de un reglamento interno y algunos recurrentes conflictos con aquellos adeptos a la modelo de la escolástica. Sin embargo, durante su rectorado, Sáenz logró avances como: reglamentar los estudios preparatorios, se crearon las Cátedras de Economía Política, Química y de Física Experimental, dispuso la publicación impresa de los cursos de los profesores, entre otros logros.

El siguiente mandato como rector, fue asumido por José Valentín Gómez, quien se ocupó de las cuestiones pendientes. La Universidad sería ahora presidida por un rector y un vicerrector, se reglamentó la expedición de títulos y se incorporaron al plan de estudios varias materias más.

Hacia mediados de la década de 1830, la Universidad comenzó a sufrir las consecuencias del proceso de aguda politización impulsado por el gobierno de Rosas, lo que llevó a que varios de los miembros de la institución abandonaran la enseñanza. En 1838, en el marco de las dificultades económicas provocadas por el bloqueo francés a Buenos Aires, la Universidad debía obtener los recursos económicos a través de los aportes de los padres o tutores de los alumnos, por lo que se incrementaron los aranceles, y se agudizó la supresión de cátedras y la expulsión de profesores. Sin embargo, durante la etapa rosista la Universidad siguió funcionando y educando a muchos de los protagonistas de la vida política de la provincia y siguió siendo escenario de innovaciones culturales (ej: el romanticismo).

Luego de la caída de Rosas ocurrieron nuevas transformaciones para la UBA. La actividad universitaria se concentró en los cursos preparatorios y en los de jurisprudencia, ya que los de Medicina fueron separados de la UBA. Se le restituyeron las partidas presupuestarias, se agregaron materias a los estudios preparatorios como: Literatura, Geografía y Dibujo y se dieron cambios relevantes en los estudios de Derecho. La reforma del plan de estudios cobró especial impulso José Barros Pazos se hizo cargo del rectorado (primer laico en ser rector de la UBA). Bajo su mandato también se introdujeron otras innovaciones tales como la decisión de otorgar los cargos de catedráticos a través de concursos de oposición. Sin embargo, durante toda la década de 1850, los planes de estudios y la organización de la Universidad continuaron subordinados al poder político.

LA FACULTAD DE MEDICINA

El hecho de que esta Facultad permaneciese al margen de la Universidad desde 1852 y por más de veinte años es un hecho significativo, dado en un marco en el que se trataba de definir a los médicos como un grupo profesional con estatus y características particulares.

Una pequeña elite de médicos trató de controlar los mecanismos que regían el funcionamiento y acceso a la comunidad profesional y, en ese marco, la Facultad desempeñaba un papel clave. Preservar la autonomía de la Facultad con respecto a la Universidad, era también una forma de evitar la intromisión de otros grupos profesionales.

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