Resumen del texto de ARÓSTEGUI, Julio, Orígenes y problemas del mundo contemporáneo
Enviado por AldiMB • 2 de Julio de 2023 • Resumen • 1.839 Palabras (8 Páginas) • 215 Visitas
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ALUMNA: Aldana M. Bergerat.
CARRERA: Lic. En Producción de Radio y Televisión.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS, ARGENTINA.
DESARROLLO: (Síntesis)
ORÍGENES Y PROBLEMAS DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO.
Este capítulo habla sobre las revoluciones de fines del siglo XVIII hasta el siglo XX, en el cual, según el autor, se desarrollan una nueva revolución de la civilización y de la cultura. Aróstegui realiza un Recorrido histórico para comprender el mundo contemporáneo. Hay una nueva forma de civilización contemporánea nacida en Occidente y que se extendió al resto del mundo hasta llegar a la Globalización la cual el autor llama “nueva revolución de la civilización y la cultura”.
- EL ORIGEN REVOLUCIONARIO OCCIDENTAL DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO.
La explicación clásica de la revolución se presenta como un enfrentamiento histórico entre dos fuerzas sociales, la antiguamente hegemónica Aristocracia y la naciente burguesía, es decir como la “revolución burguesa” una visión muy discutida y revisada.
Desde los años 50 del siglo XX fueron apareciendo ya explicaciones contrapuestas a ésta, se plantea que no fue una revolución sino una larga evolución que venía produciéndose en el sistema capitalista multisecular del siglo XVI y que tuvo su momento cumbre en la “revolución francesa”. Una de las causas por las que se niega que haya sido una revolución burguesa es porque en el siglo XVIII Francia ya no era un país feudal. Desde la década del 70 del siglo XVIII hasta las revoluciones de 1848 hay un largo período de grandes convulsiones que modificarán profundamente las estructuras sociales y el carácter de los Estados.
Entre 1776 y 1848, debe seguir hablándose de un periodo revolucionario, en el que se forja el mundo contemporáneo que hemos conocido en los siglos XIX y XX.
La Gran Revolución no fue planificada pero la crisis del sistema social del feudalismo tardío y del aparato político de las monarquías absolutas llevó a las sociedades a que se produjeran. Poniendo fin a una situación de crisis y de profundo cambio. El mundo contemporáneo nace a raíz de estas revoluciones, pero según Tocqueville “la ruptura que produce la Revolución en la historia occidental no destruyó enteramente al viejo mundo ni inventó todo lo que se mantuvo en el nuevo mundo”. El mundo contemporáneo se construye sobre la base de procesos muy largos producidos en el occidente europeo y americano por la aparición en Italia y luego en todo el continente de la cultura del Renacimiento. Proceso con formado por la reforma protestante, doctrinas políticas del autoritarismo y absolutismo, pensamiento de las luces, filosofía del liberalismo y expansión mundial del capitalismo, bajo la forma del industrialismo.
Se produjeron cambios de enorme importancia: Socialmente, los viejos estamentos quedan arruinados y aparecen las clases sociales con el predominio de un grupo complejo formado por la burguesía, en cuyo seno existen diversos sectores y fracciones. En política, hay una inmensa transformación desde las antiguas monarquías a los regímenes representativos, de opinión pública y sufragio. Económicamente, desaparecen o se transforman profundamente, se desarrolla la industria y se impone el dominio universal del mercado.
Existe también otro rasgo más que tiene una fundamental importancia en relación con la que se ha considerado muchas veces una de las grandes aportaciones de la contemporaneidad, es decir, el universalismo ideológico. La misma, en las construcciones políticas, económicas e ideológicas no fue incompatible con la imposición de una ética del individualismo.
En el siglo XIX, con el despegue económico y técnico de Europa debido a la etapa industrialista se convierte en un proyecto político e ideológico para las naciones y estados europeos y surge el moderno colonialismo, base y fundamento del imperialismo.
- EL MUNDO CONTEMPORÁNEO, NUEVA ÉPOCA HISTÓRICA.
En algunos momentos de la historia de Occidente podemos comprobar que en las sociedades europeas o en determinados sectores sociales e intelectuales, ha habido conciencia de estar viviendo un cambio trascendental. Es indudable que la Edad Contemporánea arranca con cambios bruscos y revolucionarios que provocan la ruptura del espacio de inteligibilidad que caracteriza una época anterior.
Las bases del mundo Contemporáneo en el siglo XVIII son: la Edad Moderna que inicia en el siglo XVI donde comienza a crearse un sistema mundial tras el descubrimiento del “nuevo mundo”.
Algunos pensadores creen que la época contemporánea es la que se produce como resultado de la primer gran guerra del siglo XX, es decir, la Primera Guerra Mundial en 1914 que se convierte en el símbolo de un nuevo viaje histórico y de gran trascendencia. Cerca de los comienzos del siglo XX se entra en una nueva fase histórica mundial. Existen 2 momentos diferenciados de esta historia: el de la conformación del mundo contemporáneo que coincide en líneas generales con el siglo XIX hasta 1914, y el de la madurez del nuevo mundo que se consolida en el siglo XX y que nos ha llevado al umbral de una nueva era.
Hobsbawn habla de un “largo siglo XIX” que es el que transcurre desde 1776 cuando empieza la revolución de los colonos de América del Norte contra la monarquía británica y 1914 cuando se desencadena la Gran Guerra; Y de un “corto siglo XIX” que va desde 1914 a 1989.
- NACIMIENTO, CONTENIDO Y DIFUSIÓN DE LA MODERNIDAD.
La historia contemporánea es la culminación y plenitud de lo que representó la modernidad. Cuando hablamos de la modernidad, nos referimos a la modernidad de la razón; hablamos del cambio de mentalidad y de civilización que parte de la Ilustración o del pensamiento racionalista del siglo XVII y ya en el siglo XIX se consagra la primacía del pensamiento científico. La expresión “contemporaneidad” va ligada, a la prolongación, consolidación y expansión de los ideales racionalistas de la Ilustración. Mientras contemporaneidad empezó siendo una denominación histórica, la modernidad era un rasgo cultural.
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