Retos De Los Maestros

La principal dificultad para los niños en el aprendizaje de Historia, son las concepciones de tiempo, lugar y época. Ya que ambas son de carácter abstracto para su edad. Otra dificultad es la manipulación, el material concreto es esencial para el aprendizaje del niño. La historia está enfrascada a la simple narración. El tiempo para ellos se mide en un entorno egocéntrico, y los conceptos de siglo, año, época son desconocidos e inútiles para ellos. Por tanto carecen de sentido en el aprendizaje. Para el niño es interesante, importante o de aprendizaje significativo, todo aquello que el es útil, funcional, necesario. Mientras la historia no tenga un toque de relevancia para él, no le brindara el ímpetu que merece la asignatura. El decir que es parte de su cultura general o de su formación no es suficiente para una persona que tiene 8, 9 o 10 años de vida, y que sus intereses, están muy ajenos, a lo que la asignatura le plantea.

El reto consiste pues en, darle la herramienta de utilidad a la asignatura para el niño. Además de iniciar con las bases y conceptos que en ella se incluyen antes de echar andar los temas a presentar. Para hablar en el mismo idioma. La enseñanza parte de quien la presenta, en este caso el maestro. Debe considerar principalmente el conocimiento de ella, estar muy bien alimentado de la Historia misma, dominar el manejo de la información, sentir seguridad al expresarla. Evitar a toda costa, el fomento de la memorización en la asignatura, esto se traduce en un aprendizaje de vapor, no es útil para los niños, y se va en el primer aire.

Las narraciones parece ser un estilo de enseñanza particular de Historia, pero pensando en el resultado que ha dejado por tantas generaciones, vale la pena, cambiar la modalidad, atreverse e incluir, algo distinto a lo de “siempre”. Poniendo interés en los objetivos, la creatividad puede darnos, más opciones para mejores resultados, o bien resultados verdaderos, durables.

La historia vive, en nuestras acciones. Somos parte de ella, como hojas de un árbol. Reconocer ese hecho es todo un fenómeno para un alumno dentro de la escuela primaria. Debe enseñarse como un valor más, que tiene utilidad para nuestro futuro, y raíz en nuestra vida diaria. Los obstáculos que se presentan para lograrlo, vienen de ambos polos, maestro – alumno.

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