Revolucion Francesa
Enviado por • 18 de Marzo de 2014 • 4.642 Palabras (19 Páginas) • 209 Visitas
1. ANTECEDENTES Y SITUACIÓN DE FRANCIA A VÍSPERAS DE LA REVOLUCIÓN
1.1 ANTIGUO RÉGIMEN E FRANCIA Y LA OPOSICIÓN A ESTE
Se entenderá por antiguo régimen a las situaciones económicas, políticas y sociales comprendidas en Francia y Europa en general hasta fines del siglo XVIII.
• Situación política
La organización política de Francia, hacia 1789, era monárquica. El rey pretendía que su poder derivaba de Dios, a quien únicamente debía cuenta de sus actos. Sus súbditos no tenían ningún derecho, solo el deber de obedecer.
El rey declaraba la guerra y hacía la paz; comandaba los ejércitos; determinaba los gastos y fijaba los impuestos; nombraba y destituía a los funcionarios y dirigía la administración completamente. Las provincias eran administradas por los intendentes, con poder arbitrario.
El rey cumplía el papel de legislador, y estas leyes eran la expresión de su propia voluntad, pues si bien debía tener en cuenta las "costumbres fundamentales del reino", tales costumbres eran contradictorias y vagas. Además, el rey dirigía la administración de justicia, pues esta se dictaba en su nombre y por funcionarios que el designaba. Se usaba el tormento para lograr la confesión de los acusados, a quienes se juzgaba en secreto y a los que se aplicaban las penas bárbaras de las marcas con hierros candentes, de la picota, del látigo y de la horca.
La libertad individual estaba amenazada constantemente por la policía, que podía aprehender a cualquiera con una simple orden del rey.
Existía la censura previa y no existía la libertad de consciencia.
En conclusión el rey era quien tenia la soberanía absoluta.
• Situación económica
La industria estaba entorpecida con excesivas reglamentaciones e impuestos. Existían aduanas internas; las pesas y medidas variaban según las regiones; algunos artículos, como los cereales, debían consumirse en el lugar de producción; se aplicaban derechos de aduna que en muchos casos anulaban el intercambio.
• Situación social
En la sociedad francesa se distinguían tres estados o clases:
• El clero: era la primera de las clases sociales privilegiadas. Conservaba un gran prestigio e influencia. Además recibía los diezmos de los fieles, poseían extensas propiedades, que abarcaban la cuarta parte de la superficie de Francia, y como si fuera poco, no pagaban impuestos.
• La nobleza: esta era la segunda clase privilegiada formada por un número de personas análogo al del clero, que poseían tierras de parecida importancia y extensión. Percibían de los campesinos, que vivían en sus tierras, los antiguos derechos feudales, y sólo pagaban impuestos en casos especiales.
• En el tercer estado se distinguían distintas categorías, alguna de las cuales había logrado privilegios. La capa superior del estado llano era la burguesía; la inferior, los obreros y campesinos. Estos últimos soportaban pesadas cargas que, en la generalidad de los casos, les privaban de las cuatro quintas partes del fruto de su trabajo. Debían pagar los impuestos al estado, el diezmo a la iglesia y los derechos feudales al señor.
1.2 CAUSAS QUE LLEVARON A LA REVOLUCIÓN FRANCESA
la revolución francesa abarca un periodo de 10 años, durante los cuales se establecieron en toda Europa nuevas costumbres, nuevas tendencias espirituales y nuevos modos de pensamiento.
Las causas de la revolución francesa fueron en primer término las arbitrariedades y abuso del antiguo régimen(monarquía), ya mencionadas, y en segundo lugar la acción de los filósofos y enciclopedistas.
Las causas ocasionales de la revolución francesa fueron la debilidad de carácter del nuevo rey Luis XVI y la grave crisis financiera.
2. INICIO DE LA REVOLUCIÓN
la revolución francesa la dividiré en 4 etapas, para mayor explicación y entendimiento del tema.
2.1 Luis XVI y la Asamblea constituyente
Para solucionar los problemas económicos, el débil monarca Luis XVI convocó a los Estados Generales del Reino (una asamblea consultiva) que no se reunían desde 1614.
Esta convocatoria fue exigida por los "privilegiados" (clero y nobleza) quienes se negaban a pagar los tributos indispensables para conjurar la crisis económica. Los burgueses se aprovecharon de estas circunstancias y, ante la amenaza de la nobleza armada que pretendió mantener sus privilegios, movilizaron a toda la nación.
El pueblo salió a las calles de París y el 14 de julio de 1789, se apoderaron de la Bastilla. Esta prisión era el símbolo del absolutismo político y del régimen que se deseaba cambiar. En esta jornada, una muchedumbre de artesanos, obreros, tenderos, estudiantes y funcionarios se impusieron a las tropas reales.
Durante el transcurso de los diez años siguientes a estos acontecimientos, los ideales revolucionarios demostraron su fuerza. Se obtuvo la libertad política, la dictación de una Constitución que dividía los poderes del Estado para garantizar la libertad individual, para asegurar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y para permitir la expresión de la soberanía popular mediante el sufragio.
A fin de defender sus conquistas ante la reacción de la nobleza que se alió con los monarcas extranjeros, los burgueses revolucionarios exaltaron el principio de la nacionalidad identificando a la Nación con el Estado. Al comienzo, nadie pensó que la conquista de la libertad desataría la violencia y la destrucción, pero así sucedió.
La Asamblea Nacional Constituyente comenzó su actividad movida por los desórdenes y disturbios que estaban produciéndose en las provincias. El clero y la nobleza hubieron de renunciar a sus privilegios en la sesión celebrada durante la noche del 4 de agosto de 1789; la Asamblea aprobó una legislación por la que quedaba abolido el régimen feudal y señorial y se suprimía el diezmo, aunque se otorgaban compensaciones en ciertos casos. En otras leyes se prohibía la venta de cargos públicos y la extención tributaria de los estamentos privilegiados.
la Asamblea Nacional Constituyente se dispuso a comenzar su principal tarea, la redacción de una Constitución. En el preámbulo, denominado Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano, los delegados formularon los ideales de la Revolución, sintetizados más tarde en tres principios, "Liberté, Égalité, Fraternité" ("Libertad, Igualdad, Fraternidad"). Mientras la Asamblea deliberaba, la hambrienta población de París, irritada por los rumores de conspiraciones monárquicas, reclamaba alimentos y soluciones. El 5
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