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Revolucion Industrial


Enviado por   •  26 de Agosto de 2013  •  5.975 Palabras (24 Páginas)  •  259 Visitas

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Revolución Industrial

El término revolución indica un cambio inmediato o transformación radical y profunda respecto al pasado. Significa la desaparición del modelo anterior y la aparición de uno nuevo.

En la segunda mitad del siglo XVIII, la Revolución Francesa, significó el hundimiento de la monarquía absoluta y su reemplazo por una república dirigida por burgueses, en el marco de sangrientas luchas internas y guerras con otros países.

En la misma época, comenzaba en Inglaterra, un fenómeno que produjo transformaciones aún más profundas en la sociedad. Esta revolución “secreta”, transforma la industria en la actividad más importante de la economía y desplaza a un segundo plano las actividades rurales, que habían sido las principales actividades y habían regido la vida de los hombres durante años.

Para Fontana, la Revolución Industrial quedaba definida con rasgos cataclísmicos y apocalípticos,, como un cambio estructural, social y de modo de producción, sin precedentes en la historia de la hu8manidad, en el que se pasó en un breve período de tiempo de una economía agraria y artesanal a otra dominada por la industria, la fábrica y el proletariado urbano.

Se trató de un período histórico, dividido en dos fases: la primera se dio entre 1750 y 1850, donde tuvieron importancia y se desarrollaron la maquina a vapor, el ferrocarril y el telégrafo, elementos que permitieron un aumento y mejor intercambio de productos; la segunda fase, se dio entre 1850 y 1914, donde tuvieron mayor auge el petróleo, la electricidad y el acero.

El término Revolución Industrial se comienza a utilizar en Francia en los primeros años del siglo XIX, como una comparación con lo que había convulsionado a Francia en 1789. La primera fue pacífica” dichosa y apacible revolución que nada tiene en común con las que han ensangrentado al mundo”. (Annales des Arts el Manufactures, 1815)

Engels, en 1845, en su “Situación de la clase trabajadora en Inglaterra”, consolida el término incluyéndolo en un primer análisis social.

Marx en “El Capital”, describe con amplitud, con aspecto negativo la descalificación del obrero, su conversión en simple fuerza de trabajo.

Como vemos se trata de un término que genera distintas visiones y puntos de estudio, con conclusiones encontradas. En nuestra sociedad y tiempo, suele considerarse ajena.

Sin embargo, su estudio posibilita la comprensión de los ini9cios del régimen socioeconómico bajo el cual vivimos, así como sus primeras modalidades de penetración en América Latina. La actualidad se torna evidente en sociedades como la nuestra, porque precisamente aquí la industrialización es una cuestión pendiente.

Mientras crecían barrios proletariados londinenses, marinos británicos intentaban la conquista del río de la Plata, mientras que en Inglaterra la máquinas de vapor revolucionaban la producción, América Latina rompía lazos coloniales con España y Portugal, en buena parte debido a la previa afirmación de los intereses británicos aliados a prósperas burguesías comerciales criollas. El estudio de la revolución Industrial, permite visualizar los inicios de la configuración del mundo dividido en centro y periferia, en la que las periferias lo son al adecuarse a las lógicas, las ideas y los intereses del capitalismo. En aquel entonces Inglaterra montó un escenario en el cual a América Latina le fue asignado un lugar.

El antiguo régimen

Las sociedades del Antiguo Régimen se caracterizan por tener una población estancada, sometida periódicamente a las llamadas crisis de subsistencia, y que aún no han conocido la revolución demográfica que hará crecer la población europea a ritmos nunca antes conocidos. Se trata de una sociedad formada por grupos muy cerrados: la sociedad estamental. Esta sociedad, se caracteriza por la desigualdad legal entre los diferentes grupos sociales o estamentos. De un lado distinguimos el grupo de los Privilegiados, constituidos por la nobleza y el alto clero, que poseían enormes riquezas provenientes de las rentas de la tierra y gozaba de exenciones fiscales (estaban excluidos del pago de varios impuestos) eran juzgados según leyes distintas a las del pueblo, y se reservaban los cargos más importantes del ejército, la iglesia y el estado.

De otro lado tendríamos al estamento no privilegiado, que no era un grupo nada homogéneo, pues cabían en él, desde ricos comerciantes y banqueros (que nada envidiaban a la nobleza en cuanto a riqueza) hasta el más humilde de los campesinos, pero que tenían en común el hecho de ser quienes sostenían económicamente el país con su trabajo, y el estado con sus impuestos. Constituía habitualmente 9/10 de la población, de ellos la mayoría campesinos pobres.

Las economías de base agraria se caracterizaban por una bajísima productividad, por estar dirigida al autoconsumo (el campesino piensa fundamental en alimentarse directamente el mismo y sus familias con el producto de sus tierras) y no a la comercialización, y por la utilización de técnicas y herramientas que apenas han conocido cambios en varios siglos: la utilización del arado romano sigue siendo general en casi toda Europa y el mantenimiento del barbecho (dejar sin cultivar cada año un tercio o la mitad de las tierras para que esta recupere sus nutrientes) en la rotación de cultivos como técnica de fertilización de las tierras.

Además en muchas zonas se conservan estructuras del llamado régimen señorial típicas de la Edad Media, allí muchos campesinos en teoría hombres libres, debían sin embargo pagar impuestos a su señor (normalmente algún gran propietario de la zona con un título de nobleza o algún cargo eclesiástico) en forma de pagos en moneda, en especie (una parte de la cosecha) o personal (trabajando gratis durante varias jornadas en las tierras del señor). Además estos campesinos debían aceptar la autoridad judicial del señor y estaban obligados a utilizar (pagando) el molino, e incluso a pedir su autorización para casarse. Todavía en el siglo XVII en muchas zonas de Europa esos campesinos tenían prohibido moverse de sus tierras y buscar otro trabajo, obligación que heredaban sus hijos. Sin embargo este sistema señorial se había debilitado con la peste que diezmó la población europea desde fines del siglo XIV.

Mientras en algunos países del este de Europa el régimen señorial sigue vigente de lleno, en Gran Bretaña ya casi ha desaparecido, lo que es considerado por muchos historiadores como favorable para la modernización de la agricultura y de la economía en general que se producirá en este país a partir el siglo XVIII.

En esta economía agraria convive en muchas zonas con un importante desarrollo urbano y comercial dinamizado por los grandes descubrimientos

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