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Revolucion Mexicana


Enviado por   •  12 de Febrero de 2012  •  1.968 Palabras (8 Páginas)  •  548 Visitas

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Revolución mexicana.

“La Revolución es una súbita inmersión de México en su propio ser. De su fondo y entraña extrae, casi a ciegas, los fundamentos del nuevo Estado. Vuelta a la tradición, reanudación de los lazos con el pasado, rotos por la Reforma y la Dictadura, la Revolución es una búsqueda de nosotros

Mismos y un regreso a la madre.”

La explosión revolucionaria es una portentosa fiesta en la que el mexicano, borracho de sí mismo, conoce al fin, enabrazo mortal, al otro mexicano.

La libertad, la democracia, el progreso y el crecimiento, han sido y serán siempre

separadas por una barrera enorme, pero al mismo tiempo, son consecuentes una de otra, ya

que, la inexistencia de una hace difícil la fructificación de la siguiente.

La revolución mexicana, fue un proceso, en el que se peleó por la causa sublime de un

pueblo subyugado que clamaba justicia, sólo justicia, y que por el contrario de recibir una

respuesta favorable a su demanda, sólo fue reprimido, pues se proclamaba en contra de un

gobierno que a sus consideraciones –de las autoridades-, laboraba correctamente, a favor de

la comunidad. Esto se convertía en un elemento a contraviento para los perseguidores de la

causa.

Hoy en día, el recordar las hazañas de aquellos valientes reconocidos y de los anónimos,

por qué no, esos que sin esperar un monumento o una placa en plazas públicas, combatieron

tenazmente, arriesgando su vida y las de sus familias, solamente persiguiendo un sueño que, tal

vez inalcanzable y estratosférico se llegó a consumar; es de suma importancia, ya que, sin

imaginárnoslo puede ser que algún día, no deseado, tengamos la obligación o el deber de

ponernos en el lugar, que un día fue ocupado por un hombre o una mujer como nosotros, con

un sentimiento de amor y compromiso por su patria, dejando atrás prejuicios para unirse en un

solo sentir, el sentir de México que nos necesita.

Hablar de Porfirio Díaz, no es sinónimo de maldad, reprensión y privilegios personales

solamente, pues, también es hablar de un hombre con deseos de progreso y trascendencia,

palpable en el impulso que dio a la industria, el ferrocarril y el telégrafo; combatió la deuda

externa para hacer notar a países del extranjero que México era un país seguro para invertir,

esto, trajo grandes empresas que pusieron en nuestro territorio la confianza para crecer y

brindar a al población servicios de alto rango, posicionando al país a la par de naciones

netamente industrializadas. Tal vez, el dictador visionaba grandes proyectos, pero no le fueron

del todo fructíferos, pues la incorporación de México al comercio internacional hizo que al país

le afectaran las crisis internacionales.

Gran parte de la prosperidad fue producto de las masivas inversiones extranjeras. El

capital mexicano no se aventuró hasta muy tarde en la agricultura de exportación y en la

industria fabril, por lo que no pudo establecerse el equilibrio, esto produjo que los beneficios

para el país fueran menores, pues la cultura y la educación europea, que entonces nos

influenciaba, siempre fueron menores que las estadounidenses, era ahí donde se veía una

marcada distancia, entre un mexicano y un norteamericano. Aunado a esto, la prensa

comenzaba a hablar duramente de Porfirio Díaz por ello, fue cesada. Pero el mayor de losdelitos del dictador, fue haber prometido una democracia en las elecciones de 1910, lo cual,

cómo es visto hoy en día sólo sería un trámite más para reelegirse, esto inquietó aún más a

Madero y a sus seguidores, por dicho motivo, decidieron levantarse y en unas nuevas

elecciones, ganó el revolucionario con un aplastante 99% de los votos. Aún existía ese actuar

errado, basado en el terror, la opresión y la coartación de derechos a los que todos debían

tener acceso, motivo principal por el cual, nuestros paisanos llegaron a esos extremos. Como

olvidar la ya famosa frase de don Porfirio Díaz como: “Mátenlos en caliente” haciendo

referencia a sus opositores.

Ahí fue donde entraron en marcha hombres como el supersticioso Madero, que en

confianza con su hermano fallecido, luchaba por su ideal, llegar a la presidencia y derrocar al

Dictador; pero no olvidar que era de una de las familias más ricas de Coahuila, y era eso, lo

que le hacía pensar, además, en favorecer a los latifundistas, que en ese tiempo poseían la

mayoría del territorio nacional. Su capacidad de convocatoria era increíble pues aún desde los

Estados Unidos, invitó al pueblo a levantarse un 20 de noviembre en contra del gobierno, por

más paradójico. Era un hombre cauteloso y ambicioso al mismo tiempo, era tanto su deseo por

llegar a la presidencia, que al estar ahí, cometió varios errores, como formar un parlamento que

sólo favorecía a los porfiristas, ya que, ni obreros ni zapatistas estaban representados, esto le

provocó que su imagen decreciera mucho popularmente hablando, pues quienes en un

tiempo confiaron en él como una esperanza, para eliminar el antiguo régimen, ahora se

oponían rechazándolo y criticándolo en periódicos y revistas, libertad que fue puesto en

marcha nuevamente con él en el poder, pero que sólo le sirvió para desprestigiarloOtros como Zapata quien como estandarte del campesino, del peón y del gañán, se

levantó por una de las más sublimes causas de la revolución, la repartición de tierras a quienes

las habían trabajado, a quiénes realmente, supieron exprimir todos los beneficios que, sólo la

tierra es capaz de brindarnos. Él que ingenuamente confió en que Francisco I. Madero se

ocuparía de responderle favorablemente, sólo vio cómo, fue ignorado, pues fue más el peso

de la burguesía latifundista que, el reclamo mudo de una clase baja, la cual, sólo reclamaba lo

que le pertenecía, su tierra, su México. Quién mejor que ellos merecían ser poseedores de lo

que la divina gracia del Dador de la vida, se plació en otorgarnos, la tierra,

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