Revolución Mexicana

LA REVOLUCIÓN MEXICANA

Esta revolución fue la primera que tuvo lugar dentro del siglo XX; una de las más largas y sangrientas revoluciones de américa, la época armada de la revolución mexicana, que duró de 1910 a 1920 y cobró más de un millón de muertos y exiliados al pueblo mexicano, quienes lucharon por obtener y gozar de un gobierno como el que ahora poseemos.

La revolución mexicana comenzó siendo una propuesta de cambio político, pero más tarde comienza a involucrar al mayor problema que enfrentaba México en aquel entonces: la cuestión agraria.

ANTECEDENTES

Antecedentes e influencias

Podemos encontrar como una de las principales influencias que dieron lugar a la revolución mexicana a la época de gobierno del general Porfirio Díaz Mory, quien fue candidato a la presidencia en dos ocasiones: en 1867 y 1871, siendo vencido en ambas ocasiones por Benito Juárez tomó el camino de las armas fracasando en ambas ocasiones.

Sin embargo, fue en 1876 cuando por fin se hizo del poder, dando inicio a uno de los periodos de gobierno más largos en la historia de México: el porfiriato, el cual estuvo fuertemente marcado por la intensa desigualdad social y explotación.

Díaz fue apoyado durante su gobierno por un grupo de políticos, que más tarde serían denominados “científicos” por el pueblo, por su raciocinio a la hora de manipular los aspectos relacionados con el gobierno. Este grupo, quienes llamaríamos actualmente tecnócratas desarrollaron metodologías si bien bastante injustas socialmente, fueron muy efectivas económica y políticamente.

Uno de los más acaecidos movimientos que realizó Díaz en su gobierno fue el que tuvo lugar en el año de 1884, al modificar la constitución que en ese entonces gobernaba a nuestro país para poder reelegirse sin problema, a partir de la cual se reeligió siete veces durante su gobierno, todas fraudulentamente.

La etapa del porfiriato se caracteriza por la tendencia de Díaz a depositar el poder económico en unas cuantas manos, y no en todo el pueblo, sin embargo, durante la época de gobierno del dictador México se posicionó entre una de las potencia más importantes del mundo, con mayor tasa de crecimiento, ocasionando que la población aumentara de nueve a quince millones de personas, la tasa de exportación creó seis veces más y se logró cancelar la deuda externa con Estados unidos de América por primera vez.

Por desgracia, la creciente prosperidad que tenía México, se limitó a favorecer a no más que un pequeño pueblo de privilegiados, dejando al resto del país sumido en una gran pobreza.

En ese entonces, el país se dividía en varios sectores, cada uno dedicado a una actividad diferente. En el norte la minería era la principal actividad sobre metales preciosos y no preciosos, en el centro-sur progresaban las industrias textil y agraria y en la región de Yucatán existía la fábrica más próspera de hilos y sal. Toda la economía con bases en capital extranjero.

Otro de los elementos que caracterizaron esta época fue el ferrocarril, que alcanzó un gran auge, especialmente el norte, donde se encontraban los yacimientos mineros. Los adelantos tecnológicos impulsaron a las haciendas y a su gente.

Gracias a la ley de desamortización creada, los campesinos perdieron sus tierras, que fueron vendidas a muy bajos precios, dejándolos indefensos en materia económica para sustentar su consumo diario. Esto causó grandes ondas de emigración, a excepción de algunos de ellos que se instalaron en las haciendas como trabajadores, bajo condiciones de excesiva explotación y salarios muy bajos.

De este modo la sociedad mexicana se vio dividida en: la clase trabajadora dominada y la clase pudiente opresora. Esto dio paso a las primeras rebeliones de hombres que estaban poco dispuestos a soportar este gobierno injusto, oculto bajo una bandera de aparente paz y gloria.

CAUSAS

A consecuencia de las anteriormente citadas condiciones del país, personas inconformes dieron a conocer su descontento. Algunos de los más sobresalientes fueron los hermanos Flores Magón, pasando de la crítica a la acción por primera vez con una propuesta revolucionaria, sin embargo, derrotada.

Por otra parte, en 1908 Díaz fue entrevistado por James Creelman, un periodista del Pearson Magazine, donde dio a conocer su ideología sobre la grata condición de México de poder elegir a sus gobernantes y que él se retiraría al finalizar su mandato, lo que dio esperanzas al pueblo.

Para poder desestabilizar un poco la influencia que tenían “los científicos” sobre el gobierno porfirista, se propuso a Bernardo Reyes como vicepresidente, un jefe militar destinado a ser heredero del dictador. Díaz lo rechazó por su temor a la grandeza que podría representar como contrincante y lo envió en un exilio disfrazado a Europa, la cual Reyes aceptó.

En respuesta, en el estado de Coahuila un hombre, basándose en lo que pudieran tener de verdadero las declaraciones de Díaz en la entrevista con el periodista norteamericano, publicó un libro titulado “La Sucesión Presidencial”, este hombre era Francisco I. Madero, hijo de la se consideraría la familia más rica en México.

Tras la publicación de su libro, Madero creó el partido anti-reeleccionista, destinado a competir contra Díaz en las siguientes elecciones, quien había cambiado de parecer y había decidido volver a reelegirse. Por primera vez, Díaz tuvo un contendiente en las elecciones. Díaz subestimó a Madero, tachándolo de amenaza menor. Pero Madero seguía ganando simpatizantes, por lo cual, en San Luis Potosí fue apresado bajo los cargos de connato de rebelión y desacato de las autoridades.

Así Madero se dio cuenta de que, con medios legales jamás conseguiría sus objetivos y en la cárcel piensa en cómo rebelarse. Simultáneamente las elecciones eran llevadas a cabo el 21 de junio de 1910 y Díaz se reeligió como presidente de nuevo, fraudulentamente. Madero había logrado escapar de prisión y se había refugiado en la ciudad de San Antonio, Texas; y ahí Madero dio forma junto con otros miembros del grupo anti-reeleccionista al plan de San Luis Potosí.

DESARROLLO DEL CONFLICTO

El plan de San Luis y la lucha armada contra Porfirio Díaz

El plan de San Luis Potosí fue quizás el único plan en el mundo que determina un día y hora exacta para la revolución: el domingo 20 de noviembre de 1910, a partir de las seis de la tarde; y de ese modo, estalla la guerra.

Desde la entrevista de Díaz y el estadounidense, el pueblo comenzaba a albergar esperanzas, con las elecciones fraudulentas dichas esperanzas se desvanecieron. Se hicieron enviar copias del plan de San Luis, hacia

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