Revolución Rusa
Enviado por panifi23 • 29 de Octubre de 2013 • 3.600 Palabras (15 Páginas) • 289 Visitas
INDICE
La Revolución Rusa:
• Causas
• Características
• Consecuencias
Introducción
A fines del siglo XIX y principios del XX, Rusia seguía teniendo un gobierno absoluto a través del Zarismo. En donde la principal actividad económica era la agricultura, quienes ejercían dicha actividad vivían en chozas, con una deficiente alimentación siendo el promedio de vida no superior a los 31 años. Rusia era un país cerrado pero con la industrialización empezó a tener comercio con otras naciones provocando la creación de industrias y una mayor diferencia de clases. La población Rusa, empezó a pedir reformas y mejores condiciones de vida al no tomarse en cuenta las peticiones del pueblo se produjeron manifestaciones como la ocurrida en 1905 donde murieron miles de personas que solo exigían una mejor forma de vida.
Causas
Se conoce como revolución rusa al proceso histórico por el que se derrocó en Rusia al gobierno imperial para sustituirse primero por un sistema democrático-liberal y después por un gobierno comunista.
El derrumbamiento del caduco sistema zarista y las diferencias insostenibles entre una mayoritaria población de campesinos y una poderosa clase de terratenientes constituyeron el campo de cultivo propicio para el estallido de la revolución que habría de transformar la estructura política y social de Rusia y cuyo impulso inicial no tardaría en desbordar el ámbito nacional y extenderse a otros países del mundo.
En 1905, los grupos revolucionarios se habían recuperado de la opresiva década de 1880. El Partido Laborista Socialdemócrata Ruso (PLSDR), de tendencia marxista se creó en 1898 y acabó dividiéndose en 1903, dando lugar a los mencheviques y los bolcheviques. Lenin publicó su obra ¿Qué hacer? en 1902. El Partido Social-Revolucionario (SR) se fundó en Járkov en 1900, y su «Organización de Combate» (Boyeváya Organizátsiya) asesinó muchas figuras políticas importantes hasta 1905 e incluso después; entre éstas se encuentran dos ministros del Interior, Dmitri Serguéievich Sipiaguin en 1902 y su sucesor, el tan odiado Viacheslav von Plehve, en 1904. Estos asesinatos condujeron al gobierno a transferir aún más poderes a la policía.
Rusia mantenía algunas peculiaridades que la hacían muy diferente a la mayoría de los países occidentales:
En lo económico: una economía basada fundamentalmente en la agricultura y que a fines del siglo XIX había comenzado un rápido proceso de industrialización, que aunque insuficiente, había desarrollado ya fuertes núcleos industriales en San Petersburgo y Moscú. Esto conllevó a la formación de la masa del proletariado que se impregnó de las ideas socialistas de Marx y Engels, deseando así la propiedad pública de los medios de producción.
En lo social: una nobleza parasitaria con innumerables privilegios sobresalía de una inmensa masa de campesinos en una situación de semi-servidumbre (la servidumbre se había abolido en 1861 por los fuertes impuestos estatales, los años de malas cosechas y el pago de deudas al Estado). Junto a esto una burguesía escasa y débil, y un proletariado no muy numeroso, pero muy concentrado y enormemente radicalizado por las pésimas condiciones en que vivía, daban a la sociedad rusa una estructura extraordinariamente rígida (por ejemplo, con su estricta censura de prensa), arcaica y muy conflictiva.
Rasputín se ganó un lugar en la alta sociedad rusa con sus extravagancias, entre las que solía incluir predicciones sobre las vidas ajenas. Incluso algunas mujeres de la alta sociedad manifestaron por él un verdadero culto y se instituyó una nueva asociación, conocida como la “Nueva Galilea”, de mujeres y jóvenes entregadas plenamente en cuerpo y alma a Rasputín. Los escándalos sexuales se sucedían a la vez que crecía su fama de santo, profeta y curandero. Pero poco a poco, las envidias y los recelos surgieron en la corte y las presiones fueron tan fuertes que Rasputín tuvo que marchar de San Petersburgo.
Pero, nuevamente, la suerte le congració con la Corte del zar. Él llegó a tener tanta influencia en el palacio de los zares que prácticamente no había decisión que no pasase por su juicio. La aristocracia rusa no aprobaba del todo la presencia de Rasputín y sobretodo su gran influencia en los asuntos de Gobierno, ya que menospreciaba su humilde origen campesino y su aspecto tosco y rudo. Sin embargo, era tal la capacidad de convicción y su firmeza que su alcance a la cima del gobierno de los zares fue inevitable.
La Duma del Estado o Duma Imperial fue la asamblea legislativa en los últimos años del Imperio Ruso. Fue constituida en 4 ocasiones.
Durante la presión originada a raíz de la Revolución rusa de 1905, el 6 de agosto de 1905, Serguéi Witte, con la aquiescencia de Nicolás II de Rusia para entablar las negociaciones de paz con Japón, expidió un manifiesto en el que convocaba la Duma, inicialmente pensado como un órgano consultivo. Con el subsiguiente Manifiesto de Octubre, el zar se comprometió a introducir libertades civiles, proporcionar una amplia participación en la Duma Estatal, y crear la Duma con poderes legislativos y de control. La Duma Estatal fue la cámara baja del parlamento, mientras que el Consejo de Estado del Imperio ruso sería la cámara alta.
Sin embargo, Nicolás II tenía la firme determinación de mantener su poder autocrático. Justo antes de la creación de la Duma en mayo de 1906, el zar promulgó la Constitución rusa de 1906. La Constitución fijaba que los ministros del zar no podían ser designados por la Duma y tampoco tendrían que darle explicaciones, de este modo se negaba el Gobierno responsable en un nivel ejecutivo. Además, el zar tenía el poder de cancelar la Duma y convocar nuevas elecciones cuando desease.
Tras la escolarización llevada a cabo unos años antes, algunos obreros habían sido conquistados por los ideales marxistas y otros pensamientos revolucionarios. Sin embargo, el poder zarista se mostró inmóvil. En los siglos XIX y XX, varios movimientos organizados por miembros de todas las clases sociales (estudiantes u obreros, campesinos o nobles) trataron de derrocar al gobierno sin éxito. Algunos, recurrieron al terrorismo y a los atentados políticos, convirtiéndose los movimientos revolucionarios en objeto de dura represión llevada a cabo por la todopoderosa Ojrana, la policía secreta del zar. Muchos revolucionarios fueron encarcelados o deportados, mientras que otros lograron escapar y unirse a las filas de los exiliados. Desde esta perspectiva, la Revolución de 1917 es la culminación de una larga sucesión de pequeñas revueltas. Las reformas necesarias, que ni las insurrecciones campesinas, los atentados
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