Rol De La Iglesia

Tras el golpe militar del día 11 de septiembre de 1973, la Iglesia ha adoptado la función no solo de luchar por quienes no tienen voz; los perseguidos políticos, sino que además de la denuncia y protección de la sociedad civil contra los derechos humanos.

A un mes de que ocurriera ésta sublevación por parte de las fuerzas armadas, debido a la gravedad de la represión que fue instaurada por este nuevo régimen se formó el comité de cooperación para la paz en chile (Comité pro paz o COPACHI) y también el comité nación de ayuda a los refugiados extranjeros (CONAR), donde las iglesias chilenas (tanto católicas, como bautistas, metodistas, ortodoxas y judías) debieron organizar rápidamente un servicio de amparo a las personas con dificultades, creándose a través de un decreto que fue firmado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez el 4 de octubre de 1973, siendo este el primer paso en la defensa de los derechos humanos durante el régimen militar.

Tenía objetivos claros que era promocionar no solo ayuda material si no que espiritual a las familias afectadas por la represión, proveer a estos de asistencia legal y judicial e ir documentando las irregularidades cometidas, siempre teniendo presente la defensa de los derechos de todas las personas.

Tras la fundación de este, se les presiono fuerte e insistentemente para que dejaran de funcionar, pero la Iglesia hizo caso omiso a la dictadura y siguió cumpliendo su rol de ayuda a las familias afectadas. El 3 de octubre de 1975 el régimen prohibió el ingreso al país del Co presidente de la COPACHI, el obispo Helmut Frenz, debido a que el comité denuncio que la información entregada por el gobierno respecto a unas muertes de chilenos en argentina, era falsa y debido a esto solicitaron un ministro en visita, quien recibiera la información que se tenía sobre las personas, pero la solicitud fue denegada. Un mes después los sacerdotes Patricio Cariola, Fernando salas, Rafael maroto y el sacerdote norteamericano Gerardo Whelan fueron detenidos por el régimen, ya que estos ayudaron a perseguidos políticos; miembros del MIR, a asilarse en embajadas. Mientras ocurría esto, el arzobispo de Santiago Raúl Silva Henríquez recibía la carta del Presidente de la junta militar, Augusto Pinochet Ugarte, quien le solicitaba el cierre del comité de forma voluntaria, sino se realizaría por la fuerza, al aceptar esto se dejaron en libertad a los 4 sacerdotes detenidos. El cierre del Comité se concretó el 31 de diciembre de 1975, pero el arzobispo Raúl Silva Henríquez, solicitó al papa Pablo VI, en sustitución del comité pro paz, la creación de la Vicaría de la Solidaridad, que entró en funciones el 1 de enero de 1976, este continuo con el trabajo arduo realizado por el comité pro paz, manteniendo los mismos objetivos y funcionarios, pero la diferencia estaba en que este era un organismo que era parte de la Iglesia Católica de Chile, por lo tanto era

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