SENAME: un problema de desigualdad social

 Desigualdad Social en Chile: Mirada crítica a los servicios de proteccion social (SENAME)

Cuando hablamos de desigualdad social, muchos no conocen el tema o no saben profundizarlo. Antes de comenzar a involucrarnos más profundamente en el tema debemos aclarar dos conceptos muy importantes y que tienen directa relación: la pobreza y desigualdad.

La pobreza como concepto hace referencia a la carencia de una persona o población por no poder cubrir sus necesidades básicas, en cambio la desigualdad es la imposibilidad de acceder a determinados recursos, derechos, obligaciones, beneficios, etc. La desigualdad es una manifestación de la pobreza.

La desigualdad puede ser social y económica, de género, racial, cultural, geográfica o natural.

Hoy hablaremos de la desigualdad en nuestro país y más específicamente, de los servicios de protección social y sus deficiencias. Abordaremos temas que son olvidados por nosotros mismos, como las muertes de menores  que están ocurriendo en los senames ,denuncias de violencias hacia las mujeres que al no ser escuchadas a tiempo mueren en manos de sus propias parejas, etc. También hablaremos de las acciones que se podrían tomar para enfrentarlo, en que nos afectan como sociedad y si se pueden resolver en corto, mediano o largo plazo.

El problema central puede resumirse muy simplemente, la serie de sucesos desafortunados por los que se ha visto afectado el sename, tales como muertes, trafico de drogas al interior de recintos o violencia, obligan a preguntar  sobre cuáles son las reformas que el estado de chile debe impulsar en materia de infancia, es el momento de plantearnos políticas que generen cambios culturales, sin que signifiquen una sobre-intervención de las familias ni una institucionalización de los niños necesitados de protección. Nos hace pensar si en realidad nuestros sistemas de protección social están capacitados para hacerse cargo de estos niños, desde un punto de vista económico, psicológico y afectivo.

Las familias e individuos en situación de vulnerabilidad presionan no sólo por una mayor protección del Estado, sino también por una real inclusión social, que cumpla la promesa de igualdad de oportunidades, pero, qué pasa cuando estos organismos fallan en su labor de proteger y resguardar los derechos de quienes tienen a su cargo?

En los últimos años se han registrado una serie de irregularidades en el servicio nacional de menores, más conocido como sename, que nos hacen pensar y replantearnos lo qué estamos haciendo con una parte de la población más vulnerable del país: los niños de escasos recursos. ¿Será correcto separarlos de sus familias y llevarlos a centros precarios, con personal no capacitado y sin las medidas de seguridad y salubridad adecuadas?

Los casos que pueden llevar a que un niño sea objeto de una medida de protección son muchos, y abarcan desde situaciones de maltrato o abuso hasta problemas de consumo de drogas, situación de calle, deserción escolar, y causales bastante genéricas como las inhabilidades de los padres

¿Qué consecuencias tiene?

Es inevitable que ya el separar a un niño de su familia genere un trauma, pero en casos de vulnerabilidad extrema de los derechos de un menor de edad no hay otra alternativa, asimismo, sacar a un niño de un ambiente no apto para su desarrollo (ya sea por alguna de las causas anteriormente nombradas) e insertarlo en uno igual o peor no es la mejor decisión. La mala administración y ejecución de estos deficientes sistemas de protección (específicamente sename) tienen consecuencias directas en los niños, por esto, hemos definido como posibles consecuencias y riesgos para la integridad de los menores los siguientes aspectos:

Muerte: en los últimos años el sename ha estado en la palestra por la poca claridad en la cifra de menores fallecidos al interior del organismo, además de la falta de sumarios por esas muertes.

Vulneración de derechos: se registran cerca de 1500 jóvenes dentro de la institución con graves problemas de salud que requieren atención especializada y que no reciben ayuda pública, además de esta preocupante cifra, se registra un importante retroceso en la educación de los menores bajo el amparo del sename, que traduciéndolo en cifras expresa como un promedio de escolarización de 6 años, además de que solo reciben formación escolar para adultos y no la educación tradicional, sin importar sus edades ni requisitos.

Limitaciones sociales: con una educación como la presentada, los niños del sename se encuentran súper limitados en acceder a inserción laboral, redes y todo aquello que como adulto o joven que desea participar para ser miembro activo y ciudadano que contribuya a nuestra sociedad.

¿Quienes deben actuar para enfrentar el problema?

El Ministerio de Justicia como el principal financiador deberia preocuparse del destino de la subvencion y el proposito de este. Es el sename quien regula los cuerpos colaboradores a nivel país y deberia entregar no la subvencion en dinero, sino en materiales utiles para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.

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