Sacrificios Mayas “Ideología o simbología”

Sacrificios Mayas

“Ideología o simbología”

Los sacrificios eran necesarios a la vista de los mayas para apaciguar la ira de los dioses, y con esto recibían también, benéficos y cuidados por parte de los mismos. Pensando también que de no realizarse dichos sacrificios, serian castigados con grandes males como sequias, huracanas, pestes…

El sacrificio humano fue parte de un ritual de la ideología maya.

Podían existir dos tipos de personas para sacrificar: Los que eran por voluntad propia (de forma valiente y  honrosa) y lo que eran los esclavos (generalmente cautivos de guerra, gente de delitos o hijos de esclavos).

TIPOS DE SACRIFICIOS

1. Auto sacrificio en la propia casa. Lugar donde se cortaban ñas orejas hasta despedazarlas, se agujeraban las mejillas, el labio inferior, sesgaban partes de sus cuerpos y agujeraban las lenguas y pasaban por todos los agujeros objetos que pudieran causar un fuerte dolor.

Las peticiones dependían del dios al que se le imploraba el favor, beneficio o protección, al igual que dependía de la época estacionaria.

Algunos dioses importantes en los ritos son Cuculcant (serpiente emplumada), que era el de máximo poder  y el dios Chaac, quien era el dios de la lluvia.

1. Auto sacrificio de sacerdotes. El sacerdote se juntaba con su gente en el templo, se ponían todos en fila y se hacían enormes agujeros en los miembros viriles, pasando por los agujeros la mayor cantidad de hilo que podían, quedando plenamente atravesados y a la vez manchando con la sangre a sus ídolos, tratando de cubrir con la mayor cantidad de sangre al ídolo.

Muchos rituales eran ejecutados con el hombre o mujer que se sacrificaría completamente drogados, pues se les hacía fumar una hierba llamada Guaruma, o bien se les hacía tomar alguna bebida, para que pudieran estar en trance y se anestesiara su cuerpo ante el dolor.

1. Flechamiento del corazón.  Las personas se reunían en el patio del templo, poniendo l esclavo en el medio, atado a un palo, con pintura blanca sobre su pecho. Este también era desnudado y pintado de azul en todo lo demás del cuerpo, y después de, se le colocaba una coroza en la cabeza que era un “gorro icónico”. Después comenzaban a realizar “la danza de la muerte” girando alrededor del hombre, todos armados con flechas y arcos en solemnidad.

Entonces el sacerdote subía y le disparaba una flecha en los genitales fuera hombre o mujer y al salir sangre de este lugar se le untaba al rostro del ídolo. Después mientras bailan el sacerdote da la orden para que pasen en brevedad todos a disparar una flecha sobre el corazón del esclavo y si no en este lugar sobre su pecho, pintado de blanco.

1. Despeñamiento en Cenotes. Una forma común de hacerlo era usando los cenotes sagrados, ya que según ellos el dios Chaac habitaba en sus profundidades. Pues llevaban a la persona bajo efectos de drogas y estas eran aventadas al cenote, muchas veces amarradas a una piedra de gran peso, para que los mismos no tuvieran oportunidad de flotar. En épocas de sequias los sacrificios se volvían más violentos y se buscaba también un sacrificio más valioso como lo eran niños o mujeres vírgenes.

En la zona arqueológica Chichén Itzá se encuentra un Cenote Sagrado donde se consiguieron restos esqueléticos, las exploraciones en las que participó el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México arrojaron como resultado el hallazgo de al menos 42 sujetos, destacando el hecho de que la mayoría de las personas sacrificadas no eran mujeres, también habían hombres, desmitificando la creencia de que la civilización maya sólo sacrificaba doncellas.

1. Extracción del corazón. Los sacrificados casi siempre parecen niños; la extracción de corazones de niños se ve también en varias escenas mitológicas en cerámica pintada. En algunas ocasiones, como en el caso de Piedras Negras, el niño muerto era colocado en una gran vasija de ofrenda, con los instrumentos rituales. Las imágenes aparecen solamente en escenas relacionadas con ascensiones al trono o inicios de calendarios rituales de los nuevos reyes, lo cual indica que el sacrificio de niños se realizaba en circunstancias bien definidas. El sacrificio de niños -encarnación de la pureza y la vida- también se dio en el Posclásico, en Yucatán, y en los primeros años de la Colonia.

Se les llevaba al patio del templo en compañía de mucha gente, pintados de azul y con su coroza puesta, se les llevaba al “sacrificadero” y después de haber pintado dicha piedra de azul, se colocaba a la persona en el lugar, estirado de piernas y brazos.  A esto llegaba el “Sayon” o “Nacon”, que era un general o líder de guerra acompañado con una navaja de piedra la cual era el instrumento para tirar una cuchillada entre las costillas y extraer el corazón entero con el vivo. Después el corazón era puesto en un plato y el sacerdote untaba los rostros de los ídolos con el corazón. Se decapitaba la cabeza y era aventada desde lo más alto al igual que el cuerpo, para desollar todo el conjunto.

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