Segunda Guerra Mundial. La crisis alemana

Villares, Ramón y Bahamonde, Ángel (2012). El mundo contemporáneo del siglo XIX al XXI. España, Editorial Taurus. (Pp. 295-319)

Raúl Sergio Hernández Villanueva

Estudios Sociales y Gestión Local

Primer Semestre

Con el Tratado de Versalles, la comunidad internacional se llenó de incertidumbres debido a que las potencias aliadas victoriosas no supieron tener un espacio de paz que prevaleciera. La crisis alemana manifestó la falta de consistencia de los tratados. Por otra parte estaba el nacionalismo francés que considera que las claves de su reconstrucción eran la humillación alemana y el pago de reparaciones de guerra; el gobierno francés se poni firme en sus exigencias. Mientras todo esto sucedía el  nacionalismo alemán radicalizaba sus posturas.

Europa vuelve a una etapa de inestabilidad, se mezclaban las dificultades de reconstrucción económica de posguerra, las consecuencias de la Revolución Rusa, el papel que se le da a Alemania y el nacimiento de nuevas naciones. Lo que mostró una clara incapacidad para asegurar un sistema de seguridad colectiva. A esto se le agrega el nacimiento de la Rusia soviética; su aparición provoco el celo de las potencias capitalistas y se puso en práctica un sistema de “cordón sanitario” para evitar la propagación de estas ideas y limitarlas a las fronteras rusas.

Posterior a Versalles el mundo estaba bajo tenciones: el enfrentamiento de nacionalismos (francés y alemán); el miedo a la expansión de la revolución rusa; Gran Bretaña en búsqueda de un equilibrio europeo, siguiendo sus políticas tradicionales y las tendencias proteccionistas de Estados Unidos.

Los cuestionamientos principales a Versalles se dieron a causa del enfrentamiento entre Alemania y Francia. Se dio a causa de que en Francia ganara las elecciones la derecha nacionalista con políticas basadas en el pago de las reparaciones por parte de Alemania; ante el incumplimiento de dicha solicitud, Francia invadió la zona industrial de Ruhr. En respuesta Alemania ordeno una resistencia pasiva, que se convirtió en un enflaquecimiento de la economía para el país y una hiperinflación, dejando marcado el ánimo de la sociedad alemana.

Surgió una nueva generación de líderes políticos con gran importancia en acontecimientos venideros dad su personalidad. En Francia, Aristide Briand y en Alemania, Stresemann. Estos capacitados para sentar las bases de un sistema de comprensión franco-alemán.

Alemania, Gran Bretaña, Bélgica, Francia, Italia, Polonia y Checoslovaquia establecieron acuerdos para poner en marcha un sistema de seguridad colectiva en la Conferencia de Locarno. En este pacto Alemania, Bélgica y Francia se comprometían a mantener el statu quo territorial y a la inviolabilidad de sus fronteras, como ya se había establecido en Versalles. Alemania aceptó la desmilitarización de Reinania. Los países participantes aceptaron el arbitraje internacional en caso de conflicto. El punto débil estuvo en que Alemania se negaba a reconocer las fronteras con Polonia y Checoslovaquia. Alemania termina por unirse a la Sociedad de Naciones.

La paz reinaba en los países o así se hacía sentir  ya que se renunciaba a la guerra como medio de resolución de conflictos internacionales, sentimiento que estaría sin validez con la crisis económica de los años treinta y el auge fascista.

La crisis de 1929 y sus ecos económicos y sociales son el trasfondo de la inestabilidad política internacional durante este periodo. Se le conjugan la subida de Hitler al poder alemán, la aventura colonial italiana, los enfrentamientos interiores en países democráticos y los cambios en la política japonesa. El derrumbe de la esencia en el acuerdo de Locarno retorno el fantasma de Versalles. Pero con especial importancia a esta crisis es el ascenso de Hitler a la cancillería alemana y la quiebra definitiva de la República de Weimar.

Los alemanes nunca aceptaron la derrota de la primera guerra. Ya que la consideraban una puñalada por la espalda por parte de los socialista y demócratas. Con esto Hitler y el nacionalsocialismo alimentaron el nacionalismo expansivo alemán a partir de dos premisas: la construcción de una nueva Alemania y  la consecución del “espacio vital”. Las cláusulas de Versalles facilitaron la expansión y la socialización de este discurso.

Con Hitler en el poder, Alemania se retira de la Sociedad de Naciones, como primer ataque a la seguridad colectiva de la sociedad internacional. El gran salto de capacidades fue el rearme militar y el restablecimiento de servicio militar obligatorio. Pero Hitler se había cubierto con el pacto d no agresión a Polonia.

Las principales potencias, con muchos problemas en su interior, apenas respondieron a las políticas de Hitler. Lo que manifestó la falta de solidez por parte de la Sociedad de Naciones y de la incapacidad para formar respuestas eficaces.

Italia, por otra parte, conquistó nuevos territorios que ponían en peligro las comunicaciones entre las colonias inglesas de influencia en territorio africano; esto se consideró un quebranto a del derecho internacional y condenado por la Sociedad de Naciones. Este hecho le trajo sanciones a Italia que provocó que se acercara a Alemania. La Guerra Civil española facilitó la aproximación de estos países y evidenció la debilidad de las democracias europeas.

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