Serendipia

Serendipia

Hace ya algún tiempo había conocido las sensaciones de amor y desamor, entendía el significado del placer, el romance y algunas lágrimas que derramaba, sentía que el amor no era para mí. En el transcurso de mi vida he entendido que así como hay días malos  hay relaciones  complejas unas más duras  que otras, quizás no es el momento o la carta más esperada, nunca me había propuesto hacerlo. Siempre fui de las personas que escribe pero nunca muestra o deja ver más allá; no soy perfecta escribiendo y lo sabes, pero así como sabes muchas cosas de mí, hay miles que no te he contado que quizás  me proponga  hacerlo algún día, después de pasar la tormenta o al menos tratar de pasar la página  y no recordar con dolor por todo lo que he vivido, hay cosas que se amañan en tu ser o que son simplemente difíciles de soltar.

Me considero alguien realmente caótico pero con botoncito de estabilidad y tranquilidad emocional, hace algunos años había desistido de estar con alguien, pues estaba pasando por una ruptura de una relación la  cual a simple vista  creeríamos que sería  para toda la vida pero el pasar de los días me ha demostrado que así tal cual pasan las cosas así tan cual deben de acabar, me siento segura y sin rencor alguno. Que quizás hay algo que nos conecte una fecha una situación o algún ser querido en común que no esté con nosotros puede ser lo único y lo más mínimo, después de todo  ya hace unos 19 meses después de tanto tiempo, decidí enfrentarme a un cambio de ambiente, de gente siempre he dicho que todo cambio es para mejorar o bueno en su defecto para conocer otra mujer que te revuelque la vida.

No dudaría en decirte que nuestra forma de conocernos fue única, siempre mostrando la antipatía que tenemos por delante y las pocas ganas de socializar con otra persona cuando realmente pasábamos por lo mismo tampoco dudaría en decirte que me gustaría repetir esa clase donde nos conocimos ese espacio y ese tiempo para recordar que sos y serás alguien realmente importante en mi vida. Qué como paso no lo sé, si me preguntan en que momento fue que me enamore de ti diría que en el instante en que abriste tu bocota para sonreír, pero las cosas van más allá de una simple sonrisa con frenillos.

 te encajaste en mi como duda como esa pregunta que quería resolver, descifrar y tener más información de ella cada día que pasaba, así fue, cada hora, cada segundo no sé si fue el destino la curiosidad o la simple casualidad de ponerte en determinadas clases, te convertiste en alguien misterioso y ya el tiempo había cambiado pasamos de verla constantemente a verla en una que otra clase, la niña había empezado a trabajar sin embargo sentía sus miradas, no sé si era por mis faldas mis vestidos, mi color de pelo o porque pero ya habíamos empezado hablar no se me olvida y contaría esta historia una y otra vez, y por supuesto no se nos puede olvidar la pregunta que desato este caos “a ti te gustan las mujeres?” tiempo y lugar diría que la universidad es algo de locos donde cada semestre tenemos algo nuevo por descubrir obvio esto no iba hacer la excepción, me contaste ese día que no tenías novia, charlabas con alguien, habías terminado algo de varios años  pero era de suponerse, estabas ya con tragos y ese mismo día llevaste a tus amigas del trabajo no quedaba mucha gente y solo me dedicaba a escucharlas hablar, me acuerdo que ese día muy amable y  querida decidiste llevarme para coger el bus, definitivamente tenías otras intenciones, pero creo que después de todo quedo claro que no soy la más fácil pero tampoco la más mojigata.

Empezamos hablar por Instagram tenía ya una excusa perfecta ¿te acuerdas? “chocolate caliente para el guayabo” seguimos hablando  y yo era algo exclusivo no sé si ahora lo sigo siendo pero nuestra historia empezó avanzar, y avanzar nos demoramos muchísimo para darnos un beso, tú personalidad  había causado algo en mí, ya los defectos de es “tan nea, tan rara” empezaron a sobrar; nuestras conversaciones no acababan teníamos mil temas para hablar, tu forma de pensar era tan diferente que a veces suelo pensar que me enamore primero de como pensabas y luego de ti.

En el pasar de los meses nos fueron pasando cosas locas como la anulada de un examen la repetida de una materia y cosas así que si estarías en este momento a mi lado dirías “fue por tu culpa”  Hubo un tiempo en el cual las cosas cambiaron ya no eras la misma no tengo ni idea de cómo hacerte saber lo que sentía, algo me mataba por dentro fotos tuyas,31 de octubre, 16 de noviembre sabes de que te hablo, era algo obvio de que habías vuelto con alguien más, pero ya era algo tarde yo ya me había ilusionado ya había llorado, ya mi propósito era diferente.

Sobra decir que esto es una parte de la historia como tal, por palabras mías todos tenemos una versión diferente y una forma extraordinaria de contar las cosas que no se salen de nuestras vidas tan fácilmente. No voy a decirte mentiras ya me conoces lo suficiente, te analice te investigue dios hace mucho no me sentía así era  algo muy complejo por que contaba con una amiga que diría que te conoce muy bien y en este tiempo diría no se quien es ella no sé cómo consiguió información o no sé cómo pude creer en tantas cosas, a medida de que iban pasando las cosas.

En muchas diría que concuerdo con ella, en tus defectos, en el lio en el que me estaba metiendo muchas  veces quise preguntarte y te enojabas en muchas cosas no creí por ti y seguí adelante me acuerdo que los primeros meses fueron muy duros entre nosotras me pedias mucho al menos algo que dijera que dejaba el miedo para poderte demostrar algún sentimiento para poder seguir contigo al fin de cuentas no sé cómo hice, pero empezamos  una relación quizás tú me mostraste esa fuerza y las ganas de tener un corazón listo para algo nuevo, pero una cosa es lo que se muestra y otra muy diferente lo que es real, NUNCA diría que nuestra historia fue pésima porque amo cada cosa que nos pasó y que nos pasa, los momentos a tu lado eran únicos, fuiste la mano que necesite hace mucho tiempo, esa manita que me acompaño cuando recordaba las situaciones del pasado, esas que sin querer vuelven y lo hacen a uno llorar no porque duelan lo suficiente si no porque no sabes cuando vuelvan a pasar, fuiste  ese apoyo incondicional cuando la pelea de papa y miles peleas con él y mi cara estaba realmente aporreada, o ese miércoles que te llame llorando por que la sensación de un hombre tocándome sin permiso era horrible sos tanto para mí, que recordarte con lágrimas no es porque me duelas es por qué me hacías inmensamente feliz.

...