Severas advertencias de George Orwell: novela ¨1984¨
Enviado por alvaroguillermo • 8 de Septiembre de 2014 • Trabajo • 1.392 Palabras (6 Páginas) • 316 Visitas
Severas advertencias de George Orwell
A mediados del siglo veinte empezó a florecer la llamada Guerra Fría. Este combate no bélico se dio entre el bloque capitalista representado por los Estados Unidos y el bloque socialista de la Unión Soviética, ahora Rusia. Estos dos sistemas sociopolíticos diferentes y opuestos, competían para demostrar al mundo que su ¨sistema¨ era la mejor. Valiéndose de un sinnúmero de artimañas y estrategias para persuadir a las masas. Fue justamente durante aquella pugna que George Orwell, escritor y periodista británico, escribió su novela ¨1984¨ considerada por muchos intelectuales como una de las más influyente del siglo veinte. Este ensayo se centrará básicamente en explicar cómo surgió y cómo se desarrolló el mundo creado por Orwell en su libro ya mencionado. Además de responder a dos interrogantes: ¿¨1984¨ es solo una novela de ficción o acaso se puede relacionar con la historia universal? Y si es así ¿vivimos en una especie de ¨1984¨ en pleno siglo veintiuno?
“¡Abajo El Gran Hermano!” escribió con temor y nerviosismo, en su diario, Winston Smith, personaje principal en la novela de Orwell. En la novela, el mundo del año 1984 estaba dividido en tres grandes potencias: Oceanía que comprendía las Américas, las Islas Británicas, Australia y África meridional; Eurasia que alcanzaba toda la parte norte de la masa terrestre europea y asiática, desde Portugal hasta el Estrecho de Bering; y Asia Oriental, potencia más pequeña que abarcaba China, Japón, Mongolia y el Tibet. Winston formaba parte de la potencia de Oceanía. Este gobierno, si así se le podía llamar, tenía como máximo representante a El Gran Hermano. Dividido en cuatro ministerios: El Ministerio de la Verdad, donde trabajaba Winston, se dedicaba a las noticias, a los espectáculos, la educación y las bellas artes. El Ministerio de la Paz, para asuntos de guerra. El Ministerio del Amor, encargado de mantener la ley y el orden. Y El Ministerio de la Abundancia, al que correspondía los asuntos económicos. El único fin de estos cuatro ministerios era velar por la buena reputación y la preservación perpetua del gobierno de Oceanía liderado por el Partido y El Gran Hermano. Este era respetado, alabado y hasta adorado por todos los ciudadanos. Para tener más presencia y control sobre todos los habitantes de Oceanía contaba con dos instrumentos: le telepantalla y la policía del pensamiento. El primero se encargaba no solo de observar y transmitir información, sino también de escuchar absolutamente todo lo que se pudiera decir o insinuar contra el Partido. Las telepantallas estaban instaladas por todas partes: cuartos, salas, baños, calles, plazas, pistas, edificios, y hasta en lo más inusual y recóndito. El segundo, la policía del pensamiento, se encargaba de hacer un seguimiento a todos lo que fueran acusados de cometer herejía mental contra el Partido. Lo interrogaban y si era necesario torturaban a los que se negaban a confesar.
Mediante todos esos instrumentos de represión, de persecución, de ignorancia, y de miedo, el Partido lograba su cometido: Tener el poder absoluto eternamente. Solían decir: “El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo” Y bajo esa premisa hacían y deshacían lo que fuera necesario. Por ejemplo, Winston solía cambiar, por orden del Ministerio de la Verdad, acontecimientos importantes suscitados de manera negativa y perjudicial para el Partido. Es así que podían cambiar la fecha, el lugar, o hasta un discurso, o inventar una noticia favorable y provechosa para el Partido. Claro, era un trabajo pesado, pero Winston lo hacía sin ningún problema pues era un adulto bastante inteligente y por eso mismo también resultaba ser peligroso para el gobierno. Winston se daba cuenta que todo era una especie de engaño, que todo era una mentira armada descabelladamente, pero no podía recordar bien cómo era su vida de niño, antes de que el Partido tomará el poder, ya que todos los documentos, libros, archivos y fuentes históricas habían sido quemados y reinventados en favor del Partido. Winston intenta, vaga e inútilmente, descubrir la verdad de todas las cosas. Trata de buscar aliados y formar parte de lo que todos llamaban La Hermandad, se decía, que ellos eran detractores y enemigos ocultos
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