Simon Diaz

El becerrito es el cuento de la historia más bonita que ha existido

en la humanidad, el nacimiento del Niño Jesús. Lo que María sufrió

para tenerlo y luego escondiéndolo de Herodes que lo quería matar y

todo ese cuento. Lo que yo no me explico es como supo esa historia

la vaquita sabanera nuestra, entiéndase bien, la vaquita criolla,

no la vaca de Concho Quijada, ese no la deja por ahí por la sabana,

¡ese no es loco!. Bueno, la vaquita sabanera pare su becerrito y lo

esconde en un mogote; al día siguiente se presenta al corral de

ordeño muy oronda, con la barriga chupaita y la ubre ¡prensaota!.

El ordeñador la ve y le dice al becerrero:

, el becerrero, la sigue y ella voltea y si ve que la vienen

siguiendo, coge otro rumbo como para despistar a su seguidor, y

entonces éste se monta en una mata y espera, y espera y espera;

por que ella tiene que ir a darle de mamar al becerro y según donde

ella se meta, allí se da cuenta el becerrero donde es que tiene la

cría, luego los arrea y lleva al becerrito al corral. Dense cuenta

en la canción quienes son los Tres Reyes Magos que le trajeron oro,

incienso y mirra de regalos al Niño, estos son en mi canción la

sabana que le ofrece reverdecer, los arroyitos todos que le llevan

flores por el amanecer, y los pericos y el gavilán también que le

llevan frutas criollas al caney. Yo no me explico como la vaquita

criolla supo esa historia, pero lo que si sé, es que ella sabe que

Herodes está vivo y que somos tú, yo y él; que todos los días

matamos y nos comemos al hijo de la vaca Mariposa, por eso ella lo

esconde por que ella sabe la suerte de él.

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