Sistema Politico Venezolano
Enviado por mariselapineda • 25 de Julio de 2012 • 61.540 Palabras (247 Páginas) • 570 Visitas
1 EL SISTEMA POLÍTICO VENEZOLANO
Aníbal Romero
(1989)
1. Objetivo del Estudio:
El objetivo del presente estudio es analizar, en sus aspectos centrales, la actual situación y perspectivas del Sistema Político Venezolano (SPV), con el propósito de definir tendencias fundamentales de su evolución, así como escenarios alternativos de su probable desarrollo futuro. De esta manera se intentará proporcionar a los lectores una visión, lo más clara posible, de la dinámica del SPV, que les dé a su vez elementos útiles para la toma de decisiones.
2. Introducción y Tesis Básicas.
En el estudio se formularán y explicarán varias tesis básicas, que conforman su hilo conductor:
a) Los factores claves de poder dentro del SPV siguen siendo los mismos que le implantaron en el período 1958-1964. La interacción y poder relativo de estos factores ha evolucionado, pero dentro de cierto marco básico. Uno sólo de esos factores, de papel relevante en las etapas iniciales, ha perdido la organicidad e impacto político semiautónomo que alguna vez tuvo: las "masas", pero podría recuperarlo en nuevas condiciones.
b) El SPV es un ejemplo notable y poco común de institucionalización de unas reglas de juego, que han dado origen a un Pacto de Élites de elevada solidez. No existe un monopolio del poder por parte de un grupo exclusivista, sino un Juego complejo de negociación y compromisos entre élites.
c) Es indispensable distinguir entre los objetivos explícitos e implícitos de los factores de poder dentro del SPV. Si se le juzga en relación a sus objetivos explícitos (plasmados, por ejemplo, en los diversos Planes de la Nación), resulta evidente que el SPV ha tenido significativos fracasos; sin embargo, si se le evalúa en referencia a los objetivos implícitos —entre los cuales ocupa lugar primordial la estabilidad y renovación del Pacto de Élites— no cabe duda que el SPV se ha anotado importantes éxitos, que pueden continuar. 2
d) ELSPV está entrando a una etapa de transición, que exige redefiniciones y reacomodos en diversos ámbitos. Aún se mantiene el apoyo de masas, pero ciertos mecanismos cruciales— la renta petrolera y el concierto de élites, entre otros— se están mermando.
"Viejos" y "nuevos" actores insurgen con proyectos de reforma, expresión de un período de reajustes que en buena medida establecerá los perfiles políticos del país hacia el año 2000.
e) La situación económica y social del país tenderá a agravarse y continuarán reduciéndose los niveles de vida —cuantitativos y cualitativos— de las mayorías; no obstante, la creciente crisis socioeconómica, por sí misma, no desestabilizará decisivamente el sistema, mas el desacuerdo radical entre élites sí puede conducirle a un punto de ruptura.
f) Las alternativas al actual modelo ("populista de conciliación") pueden, en teoría, sintetizarse en un proceso de I) "colombianización" de la política venezolana; II) "mejicanización"; III) "italianización"; IV) autoritarismo militar; V) reforma y revitalización democrática del SPV en dirección no populista. Posteriormente se discutirán estas opciones, pero desde ya conviene decir que este estudio no conduce a conclusiones apocalípticas, de quiebra fundamental y sustitución del SPV por una alternativa totalmente distinta en los próximos años. Más bien, como se verá, la opción que se considera más probable es la de un marcado deterioro socioeconómico e institucional del país, acompañado de una renovación del Pacto de Élites, en un contexto de crisis permanente y sin soluciones definitivas.
d) Implantación de las reglas de juego del SPV y formulación de los Pactos Constitutivos Básicos.
Para comprender adecuadamente la situación actual y perspectivas del SPV, es absolutamente necesario tener una clara visión de sus orígenes, que definieron a su vez un conjunto de reglas de juego aún vigentes en lo fundamental.
El SPV es esencialmente el producto de una serie de Pactos Constitutivos formulados en el período inicial de su establecimiento; entre éstos destaca el llamado "Pacto de Punto Fijo", que ha sido considerado "uno de los más notables ejemplos que cabe encontrar un sistema político alguno, de formalización e institucionalización de unas comunes reglas de juego, al mismo tiempo que muestra la lucidez de la élite de los partidos políticos venezolanos".(1)
Es importante precisar que al momento de darse el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez en 1958, existían en el escenario nacional varias alternativas, por las que habría podido enrumbarse el proceso político venezolano. Entre éstas, las principales eran: a) una opción militarista, fundada en el reacomodo parcial del modelo hegemónico del decenio 48-58, con mayor base de apoyo; b) una opción popular-revolucionaria, engendrada por las circunstancias turbulentas que se vivían, y liderizada por una izquierda poderosa; c) una opción partidaria-reformista, que garantizase representación de los más importantes grupos sectoriales, dentro de un sistema abierto a la participación en base a un marco definido de reglas de conducta política.
El hecho de que fuese esta última, y no alguna de las otras, la alternativa que se impuso fue resultado del deseo de los partidos políticos primordiales de entonces (AD, Copei y URD), así como de grupos claves en sectores decisivos (empresarial, sindical, militar y eclesiástico) de asegurar un mínimo de entendimiento que garantizase el funcionamiento de un sistema de democracia representativa, en el cual los conflictos no tuviesen el carácter de antagonismos irreconciliables.
El propósito de amplitud se puso prontamente de manifiesto en la constitución de la Junta Patriótica de 1958. Allí puede percibirse el objetivo de crear un sistema de "ancha base" en función de acuerdos institucionales. Sin embargo, es importante aclarar que si bien el nuevo SPV emergía como el producto del consenso de varios actores, el Pacto de Élites no implicaba una igualdad de poder entre los mismos.
Esto se hizo patente en el primero de los pactos realizados, el llamado "Pacto de Avenimiento Obrero-Patronal" del 24-04-58, convenido en momentos de alta conflictividad social, y cuyo objetivo clave —despojado de eufemismos— fue comprometer más a fondo a los sectores económica-mente dominantes de la sociedad venezolana con el nuevo orden democrático a cambio de un freno a las aspiraciones salariales de los obreros.(2) Este Pacto fue firmado por todas las representaciones partidistas dentro del movimiento sindical, incluida la del PCV, (Partido Comunista).
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