Sobre El Manifiesto Del Partido Comunista-Eric Hobsbawn
Enviado por ebedoyae • 3 de Junio de 2012 • 6.027 Palabras (25 Páginas) • 908 Visitas
EL Eric Hobsbawn
MANIFIESTO
COMUNISTA
http://www.memoria.com.mx/113/113mem01.htm
En la primavera, Karl Marx y Frederich Engels aceptaron unirse a la Liga de los Justicieros (Bund der Gerechten) ramificación de la primitiva “Liga de los Forajidos”, -Bund der Geächteten- una sociedad secreta fundada en París, en el decenio de 1830, por trabajadores alemanes -sobre todo sastres y ebanistas- con influencia revolucionaria francesa. La Liga, convencida del "comunismo crítico" de -Marx y Engels, ofreció publicar un bosquejo de manifiesto, redactado por éstos como su plan de acción, y aceptó modernizar su organización siguiendo las líneas del documento. De hecho se reorganizó a tal punto que, en el verano de 1847, cambió su nombre por el de Liga de los Comunistas (Bund der Kommunisten) y se comprometió a "derrocar a la burguesía, establecer el mandato del proletariado, terminar con la vieja sociedad, que descansa en la contradicción de clase (Klassengegeästzen), y establecer una nueva sociedad sin clases ni propiedad privada". Un segundo congreso de la Liga, llevado a cabo en Londres en noviembre-diciembre de 1847, aceptó formalmente los objetivos y los nuevos estatutos contenidos en el documento, e invitó a Marx y Engels a bosquejar un nuevo manifiesto, exponiendo el plan de acción de la organización. Aunque Marx y Engels prepararon borradores, y en el documento aparecen con claridad sus puntos de vista unidos, el texto definitivo fue, casi con seguridad, escrito por Marx. El documento, de 23 páginas, titulado Manifiesto del Partido Comunista (conocido, a partir de 1872, como Manifiesto Comunista), fue impreso en la oficina de la Asociación Educativa de los Trabajadores en el número 46 de Liverpool Street, en Londres, y "publicado en febrero de 1848".
Vidas del Manifiesto
En 1998 celebramos el 150 aniversario de la publicación de este pequeño panfleto, que es, ciertamente y con mucho, el más influyente escrito político desde la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. Por fortuna, apareció en las calles sólo una semana o dos antes del estallido de las revoluciones de 1848, que se esparcieron como un incendio forestal desde París a través del continente europeo. La primera edición del Manifiesto fue reimpresa tres veces en pocos
meses, apareció seriada en el Deutsche Londoner Zeitung, y corregida y aumentada a 30 páginas en abril o mayo de 1848. Pero desapareció con el fracaso de las revoluciones de 1848. Nadie hubiera predicho ningún futuro extraordinario para el Manifiesto en el decenio de 1850 y a principios del de 1860.Un impresor alemán, emigrado a Londres, preparó una pequeña edición privada, probablemente en 1864, y la primera edición alemana, también pequeña, apareció en Berlín en 1866. No parece haber traducciones entre 1848 y 1868, salvo una sueca, de finales de 1848, aparentemente, y una inglesa de 1850. Ambas se esfumaron sin rastro. Para mediados del decenio de 1860, virtualmente nada de lo escrito por Marx en el pasado se imprimiría. La preeminencia de Marx en la Asociación Internacional de los Trabajadores (la así llamada "Primera Internacional", 1864-1872) y el surgimiento, en Alemania, de dos partidos de la clase trabajadora, fundados ambos por antiguos miembros de la Liga Comunista, que tenían a Marx en alta estima, condujeron a que resurgiera el interés en el Manifiesto y en sus otros escritos. Por otra parte, el juicio por traición contra los líderes alemanes social demócratas Wilhelm Liebknecht, August Bebel y Adolf Hepner, en marzo de 1872, le dio al Manifiesto una publicidad inesperada. Durante el proceso judicial, el documento fue añadido a los expedientes de la corte, lo que dio a los social demócratas la primera oportunidad de publicarlo legalmente, y con un gran tiraje, como parte del proceso judicial. Entre 1871 y 1873, aparecieron por lo menos nueve ediciones del Manifiesto en seis idiomas y en los siguientes 40 años conquistó el mundo, impulsado por el ascenso de los nuevos partidos (socialistas) laboristas, en los cuales la influencia marxista creció rápidamente a partir del decenio de 1880. Incluso antes de la revolución rusa el Manifiesto conoció varios cientos de ediciones en más o menos una treintena de idiomas, incluyendo tres en japonés y una en chino. No obstante, su región de influencia fue mayormente el cinturón central de Europa, desde Francia en el Occidente hasta Rusia en el Oriente. Hubo traducciones al ruso y a las diversas lenguas del imperio zarista, 55 ediciones en alemán y 22 traducciones a los idiomas del imperio Habsurgo; al inglés, al francés y al italiano. También, aunque en número menor, hubo traducciones al español (seis, incluyendo las latinoamericanas) y al portugués; al búlgaro, al serbio, al rumano y una edición en ladino, probablemente publicada en Salónica. Además, el Manifiesto apareció en danés, sueco y noruego.1 Esta accidentada distribución geográfica refleja no sólo el también accidentado desarrollo del movimiento socialista ¾y la propia influencia de Marx, tan distinta de otras ideologías revolucionarias como el anarquismo¾, también nos recuerda que
no hay una correlación marcada entre la talla y el poder de los partidos social¬demócratas y laboristas y la circulación del Manifiesto. Así, hasta 1905, el Partido Social-Demócrata alemán (SPD), con sus cientos de miles de miembros y millones de votantes, publicó nuevas ediciones del documento en tirajes de no más de 2 000
o 3 000 ejemplares; en cambio, el tiraje del Erfrut Programme del partido, de 1891, fue de 120 000 ejemplares, mientras que del Manifiesto no parecen haberse editado más de 16 000 entre 1895 y 1905; en este último año la circulación del periódico teórico del partido, Die Neue Zeit, era de 6 400 números.2 Nadie esperaba que el integrante medio de un partido de masas social-demócrata y marxista aprobara exámenes de teoría. A la inversa, las setenta ediciones pre revolucionarias rusas del Manifiesto representaban una combinación de organizaciones, ilegales la mayor parte del tiempo, cuya membresía total no debe haber rebasado algunos cientos. De la misma manera, las 34 ediciones en inglés fueron publicadas para las sectas marxistas dispersas en el mundo anglosajón, que operaban en el flanco izquierdo de todos los partidos laboristas y socialistas. Este es el ambiente donde "la claridad de un camarada se puede medir, invariablemente, por lo maltratado de su ejemplar del Manifiesto".3 En pocas palabras, los lectores de éste, aunque parte de los nuevos y ascendentes partidos y movimientos socialistas y laboristas, no representaban, casi con seguridad, al total de su afiliación. Eran hombres y mujeres con especial interés en la
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