Sociocultura

KAROL STEFANNY DIAZ URIBE

PROGRAMA ESPECIAL DE ADMISIÓN Y MOVILIDAD ACADÉMICA PEAMA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, SEDE ORINOQUIA

NUTRICION Y DIETÉTICA

FUNDAMENTOS DE ANTROPOLOGIA

PROFESOR: JUAN ALVARO ECHEVERRI

ENSAYO NUMERO (1)

26 DE MARZO DE 2014

DEL RELATIVISMO CULTURAL AL ETNOCENTRISMO

Frente a la realidad de un mundo globalizado, pueden surgir dos actitudes que van quebrantando la comunicación interpersonal productiva entre personas de diferentes culturas. Esto trata del etnocentrismo y el relativismo cultural, a menudo presentado como opuestas y contradictorias.

El desarrollo de las tecnologías de la comunicación y transporte, han permitido que el mundo se encamine hacia una situación en la que la convivencia de personas de diferentes culturas en un mismo territorio y el intercambio cultural aun desde la distancia, sean una realidad cotidiana. Es una de las decisivas consecuencias del fenómeno denominado generalmente como globalización. Este fenómeno implica dentro de otras cosas, que la realidad educativa en que nos encontramos es totalmente diferente hace tan solo unos años. El profesorado y los demás profesionales de la educación no pueden permanecer ajenos a este fenómeno, y deben proveerse de los medios adecuados para hacer frente a esta situación, si es que el fin de la educación es proveer a los alumnos del bagaje de conocimientos, destrezas y actitudes que le permitan desenvolverse en la sociedad y aprovechar al máximo los medios que el entorno sociocultural pone a su alcance.

Entre esos medio esta la capacidad crítica para abordar adecuadamente los dilemas que pueden surgir en la vida cotidiana, capacidad que ha de ser transmitida a los educandos, ahora bien, el fenómeno de globalización está motivado muchas veces por factores de tipo económico todos conocemos casos de personas procedentes de otros países que han llegado al nuestro para mejorar su nivel de material de vida, por no hablar de los intereses económicos de los diferentes estados.

Frente a esta tarea, nos encontramos con dos barreras, que son la respuesta más inmediata y accesible a esa ‘tensión entre lo local’ y ‘lo mundial’. Se trata del etnocentrismo y el relativismo cultural, opciones que a menudo se presentan como los polos opuestos de una misma línea. A primera vista, y siguiendo el consejo, parece ser que la virtud estaría en alcanzar un punto medio relativo (Aristóteles, 1993).

La vía de solución de un problema dicotómico a menudo cifra en recorrer el camino que nos lleve a la conclusión de que esos polos, supuestamente opuestos, en realidad se tocan. Puede que en la vida cotidiana, la opción entre el relativismo cultural y etnocentrismo se viva como una tensión entre tendencias opuestas, pero a la larga, el uno acaba desembocando en el otro. Pues si en el pasado el etnocentrismo fue el fruto del desconocimiento, en el presente puede hacer una aparición como una consecuencia lógica del relativismo cultural. Asimismo, conviene notar que el relativismo cultural no es una opción necesariamente exigida por el descubrimiento de otras culturas diferentes a la nuestra, como a menudo se presenta para luego tachar de ignorantes a los que no lo comparten. Si bien ambas están

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